Murciélagos en El Retiro: uno de los animales más impresionantes habita en Madrid

Los murciélagos no pasan por ser una de las especies más queridas del Reino Animal. Su vida nocturna, sus agudos chillidos y los falsos mitos y leyendas tenebrosas creadas sobre su figura por el ser humano han hecho que se mire con recelo a uno de los mamíferos más impresionantes del planeta. Y aunque su hábitat predilecto es el campo, también puede habitar en las grandes ciudades, en los espacios verdes. De hecho, son un vecino más en Madrid o al menos de El Retiro, donde se han localizado siete especies diferentes.

‘Dráculas’, ‘vampiros’ o ‘chupa sangre’ son algunos de los apelativos despectivos con los que la sociedad se dirige a esos animales de forma injusta, “porque vampiros, como tal, de las 1.400 especies que se conocen a día de hoy en todo el mundo, sólo hay tres que se alimentan de sangre de ganado y viven en el continente americano”. “Es una pena esta imagen que se tiene de los murciélagos, porque su función en los ecosistemas es fundamental”, según explica a El Confidencial Elena Tena López, doctora en Biología por la Universidad Complutense de Madrid y miembro de la Asociación Española para la Conservación y el Estudio de los Murciélagos.

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Ninguno de los murciélagos de Madrid (y de Europa) chupa sangre humana y tampoco transmiten el coronavirus ni la rabia. “Todas las especies son insectívoras. Nunca nos van a chupar la sangre. Si entra uno en casa e intentamos cogerle, podría llegar a modernos, pero no porque nos ataque, sino porque estará asustado e intentará defenderse, como haría cualquier especie salvaje, como las ardillas”.

El servicio que hacen al ser humano y al conjunto de los ecosistemas donde viven es esencial, “porque al tratarse de especies insectívoras, ejercen un gran control biológico de las plagas de insectos de las zonas donde habitan”. Como ejemplo, las cifras del murciélago común: “Un único individuo es capaz de ingerir hasta 3.000 insectos en una sola noche, es decir, dos tercios de su propio peso. Por lo general, donde hay un individuo, existe una colonia y por eso se estudia al murciélago como control biológico de plagas”. Cada vez más, se ven en distintos puntos de nuestro país instalaciones de cajas refugio para murciélagos que sirven para controlar plagas en campos de cultivo.

En la Comunidad de Madrid habitan 21 de especies de murciélagos

Después de los roedores, los murciélagos son la especie más numerosa en todo el globo terráqueo. En la Península Ibérica viven 30 tipos diferentes y solo en la Comunidad de Madrid habitan 21 de esas especies. Un reciente estudio elaborado por la Universidad Complutense, en colaboración con la Universidad de Alcalá de Henares y liderado por Elena Tena, revela, además, que en los 27 parques urbanos de la capital también residen murciélagos, a pesar de estar rodeados de calles y edificios.

Los estudios demuestran que vivir en la ciudad o en el campo también afecta a los murciélagos. En entornos urbanos, el número de especies de murciélagos es menor que en hábitats naturales, sin embargo, como explica Tena, “en los grandes parques urbanos con presencia de agua, ese número aumenta. En El Parque de El Retiro, a pesar de estar en pleno centro de Madrid, se ha registrado el mayor número de especies, hasta siete, y demuestra que estas zonas son islas verdes dentro de las matrices urbanas”. A parques urbanos más grandes, más especies de murciélagos.

¿Murciélagos en casa?

Temperaturas elevadas, ventanas abiertas y la posibilidad (de escasa probabilidad) de que entre un murciélago en casa. Si esto ocurre, como no son vampiros ni nos van a chupar la sangre, “en primer lugar, mantener la calma y que no cunda el pánico, porque el murciélago estará mucho más asustado que nosotros. Si es de noche -explica Tena-, lo mejor es apagar las luces, salir de la habitación en la que ha entrado y dejar las ventanas abiertas para que salga por su propia voluntad. Si es de día y no está activo (porque son animales nocturnos), con unos guantes que nos eviten una mordedura, le empujamos hacia una caja cerrada y agujereada para que entre aire. Le dejaremos en una zona tranquila y fresca hasta que llegue la noche, que es cuando levantaremos la tapa de la caja, en el alféizar de la ventana, para que salga por su propia iniciativa”.

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Si no tenemos clara esta operación de rescate “y ante la duda, lo mejor es llamar a un centro de recuperación de fauna salvaje (como Grefa) o al 112, para que den aviso a los agentes forestales de la comunidad, sobre todo si tenemos una colonia de murciélagos”. Es muy importante tener claro que “son especies protegidas por ley. De mayo a agosto es la época de cría y no podemos alterar su ciclo biológico, porque es una especie muy vulnerable”. Usar la escoba o el palo de la fregona para derribar a un murciélago es un delito contra el medio ambiente.

Tener una colonia de murciélagos en la ventana de casa puede ser una bendición. Además de insecticida natural gratis, colocar una bandeja en el alféizar, debajo de su nido, para recoger sus excrementos, puede aportar ciertos beneficios. “Ese guano se puede usar como fertilizante de plantas, porque es uno de los abonos naturales más cotizados del mercado. En algunos países se paga bastante dinero por este tipo de excrementos de murciélago que, mezclado con tierra, es muy rico en nutrientes”.

Sin murciélagos no hay tequila

Insecticidas, fertilizadores, pero también polinizadores y dispersadores de semillas. Algunas especies de murciélagos de otras partes del planeta tienen también una vital función polinizadora. “Podemos beber tequila o comer plátanos y otras frutas gracias a una especie de murciélago que es la única que poliniza la flor de sus plantas. Por ejemplo, sin esta especie de murciélago, no existiría el agave y no tendríamos tequila. Hay otros murciélagos que dispersan semillas porque ingieren un fruto y, al ser voladores, las esparcen con los excrementos, que sirven de fertilizante para esa semilla”. Por tanto, los murciélagos, además de ser las estrellas de ficciones de terror, son actores principales en la evolución de los ecosistemas y en la riqueza de la biodiversidad de la zona donde habitan.