Menos frecuencia de trenes y personal: los sindicatos del Metro amagan con la huelga

La subida de la luz repercutió directamente en el servicio que presta Metro de Madrid. Hace unas semanas, la empresa pública anunció una disminución del 10% de sus trenes por este motivo. La medida no ha tardado en hacerse notar para sus usuarios, que sufren ciertas aglomeraciones esperando al siguiente convoy en los andenes. Los sindicatos, por su parte, denuncian una pauperización prolongada en el servicio en un momento en el que, según entienden, se debería apostar por el transporte público dados sus beneficios medioambientales. A ello se suma la no autorización de la tasa de reposición, lo que estaría dejando fuera a unos 332 trabajadores que ya deberían estar desempeñando sus funciones en la red madrileña. Tras varias concentraciones de protesta, este jueves han convocado una manifestación, y, si sus demandas no son escuchadas, amenazan con ir a la huelga .

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Tanto los empleados del Metro de Madrid como de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), desde donde gestionan los autobuses de la región, se han unido para hacer llegar sus reivindicaciones tanto a la Comunidad de Madrid como al Ayuntamiento de la capital, además de al Consorcio Regional de Transportes. Juan Carlos de la Cruz es el secretario General de CCOO en Metro y así explica una problemática que va más allá de sus demandas actuales: “La mitad del parque de trenes, además, es muy antiguo, lo que en el futuro puede traer graves consecuencias. Desde 2017 se están licitando nuevas compras, pero tardarán en hacer efecto”.

El número de viajeros solo se ha recuperado al 80% con respecto a las cifras de antes de la pandemia

Unido a sus compañeros de la EMT, se movilizan en defensa de este servicio público que creen primordial en la lucha contra el cambio climático, y critica que “algunos partidos políticos quieran utilizar estas empresas para beneficio propio”. La Comunidad de Madrid decidió reducir un 10% la tabla de trenes desde abril para provocar una bajada en la factura de la luz, una decisión criticada duramente por De la Cruz: “Si reduces impuestos, que es lo que hace el Gobierno de la región, tienes que reducir los gastos. En realidad, Metro de Madrid tendría que ser un servicio que no buscara beneficios en sus cuentas, algo que solo estuviera orientado a dar un mejor servicio a la ciudadanía y le aporte soluciones reales para poder dejar de utilizar el vehículo privado”.

Metro quiere ser una empresa sostenible

Por su parte, la empresa dependiente del Gobierno liderado por Isabel Díaz Ayuso afirma que “el ajuste de frecuencias solo afecta a las horas valle, no hay ajuste en horas punta, por lo que la afección a los viajeros es mínima”. También añaden que, según sus cálculos, el número de viajeros solo se ha recuperado al 80% con respecto a las cifras de antes de la pandemia, “por lo que el ajuste de los trenes en hora valle es mucho menor que la reducción del número de viajeros”, sostienen fuentes internas de Metro de Madrid.

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Preguntados por otras medidas que también valoran de cara a evitar la reducción de trenes y poder seguir ofreciendo un servicio de mayor calidad, la entidad aduce que se están llevando a cabo medidas para asegurar una “empresa sostenible” como la implantación de nuevos procedimientos operativos y de mantenimiento que aumente la productividad y la inversión en instalaciones y trenes para minimizar las averías. “El consumo energético tanto de trenes como de instalaciones se ha reducido un 30% en los últimos 10 años, alcanzando niveles de consumo que sitúan a Metro entre las explotaciones más eficientes a nivel mundial y el coste financiero también se ha reducido notablemente, siendo, al cierre de 2021, inferior al 1% anual sobre la deuda contraída”, señalan.

Apostar por el transporte público

En total, son 171 los trenes que han dejado de recorrer las vías del subterráneo madrileño, tal y como asegura Antonio Peñuelas, secretario general de la sección sindical de Solidaridad Obrera en Metro de Madrid. De esta forma, de 7:00 a 9:30 la reducción es de un tren, de 9:30 a 11:00 aumenta hasta los 42 y de 15:00 a 16:00 se sitúa en los 36. Los trenes que han dejado de funcionar de 17:00 a 18:00 se elevan hasta los 55, una cifra que cae hasta los 37, ya de 18:00 a 20:00. “Esto provoca aglomeraciones que antes no se daban. El caso es que piensan que así se pueden ahorrar hasta 5 millones de euros al año, y nosotros lo que pensamos es que deberían cobrar todos los impuestos que están eliminando y reduciendo para poder dar un servicio de calidad en el transporte público”, agrega este sindicalista.

