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Isabel Díaz Ayuso: diosa y pana
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Consigue su ansiada presidencia

Isabel Díaz Ayuso: diosa y pana

La presidenta autonómica es una mujer que no se ha guardado nunca nada en los bolsillos, mostrándose callejera desde sus inicios en un PP madrileño que ahora queda en sus manos

Foto: Foto: EFE/Mariscal.
Foto: EFE/Mariscal.
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Hay una escena en la película 'Quo vadis' (1951) en la que el pueblo pide al unísono a Nerón: "¡Cántanos algo, divinidad! ¡Cántanos algo!". Peter Ustinov, que interpreta al emperador, gesticula como si le fastidiara tal petición, aunque el halago acaba venciéndole y contesta con tono caprichosón: "No tenía nada preparado, así que tendré que componer mientras canto". Una vez que finaliza una actuación manifiestamente mejorable, los espectadores aplauden entregados ante semejante gesta humana de alguien a quien consideran que no es de este mundo.

A Isabel Díaz Ayuso le está pasando algo así desde ayer. Su nombramiento como presidenta del Partido Popular de Madrid en el congreso que acaba hoy es interpretado por muchos como una entronización, hay colegas en Telemadrid que piden su canonización y José Luis Martínez Almeida está a un paso de llamarla "mi pana".

Foto: Apertura del 17 congreso autonómico del PP (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

"Me alegra muchísimo ver el cariño que recibe la presidenta", le dice un usuario de Instagram. "Grande es mi Isabel", dice otro, que añade al piropo nueve emojis en forma de corazones. Por tener, hasta le dedican una cuenta en redes sociales a sus pies. En peores fetichismos hemos estado.

Pocos peros le ponen hoy en su partido a la mujer que ganó la Comunidad de Madrid por goleada. Esa por cuya honorabilidad se manifestaron cientos de personas en la puerta de la sede de Génova, dispuestos a batirse en duelo con aquel Pablo Casado al que llamaban 'Fra-Casado'. Ella, que cambió el cuento en el que el pez grande se come al chico y demostró que es el pez rápido el que se come al lento. Chunga cuando toca, dulce cuando interesa. Víctima siempre.

He aquí a una mujer que no se guarda nada en los bolsillos. Que se ha mostrado callejera y pandillera desde siempre, seductora en las distancias cortas, que ha tenido dudas de fe y que lo mismo te vale para una misa mayor que para un pulso de 'gin-tonics' que acaban en un karaoke. Si esto fuera un 'remake' de 'Grease', ella podría ser Sandy y Rizzo a la vez. Escucharla suele tener dos consecuencias: te sientes insultado o te levantas de su asiento y le gritas: "¡Cántanos algo, divinidad!".

Ayuso demostró a Casado que el pez rápido es el que se come al lento. Chunga cuando toca, dulce cuando interesa. Víctima siempre

Como Chenoa, cuando tú vas, Díaz Ayuso vuelve de allí. Aunque no siempre ha sido así, porque ha vivido bajo la sombra de varias sospechas. La última de ellas, que involucra a su hermano Tomás y que fue el principio del fin del presidente y el secretario general del PP, por cierto, aún está sin resolver.

Primero fueron las dudas acerca de su capacidad, cuando fue nombrada candidata a la Comunidad de Madrid y la comparaban con el elegido para el Ayuntamiento de la capital. La 'community manager' de Pekas (aunque ella insista en que hacía más cosas) frente a todo un abogado del Estado. Ese que ahora la llama 'partner'.

Una mujer independiente

También se la ha visto como la obra maestra de las ideas de otro. "Siempre me intentan emparentar con alguien: que si soy hija política de Esperanza Aguirre, cuando no de Aznar, cuando no de Miguel Ángel Rodríguez. En realidad, soy una mujer independiente y tengo mi criterio. Llevo las riendas de mi vida siempre", le dijo a la edición española de 'Vanity Fair' en enero de 2021, nueve meses después de que la revista publicara que había pasado el confinamiento en un apartahotel de Kike Sarasola.

