Vox prepara una oposición dura contra Ayuso por la fiscalidad y reducción del gasto
Monasterio centrará su estrategia en exigir nuevas rebajas de impuestos y adaptar la gestión a la crisis. La actividad parlamentaria está suspendida hasta septiembre
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La relación entre el PP y Vox en la Asamblea de Madrid ha llegado a un punto de fricción por la fiscalidad. Los dos partidos rivalizan desde hace semanas por liderar esta cuestión, lo que a un año de las elecciones amenaza con acabar con las buenas relaciones que mantenían hasta la fecha. Recién acabado el curso político en la Cámara madrileña, sin actividad parlamentaria hasta septiembre, Rocío Monasterio prepara ya una oposición más dura frente a Isabel Díaz Ayuso, basada en la exigencia de nuevas rebajas de impuestos y una reducción significativa del gasto político. "No pueden gobernar ajenos a la crisis económica", apuntan fuentes de la formación.
Vox ha señalado el próximo ejercicio como la puesta de largo definitiva para su nueva oposición, pero el parón estival no alterará su discurso ni sus reclamaciones al Gobierno de la Comunidad de Madrid. De hecho, en las últimas semanas se han volcado en intentar que el periodo de sesiones solo se suspenda en agosto y haya plenos y comisiones en julio, algo rechazado por el PP y calificado por Ayuso como una medida "populista".
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Monasterio ya advirtió en una entrevista con El Confidencial, en la víspera del 2 de mayo, que entre sus planes no está hacer un paseíllo constante a los populares. "Nosotros también queremos gestos de buena voluntad", dijo la líder del partido en Madrid sobre su posible apoyo a las leyes clave que el Ejecutivo madrileño tiene sobre la mesa, como la Ómnibus, la de autonomía financiera, farmacia o mercado abierto, entre otras cuestiones. Sus palabras anunciaban un cambio en la relación entre ambos partidos, perfectamente cordial desde las elecciones del 4 de mayo, al contrario que a nivel nacional o en otras Administraciones. Vox entregó gratis sus votos a Ayuso para la investidura y no hubo ningún problema para negociar los Presupuestos o la rebaja fiscal de medio punto en todos los tramos del IRPF. .
Vox exigirá un cambio: "Lo más importante es que rectifiquen y bajen impuestos de forma inmediata y que reduzcan gastos superfluos"
En la formación ultraconservadora señalan ahora que aquellas medidas que acordaron han quedado desfasadas con la guerra de Ucrania y la inflación, que ya se sitúa en los dos dígitos, se ha comido todo. La prioridad de cara al próximo curso es insistir en la necesidad de nuevas actuaciones para mitigar los efectos de la crisis. "Lo más importante que le vamos a exigir al Gobierno en septiembre es que rectifiquen y bajen impuestos de forma inmediata y que reduzcan gastos superfluos", explican fuentes de Vox, que consideran que incluso después del verano será tarde y es algo que debería haberse hecho ya. En este aspecto incluyen también la reducción de diputados pactada con el PP, todavía pendiente, o la eliminación de duplicidades y la disminución de los altos cargos de la Administración, que ha sido denegada
Isabel Díaz Ayuso y Rocío Monasterio llevan tiempo enfrascadas en esta especie de batalla por liderar las bajadas de impuestos en la región. Vox ha tratado de impulsar varias propuestas, como otra modificación del IRPF o la bonificación del impuesto de sucesiones de tíos a sobrinos y entre hermanos. El PP, sin embargo, también las ha rechazado, aunque algunas están incluidas en su programa. La presidenta de la Comunidad de Madrid les ha dejado claro con sus acciones que esas medidas son cosa suya. Hace poco más de un mes se abstuvo en una proposición de ley de sus socios en la derecha para bonificar al 99% el impuesto de sucesiones. "Quieren ser como el PP, pero criticando lo que les conviene para dar lecciones económicas", dijo entonces la dirigente autonómica.
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Desde la Consejería de Economía y Hacienda destacan que en los próximos meses se abordará este extremo, con la intención de elevar en diez puntos porcentuales la actual bonificación, situada en del 10% entre tíos y sobrinos y en el 10% entre hermanos. Según los cálculos del Gobierno madrileño, este movimiento beneficiará a 11.000 ciudadanos cada año, con un ahorro de 30 millones de euros en cada ejercicio. Sin embargo, aún no ha dado una fecha.
Esta labor de oposición atenderá también uno de los pilares del argumentario de Vox: la derogación de las leyes de género y LGTBI. El contexto económico, no obstante, ha dejado esta cuestión en un plano más o menos secundario y en el equipo de Monasterio ya no hablan directamente de eliminar por completo estas normas, algo que Isabel Díaz Ayuso ha negado tajantemente al considerarlo como una línea roja que no rebasará en ningún caso. "Seguiremos peleando para defender derechos fundamentales como la presunción de inocencia y derecho de los padres a educar en libertad", añaden en Vox.
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La relación entre el PP y Vox estará marcada por el año electoral, con los comicios autonómicos y municipales de mayo de 2023 en el horizonte. Pero otro elemento a tener en cuenta es el resultado de las elecciones en Andalucía, que ha dejado muy tocada la estrategia de los de Santiago Abascal. Aunque en ninguno de los frentes ha habido una declaración pública en ese sentido, a nadie se le escapa que el 19-J marcará un punto de inflexión. En el equipo de Isabel Díaz Ayuso evitan hacer "conjeturas" e instan a su socio a seguir el camino que acordaron tras el 4-M. "Ellos tendrán que decidir si apoyan nuestras iniciativas o bloquean junto a la izquierda", indican en Sol.
Los próximos meses serán convulsos para ambos. Como ha informado El Confidencial, los planes de Alberto Núñez Feijóo pasan por obviar a los de Abascal salvo en casos excepcionales. La idea es que el pacto entre Alfonso Fernández-Mañueco y Juan García-Gallardo en Castilla y León sea una isla y no se repita. Y aunque la presidenta de la Comunidad de Madrid ha señalado en numerosas ocasiones que ella es partidaria de pactar con Vox cuando sea necesario, también es cierto que el objetivo no es otro que ampliar la mayoría de hace poco más de un año y emular a Juanma Moreno.
La relación entre el PP y Vox en la Asamblea de Madrid ha llegado a un punto de fricción por la fiscalidad. Los dos partidos rivalizan desde hace semanas por liderar esta cuestión, lo que a un año de las elecciones amenaza con acabar con las buenas relaciones que mantenían hasta la fecha. Recién acabado el curso político en la Cámara madrileña, sin actividad parlamentaria hasta septiembre, Rocío Monasterio prepara ya una oposición más dura frente a Isabel Díaz Ayuso, basada en la exigencia de nuevas rebajas de impuestos y una reducción significativa del gasto político. "No pueden gobernar ajenos a la crisis económica", apuntan fuentes de la formación.