Frente al 'altar' del menor que murió tras tomar cocaína rosa: "Vienen los chavales todos los findes"

"Descansa en paz, Ryan". "Se nos fue un guerrero y un hermano". "Tenemos un ángel que nos cuida desde el cielo". Estos son algunos de los mensajes que, desde hace unos días, pueden leerse en un área a campo abierto junto al Parque Andalucía de Getafe, en la avenida de Don Juan de Borbón. Queda bastante lejos de la estación de metro de Los Espartales, donde el viernes por la noche intentaron reanimar, sin éxito, al joven de 14 años que murió tras consumir cocaína rosa mezclada con una bebida energética. Un altar improvisado con mensajes de amigos le rinde homenaje bajo un puente.

Es martes y el lugar lleva casi todo el día vacío. Algunos ojos curiosos, pero, sobre todo, periodistas circulan por el campo y observan las fotografías, los textos e incluso las velas que han dejado por allí. A su alrededor, varias latas de refresco, fragmentos de botellas o vasos de tubo. Algunos vecinos afirman que es lugar habitual de fiesta. El mismo nombre está escrito en casi todas las columnas que levantan el puente superior: "Ryan". También una fecha: el 16 de febrero, viernes.

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Lourdes Barragán

Aunque las primeras informaciones hablaban de un vídeo borrado de redes sociales —en el que unos jóvenes con los que supuestamente había quedado el menor fallecido se mofaban y sugerían haber sido ellos quienes introdujeron la droga en su bebida—, la Policía Nacional ha descartado el homicidio como hipótesis y sospecha que las causas apuntan al consumo voluntario. El mismo lunes circularon algunos vídeos en los que varios chavales se despedían del joven y le dedicaban mensajes de cariño. En algunas imágenes, incluso, aparecían junto a este altar conmemorativo. La ofrenda continúa.

Por la tarde, dos adolescentes llegan atraídas por el suceso. Vienen de escuelas diferentes, pero las dos se conocen. La más pequeña, que tiene 13 años, estudia en el IES Satafi, que está a unos seis minutos andando del parque. La mayor, de 15, acaba de llegar del instituto Laguna de Joatzel, que también está muy cerca. Decidieron pasarse después de clase porque ambas escucharon hace nada la noticia: un chico prácticamente de su edad había muerto. Y era allí donde habían levantado un homenaje.

El lugar escogido hace pensar que era el lugar donde acudía frecuentemente, pues nada indica que viviera allí. El Ayuntamiento de Getafe niega a este periódico que fuera vecino de la ciudad: "No aparece en el registro". Tampoco Majadahonda confirma si era vecino de la localidad.

Las dos chicas que contemplan la escena tras el instituto habían oído el rumor y se acercaron a ver. En sus clases se ha comentado "varias veces" en el día y les cogía "al lado de casa". Aunque tienen prácticamente la misma edad que el joven fallecido, aseguran que ni entre ellas ni entre sus amigos o conocidos se consume la cocaína rosa o tusi, la droga que por el momento se contempla como la principal teoría que causó la muerte del muchacho. Una sustancia cuyo precio oscila entre los 60 y los 100 euros.

Algo antes que ellas, un hombre que aparenta rondar los 60 años también se acerca a curiosear. José María pasea a su perro habitualmente por allí, pero "es la primera vez" que ve el altar. "Claro que conozco la noticia", confirma rápidamente. Señala todas las latas y restos de plástico, vasos de tubo o paquetes de tabaco vacíos que rodean las columnas, y ofrece una explicación. "Aquí es donde se ponen los chavales a beber casi todos los fines de semana", revela, coincidiendo con el testimonio de otros paseantes: dos jóvenes de 20 años, una vecina de mediana edad y las dos jóvenes mencionadas.

José María sugiere que esta puede ser la razón por la que el recuerdo se ha montado aquí, "tan lejos de la estación donde murió". "A lo mejor es una manera de acordarse de él en un sitio que le gustara mucho", deduce, sin saber que el fallecido no era de Getafe. Otra razón que se le pasa por la cabeza para que el altar esté en ese campo es el "otro nombre" por el que se conoce al Parque Andalucía de Getafe, a escasos metros: el Ciudad de los Niños. "Siempre duele perder a alguien tan joven, sea por su imprudencia o cualquier otra razón", concluye, en referencia al consumo de cocaína rosa.

"Las nuevas generaciones deben ser listas y tener mucho cuidado", dice antes de abandonar el lugar. A la salida del área de recreo, una trabajadora del recinto comenta que la prensa no para de acercarse a ojear. Que en toda la mañana indicado a los periodistas dónde estaban las fotos y los mensajes, algo escondidos del parque, y ya "sabía perfectamente ubicarlo". Cree que se pasará antes de volver a casa: "Nunca sabes cuándo le ocurrirá a alguien cercano".