La sombra del colapso amenaza el recuento de las municipales y europeas del 26-M
Interior programa nuevas pruebas para subsanar los graves fallos técnicos registrados hasta ahora en el sistema informático de recuento de votos que se utilizará en las municipales
El temor a un colapso en el sistema de recuento de las elecciones municipales y europeas del 26-M recorre estos días los pasillos de la Dirección General de Política Interior y Procesos Electorales del Ministerio del Interior. Los primeros simulacros realizados por la firma que se adjudicó el escrutinio de estos comicios, la tecnológica catalana Scytl, tuvieron que terminar antes de tiempo por graves fallos técnicos en el proceso de constitución de las mesas y en el envío de los datos a la central de información de Madrid.
En las pruebas efectuadas posteriormente se ha subsanado parte de las incidencias pero el departamento que lidera Fernando Grande-Marlaska ha optado por programar nuevos simulacros y reforzar la presencia de los informáticos del propio ministerio para tratar de asegurarse de que el sistema no se viene abajo durante la jornada electoral, aseguran las fuentes consultadas por El Confidencial. En la supervisión del proceso también están participando funcionarios del Centro Criptológico Nacional, un organismo dependiente del CNI dedicado a la ciberseguridad y que en las elecciones tiene la misión de evitar que los redes y aplicaciones utilizadas en el escrutinio puedan ser inutilizadas o manipuladas.
La inquietud es mayor por la escasa experiencia de la empresa adjudicataria en comicios de estas características, en los que habrá que procesar datos de miles de ayuntamientos, los parlamentos de tres de las 12 autonomías en las que habrá elecciones el próximo 26 de mayo (Castilla-La Mancha, Extremadura y Castilla y León) y los 59 eurodiputados que corresponden a España. Serán varios comicios concentrados en una sola fecha y es la primera vez que Scytl, que se adjudicó el contrato de Interior con una oferta de 8,7 millones de euros, asume un reto de esta envergadura.
Su mayor logro hasta ahora son las generales de 2015, en la que no se produjeron incidencias reseñables, aunque en los simulacros previos se registraron igualmente fallos técnicos. Fue la primera vez que la multinacional tecnológica española Indra, una de las grandes especialistas mundiales en el recuento de votos, perdía el contrato de unas elecciones en España. La cotizada volvió a encargarse de los resultados de las generales del pasado 28-A. Sin embargo, menos de un mes después, los colegios electorales tendrán que utilizar una arquitectura informática completamente distinta.
Este sábado, se han programado nuevas pruebas en toda España para chequear otra vez el engranaje del escrutinio. Sobre Scytl planean ahora, además de su falta de experiencia en comicios con hasta tres urnas, las dudas que ha generado el trabajo de esta compañía en las elecciones de la Cámara de Comercio de Barcelona, que terminaron el pasado 8 de mayo y en las que se impuso de forma aplastante la categoría independentista impulsada por la Asamblea Nacional Catalana (ANC). Tras finalizar la votación, se produjo un auténtico caos en la difusión de los resultados. Asimismo, más de 900 votos quedaron pendientes de verificación. Otros que habían sido inicialmente aceptados acabaron excluidos. Los resultados definitivos no se conocieron hasta 24 horas después. Obligaron a modificar el resultado proclamando inicialmente al ganador y, aun así, sigue planeando sobre el proceso el fantasma del pucherazo.
El caos de la Cámara de Barcelona
En las elecciones de la Cámara de Barcelona participaron menos de 20.000 personas. En las municipales, están convocados más de 36 millones de españoles. Los votos se cuentan manualmente bajo supervisión judicial, pero un colapso en la transmisión de los datos retrasaría la difusión de los resultados, generaría dudas sobre los ganadores y sería utilizado por el independentismo para cuestionar la robustez de las instituciones españolas.
Scytl ha declinado contestar a este diario sobre los problemas que está teniendo en los simulacros del 26-M y ha remitido al Ministerio del Interior. Fuentes de este departamento recuerdan que la compañía con sede en Barcelona ya se encargó del recuento de las autonómicas de la Comunidad Valenciana del 28 de abril y “no surgió ningún problema”. “También fueron los encargados de hacer el recuento en las generales de 2015. Una de las condiciones para poder acceder a este tipo de contratos es precisamente contar con una experiencia acreditada. Y Scytl la tiene”, aseguran desde la cartera de Grande-Marlaska.
Desde el Ministerio aseguran que el pasado martes se realizó otro simulacro y el resultado fue a su juicio "satisfactorio". Admiten que siguen registrándose incidencia pero señalan que ya son de "carácter menor" y que hay motivos para temer un "colapso del sistema". “Se van a programar más simulacros, se están haciendo pruebas todos los días, y creemos que hay tiempo suficiente para asegurarnos de que todo funciona de forma correcta. Están sobre el asunto los funcionarios de nuestro departamento de informática y consideramos que no hay motivos para preocuparse”, aseguran.
El temor a un colapso en el sistema de recuento de las elecciones municipales y europeas del 26-M recorre estos días los pasillos de la Dirección General de Política Interior y Procesos Electorales del Ministerio del Interior. Los primeros simulacros realizados por la firma que se adjudicó el escrutinio de estos comicios, la tecnológica catalana Scytl, tuvieron que terminar antes de tiempo por graves fallos técnicos en el proceso de constitución de las mesas y en el envío de los datos a la central de información de Madrid.
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