Se presentó a esa entrevista con este saludo: "Holi. He traído unas pastitas de Morata de Tajuña, donde estuvimos ayer. Son típicas de allí". Su jefe de Gabinete apareció para supervisar la ropa y algunas de las fotos de aquel encuentro. Ninguno de los periodistas contaba con su presencia. Pero Díaz Ayuso siempre ha sido así y no ha necesitado un ventrílocuo para tener voz.

Foto: Isabel Díaz Ayuso habla con José Luis Martínez-Almeida, durante el congreso del PP de Madrid. (EFE/Mariscal)

Basta con echar un vistazo a la hemeroteca. "A mí no me grites, ¿eh?", le decía en 2015 a Alberto Sotillos en el programa 'El gato al agua' de Intereconomía. "Contrólate y deja a Esperanza Aguirre, que hablamos de Carmena", lo interrumpía. "Tú a mí no me acorralas", "te ruego que te relajes", decía sin alzar la voz y alternando una colección de miradas dignas de analizar. Exasperaba entonces al contrario, como ha conseguido hacer con la oposición en los plenos de los jueves de la Asamblea de Madrid.

Tres años después, el 27 de diciembre de 2018, cuando era secretaria de Comunicación del PP, entró en directo en el programa de La Sexta 'Más vale tarde'. La periodista Mamen Mendizábal le pregunta por el resultado de las elecciones andaluzas y durante los dos primeros minutos la cosa fluye. A partir de ahí, Ayuso empieza a gustarse al hablar de los "independentistas racistas catalanes". A los tres minutos y medio, menciona "la dictadura de feministas radicales" y responde a Mendizábal: "Soy tan mujer como quien me lo está preguntando".

La presidenta ha conseguido exasperar a la oposición en los plenos de la Asamblea de Madrid

Esa tarde de invierno acabó su intervención con un discurso muy parecido al que le hizo ganar las elecciones en Madrid, la admiración en unos y el rechazo en otros tantos. "La gente se ha cansado de la monserga de la izquierda, de ese trapo de la bandera, de ese himno fachoso, de meterse con los toros, con las costumbres, con los católicos, con todo lo que representa la gente de bien y normal, que todos los días se quiere levantar a trabajar por un país normal", afirmó.

Era diciembre de 2018 y ejercía como secretaria de Comunicación de su partido. Miguel Ángel Rodríguez tardaría 13 meses en llegar a su vida.

Cuatro años después de esa intervención en La Sexta, habla con Ana Terradillos en 'El programa de AR', en Telecinco. "Nacen menos niños, hay menos hermanos, hay menos familias, menos pandillas, menos calle. Y eso hace que los jóvenes estén hoy más solos, más deprimidos, sin cultura del esfuerzo, regalándoles el aprobado y diciéndoles que la vida son todo regalos y sonrisas", dice. Misma calle, mismo argumentario, con otras palabras.

"Oh, llama voraz, oh, terrible deidad, omnímoda fuerza atroz, todo lo que pillas lo devoras inclemente...", cantaba Nerón en esa película de 1951.

Que no te queme, divinidad.

Hay una escena en la película 'Quo vadis' (1951) en la que el pueblo pide al unísono a Nerón: "¡Cántanos algo, divinidad! ¡Cántanos algo!". Peter Ustinov, que interpreta al emperador, gesticula como si le fastidiara tal petición, aunque el halago acaba venciéndole y contesta con tono caprichosón: "No tenía nada preparado, así que tendré que componer mientras canto". Una vez que finaliza una actuación manifiestamente mejorable, los espectadores aplauden entregados ante semejante gesta humana de alguien a quien consideran que no es de este mundo.

Isabel Díaz Ayuso Partido Popular (PP) Miguel Ángel Rodríguez
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