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Según su perspectiva, lo que ocurre en la región madrileña es justo lo contrario que sucede en otros países europeos. Y lo ejemplifica: “En Alemania, ante las crisis energética y el aumento de los precios de la electricidad y el gas, han apostado por fomentar el transporte público. En Berlín han bajado el abono mensual a 9 euros, para todo el mundo”. De esta forma, Peñuelas considera que “si no se invierte en el Metro, mucha gente optará por la carretera y la contaminación que conlleva”, especialmente en una zona tan tensionada medioambientalmente como Madrid. Metro, por su parte, afirma que monitorizan la red, en colaboración con el Consorcio, para revertir la medida “en cuanto sea necesario”.

Acuciante falta de personal

En cuanto al mantenimiento, aunque desde la empresa afirman que han disminuido las averías, el sindicalista de Solidaridad Obrera refleja que “hay una falta tremenda de personal, y aunque se realizaron los exámenes para la convocatoria de plazas de oficio, la Consejería de Hacienda no ha aprobado la tasa de reposición que sí está consensuada en el convenio de la empresa”. Más de tres centenares de trabajadores esperan poderse incorporar a Metro de Madrid para así mejorar su mantenimiento, tanto de los trenes como de las instalaciones, según Peñuelas.

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De la Cruz señala que dicha tasa está recogida en la ley de presupuestos de la Comunidad de Madrid, pero no aprobada. “Si lo hicieran, estarían cumpliendo con lo pactado en el convenio, como sí lo cumplen con la EMT”. De la misma forma, este miembro de CCOO confirma que “a corto plazo quizá no se note demasiado, pero a largo causará una falta importante de personal que redundará en el mantenimiento del servicio público”. La empresa, en este sentido, sostiene que están “estudiando y negociando” la situación.

Peñuelas añade que también es necesaria una nueva convocatoria de plazas para maquinistas y personal de estaciones. “Ahora hay muchas estaciones vacías, donde la gente se va jubilando y no les sustituye nadie. Si cualquier pasajero tiene un problema, debe utilizar un interfono para que otra persona le solucione la situación en remoto, y la mayoría de las veces es imposible hacerlo”, concreta el sindicalista al referirse a la falta de relevistas en la plantilla.

Lo próximo será la huelga

Asimismo, destaca el caso excepcional que Metro de Madrid tiene en el Consorcio Regional de Transportes, entidad que abona cierta cuantía económica a cada servicio según su uso por parte de la ciudadanía. De la Cruz lo explica: “Nosotros recibimos ese dinero a través de la tarifa de equilibrio, pero lo calculan en función de usuarios. En transportes privados como el Metro Ligero que llega hasta Pozuelo, les dan dinero según el número de trenes que saquen, independientemente de si va un usuario o lleno”. Algo parecido ocurre con la EMT, pues su tarifa de equilibrio se mide en kilómetros recorridos. Por lo tanto, De la Cruz considera que esto prueba el trato diferenciado que reciben las empresas privadas y las públicas por parte de los organismos encargados de su financiación.

Metro han convocado movilizaciones para hacer llegar sus demandas a las instituciones

“Tenemos unas condiciones laborales que solo empeoran. Nosotros damos un servicio público, sábados, domingos y festivos, y sin el personal necesario cada vez no es más difícil conciliar con nuestra vida personal por todos los turnos que tenemos que hacer”, completa De la Cruz. Por todos estos motivos, en Metro han convocado movilizaciones para hacer llegar sus demandas al Ayuntamiento de la capital, la Asamblea de Madrid y el propio Consorcio de Transportes. “Si seguimos así y no autorizan la tasa de reposición, tendremos que convocar acciones algo más contundentes, como ir a la huelga”, finaliza el sindicalista de CC OO.