El 'efecto dominó' sanitario: el colapso de la pública agrava los conflictos de la privada

El colapso de la sanidad pública y sus conflictos amenazan ya con provocar un efecto dominó en la privada. El sistema sanitario de pago en España atraviesa también una situación delicada y compleja y en los últimos tiempos se han producido, como protesta, huelgas sin precedentes. Existen dos frentes abiertos que son consecuencia del crecimiento exponencial de este tipo de pólizas y de las condiciones laborales de los profesionales. Por un lado, los paros de los médicos de la asociación Unión Médica Profesional (Unipromel) en Sevilla, que señala que las aseguradoras llevan tres décadas sin tocar su remuneración y que advierte de lo que puede ocurrir a escala nacional. Y, por otro, las quejas del resto de categorías profesionales, que pelean desde hace dos años por la renovación del convenio colectivo con la patronal de los hospitales. Estos últimos se concentraron frente al Hospital HL de Moncloa el 6 de febrero, en Madrid, con pancartas donde podía leerse “Aquí descuidan a los que cuidan”. Hoy se reunirán de nuevo con la patronal. Los facultativos, mientras tanto, pararon por cuarta vez en la ciudad sevillana este jueves. El escenario empieza a ser límite.

El aumento de la presión asistencial —hay un 20% más de asegurados que hace cinco años—, los sueldos de los médicos autónomos y las condiciones del resto de categorías profesionales han convertido la sanidad privada en una olla a presión. Los profesionales que trabajan con contratos mercantiles para las aseguradoras denuncian que los baremos llevan 30 años congelados. “El problema y la solución son los sueldos de la sanidad pública”, explica Miguel del Cerro, portavoz de la asociación Unipromel en Madrid. Las aseguradoras mayoritarias en España, agrupadas en la Asociación Empresarial del Seguro (Unespa), no han querido posicionarse en las denuncias de esta asociación.

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El pecado original es que el sector sanitario está pensado para funcionar como complementario del público. "Nosotros apostamos por un modelo sanitario que combina una sanidad pública mayoritaria con un complemento que la gente quiere pagar para tener una experiencia de usuario diferente. Todo lo que sea masificar va un poco en contra de esto. Nosotros, con un sistema sanitario universal y gratuito, no estamos pensados para ser alternativa a eso. Por eso, desde la Fundación IDIS promovemos que funcione la pública", apunta Abarca.

Casi 12 millones de españoles tienen, hoy día, un seguro privado, incluyendo los funcionarios de la Administración central del Estado, según datos de Unespa. Es innegable que el sector está en auge. El principal foco se ubica en Madrid: más de un 38% de madrileños tiene seguro privado de asistencia sanitaria. Le siguen Cataluña, Ceuta y Melilla (hay muchos funcionarios del Estado). Entre 2011 y 2021, los españoles que han contratado una póliza privada han aumentado en un 32,4%.

Este incremento, según los médicos que trabajan con contratos mercantiles con las aseguradoras, no se ve reflejado en sus nóminas. La mayoría de los médicos ejercen como autónomos. De esta forma, cobran un porcentaje por el número de pacientes que ven y atienden.

Los trabajadores de los grupos hospitalarios llevan dos años luchando para que la patronal les aumente el sueldo. “Se nos está agotando la paciencia. Estamos empezando a plantearnos más movilizaciones”, señala Esperanza, una enfermera del sindicato de UGT en el hospital LM de Moncloa. El jefe de la patronal (ASPE), Carlos Rus, relata a este medio que cuando se reúnen con los sindicatos, se levantan a los 15 minutos. También explica que, desde su punto de vista, se puede intuir una posible causa política detrás de estas demandas. Lo cierto es que, especialmente desde la pandemia, las plantillas de los centros privados han aumentado. El Confidencial ya informó esta semana de que la sanidad privada ha ganado 9.500 trabajadores y la pública ha perdido 4.200. Respecto a los salarios, Rus asegura que están en conversaciones con las aseguradoras para intermediar.

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La realidad es que existen dos frentes abiertos en un sistema que parecía intocable. ¿El principal problema? Las listas de espera de la pública provocan que los usuarios decidan trasladarse a las especialidades en la privada. "El sector sanitario es muy sensible al entorno social. Las dificultades que existen en acceder al sistema sanitario público, tanto atención primaria como la especialista, provocan un tapón en algunas especialidades y hospitales privados concretos", explica Juan Abarca, director de la Fundación IDIS.

Esto puede comprobarse fácilmente. Laura pidió cita por Asisa para dermatología en los meses de verano. “Me dieron un año de espera, así que no llegué a pedirla. Luego fui a otra consulta y me la dieron para seis meses después”, señala. Ginecología también está saturada: mientras antes los pacientes conseguían cita pocos días después, ahora puede prolongarse durante semanas.

