Este brazo robótico es el arma secreta de los neurocirujanos madrileños

El Hospital Universitario La Paz, en Madrid, ha incorporado un brazo robótico a su Servicio de Neurología. De esta forma, la sanidad madrileña es pionera en utilizar una herramienta así en intervenciones complicadas, tanto de columna vertebral como craneales, que se consolidarán en la próxima semana. Desde su implantación en julio del pasado año, con el dispositivo Excelsius GPS, se han llevado a cabo un total de 37 intervenciones e implantado 220 tornillos en pacientes. Entre sus ventajas, reducir el tiempo de la intervención y, con ello, la exposición a la radiación tanto del paciente como de los profesionales sanitarios.

Víctor Rodríguez, neurocirujano de La Paz, resume las implicaciones del robot en una sola palabra: precisión. "Sobre todo, lo utilizamos en enfermedades de la columna vertebral, donde tenemos que implantar tornillos debido a una inestabilidad biomecánica de la columna", comenta. Aunque hay muchas formas de implantar estos tornillos, efectuar este cometido mediante el robot es la manera más precisa que existe de hacerlo. “Hemos conseguido una precisión del 99%”, dice al respecto.

Así pues, este método previene que se dé alguna lesión a nivel de médula espinal debido a algún problema en cuanto a la posición del tornillo. "Todo lo planificamos previamente con un TAC que realizamos al paciente, está todo muy personalizado", añade. Concretamente, este avance de la sanidad pública madrileña precisa de un estudio preoperatorio que permite al especialista planificar al detalle la cirugía, para después llevarla a cabo en un grado de error inferior a 0,5 milímetros y un acierto muy próximo al 100%, según los estudios profesionales publicados.

En realidad, muchos aspectos varían de un paciente a otro, como su anatomía, patología y síntomas. En este sentido, no es raro escuchar a los doctores decir que no hay enfermedades, sino enfermos. El sistema que funciona en el Hospital Universitario público la Paz posibilita, asimismo, prevenir posibles complicaciones, como lesiones en los vasos sanguíneos, que podrían causar hemorragias o en la médula espinal y raíces nerviosas, lo que puede causar pérdida sensorial y motora.

Otro de sus principales beneficios es la personalización, basada en modelos tridimensionales obtenidos antes y durante la cirugía. De esta manera se consigue una programación exacta y reproducible, así como una ejecución segura en el momento de colocar los tornillos.

Menos radiación

El robot, por el momento, se caracteriza por intervenir en enfermedades que generan una inestabilidad en el paciente. Por ejemplo, fracturas por traumatismos, fracturas patológicas, roturas de la vértebra por una infección o por un tumor o deformidades en la columna vertebral, como la conocida escoliosis. En cambio, la más frecuente es la artrosis degenerativa que afecta a esa parte del cuerpo.

"Los resultados han sido muy buenos. Ningún tornillo ha fallado y todo ha salido acorde a la estimación esperada. Tampoco ha habido que volver a intervenir a ningún paciente", explica Rodríguez. De esta manera, los especialistas continúan avanzando en esta "curva de experiencia", a la que añaden en cada momento casos más complejos.

Cirugías mínimamente invasivas como ésta reducen el tamaño de las incisiones, las infecciones postoperatorias, aminoran las estancias hospitalarias y la duración de la convalecencia. También disminuyen las tasas de complicaciones asociadas a esta técnica quirúrgica. Entre sus ventajas, destaca el neurocirujano, está la reducción de la exposición a la radiación de las personas que se encuentran en el quirófano.

"En el quirófano se realizan muchas radiografías, y de esta forma protegemos al paciente, pero también a los profesionales sanitarios, porque hay estudios que afirman que, a largo plazo, la exposición a la radicación conlleva problemas a nivel oncológico", concreta el propio Rodríguez.

Trabajo conjunto de La Paz

Según ha afirmado la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, la incorporación de esta tecnología se ha podido llevar a cabo gracias a la colaboración de la Unidad de Fracturas del Servicio de Traumatología de La Paz, que, desde octubre de 2022, cuenta con la tecnología Mako SmartRobotics en su programa de cirugía robótica para prótesis de rodilla. "La Paz apuesta por la robótica y nosotros utilizamos el robot de forma compartida con la Unidad de Fracturas, aunque desde el Servicio de Neurocirugía lo usamos más que ellos", determina Rodríguez.

Para este especialista, que una tecnología puntera esté al servicio de la sanidad pública es un hito: "Son sistemas que priman en la sanidad privada de otros países, como Estados Unidos o Alemania, y aquí lo tenemos a disposición de cualquier ciudadano que lo necesite. Esto habla muy bien de nuestro sistema público de salud", considera.

Los agradecimientos por el avance no se han hecho esperar, pues no son pocos los pacientes que han enviado cartas de felicitación al equipo de neurocirujanos de La Paz. "Nuestra idea es que cualquier paciente de la Seguridad Social se lleve el mejor tratamiento posible, según la evidencia científica", agrega.

Por otra parte, este hito abre la puerta al uso de la cirugía robótica en otros procedimientos neuroquirúrgicos, en los cuales la precisión es de vital importancia, como la implantación de electrodos cerebrales profundos, la biopsia de tumores cerebrales o la realización de cirugías complejas de columna vertebral, tal y como ha recogido la Consejería de Sanidad.

El presente de los quirófanos

El uso de la tecnología avanzada de precisión en entornos tan críticos y sensibles como un quirófano ya es una realidad. "El futuro es incierto y por el momento este robot, por sí solo, no hace nada, pero estoy seguro de que la neurocirugía se dimensionará de tal forma que también alcance las mayores cotas de desarrollo", apunta Rodríguez.

A pesar de que este tipo de herramientas robóticas sí pueden causar cierto miedo, el neurocirujano apuesta por verlas como unas aliadas: "Yo creo que la gente las ve con buenos ojos, en general. A lo mejor hay algunas personas que no se sienten cómodos trabajando con ello, o cree que lo puede hacer mejor sin esta tecnología, pero considero que la mayoría de la gente, tanto profesionales sanitarios como pacientes, la ven muy positivamente", concluye el neurocirujano de La Paz.