Unipromel convocó ayer la cuarta jornada de paro en Sevilla, algo hasta ahora inédito en la sanidad privada. Sus portavoces denuncian que sus salarios son inasumibles. “La primera te pagan 15 euros, la segunda, ocho, y la tercera, nada”, señala el traumatólogo Miguel del Cerro. De momento, este doctor descarta una huelga en la capital por falta de unidad y coordinación entre los profesionales, pero sí cree posible que surjan movilizaciones para presionar a las aseguradoras.

El Colegio de Médicos de Madrid organizó la semana pasada unas jornadas informativas para explicar los retos a los que se enfrenta la sanidad privada en los próximos años. Este órgano de representación respalda las demandas de los facultativos. Según datos de la entidad, en este sector trabajan 65.000 médicos, que representan el 25% del total del sector. Según una encuesta realizada por ellos mismos a los profesionales, el 66% asegura sentirse maltratado por las aseguradoras. Desde el Colegio de Médicos, explican que también han empezado las conversaciones con estas empresas para tratar de alcanzar un acuerdo.

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Del Cerro sostiene que muchos profesionales deciden formarse en la pública y, después, trasladarse a la privada para hacer dinero. Una idea fantástica que, en su caso, no salió según sus planes. Miguel estuvo más de 20 años en el servicio autonómico y 15 en la privada. “Somos los esclavos del siglo XXI”. El beneficio de las aseguradoras no se ve reflejado en lo que definen como el último eslabón de la cadena: los propios médicos.

Otras categorías profesionales

Aunque los médicos suelen trabajar particularmente con las aseguradoras, el resto de categorías profesionales de la sanidad privada corre a cargo del grupo hospitalario. Los sindicatos están en conversaciones (llevan dos años) para modificar el convenio colectivo. Tienen cerrado una subida de sueldo del 15% para los próximos cuatro años. Pero lejos de tratarse de una victoria, lo consideran una trampa.

El convenio actual ofrece unas condiciones económicas que los trabajadores consideran escasas. Para evitar una fuga de profesionales, les ofrecieron "mejoras voluntarias", ajenas al convenio. Las aceptaron. Ahora, los médicos piden una subida salarial oficial del 15%. La patronal lo acepta solo si es reabsorbida dentro de la mejora voluntaria ya adelantada. Mientras tanto, el descontento general inunda los pasillos de los hospitales privados.

No descartan convocar una huelga, lo que afectaría directamente al funcionamiento del sistema. Argumentan que se les está “agotando la paciencia”. Esperanza denuncia que la patronal les “miente”. “Nos reunieron en petit comité. Nuestra línea roja es la absorción del 15%. No nos pueden seguir absorbiendo el sueldo, teniendo en cuenta cómo está el IPC. Nos dijeron que no nos movilizásemos porque le iban a dar una vuelta. Su última propuesta fue la misma”, explica a este diario. Este viernes, tienen una nueva reunión. Desde Comisiones Obreras, el sindicato mayoritario, argumentan que esperan que "atiendan a razones, porque ya no podemos seguir esperando mucho más tiempo con estos salarios y tal y como está la situación económica".

Seguros de salud, al alza

Según datos de Unespa, las pólizas de salud —que engloban asistencia sanitaria, reembolso y subsidio— han aumentado un 7% en 2022 en relación con el año anterior, generando 10.543 millones de euros. El crecimiento exponencial tiene diferentes explicaciones. No ha sido solo por la pandemia, sino por el aumento de empresas privadas para ofrecer seguros. Es un tipo de incentivos para atraer talento. Madrid tiene más funcionarios del Estado y empresas privadas, eso explicaría que se trate de la región donde más seguros privados hay. “Muchas empresas han incorporado esta prestación para sus trabajadores como concepto retributivo complementario”, explican fuentes de la asociación.

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En 2022, el crecimiento medio de beneficios de las grandes aseguradoras osciló entre el 6,93% y el 7,03%. En España había 8.724.961 asegurados en 2011. Diez años después, esa cifra ascendió a 11.553.654, lo que supone el 24,41% de la población española. “Todas estas personas pagan por un seguro de salud en España y, por lo tanto, no consumen los servicios sanitarios públicos. El ahorro de costes para la Administración es evidente”, asegura Unespa.

El 38,11% de los madrileños tiene asistencia médica privada, un total de 2.567.365 asegurados, según los datos de 2021. En Cataluña, la cifra es del 32,82%. La explicación que interpreta Unespa de que haya más en Madrid es que "hay más funcionarios de la Administración central y más empresas privadas que pueden acogerse a estos seguros". Por esta misma razón, Ceuta y Melilla tienen un porcentaje de asegurados muy alto, que se explica en el número de militares y funcionarios del Estado que residen en ambas ciudades autónomas. Las siguen Baleares (30,10%), Aragón (22,94%), País Vasco (22,54%) y Andalucía (21,60%).