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¿Pucherazo 'indepe' en BCN? Las elecciones a la Cámara pueden acabar en Fiscalía
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LOS SOBERANISTAS ROZAN LA MAYORÍA ABSOLUTA

¿Pucherazo 'indepe' en BCN? Las elecciones a la Cámara pueden acabar en Fiscalía

Algo extraño ocurre con las elecciones a esta institución, en la que están representados más de 423.000 empresas y autónomos. La Asamblea Nacional Catalana ha hecho una intensa campaña

Foto: La presidenta de la ANC Elisenda Paluzie. (EFE)
La presidenta de la ANC Elisenda Paluzie. (EFE)

¿Pucherazo en las elecciones de la Cámara de Comercio de Barcelona? ¿Operación independentista de acoso y derribo? Algo extraño ocurre con las elecciones a esta institución, en la que están representados más de 423.000 empresas y autónomos. El Gobierno catalán, con el impagable apoyo de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y del Cercle Català de Negocis (CCN) realizó una intensa campaña para que el independentismo controlase las elecciones celebradas durante una semana, hasta llegar a la jornada de voto presencial este miércoles. De hecho, hasta cambió las reglas, prohibiendo el voto por correo y el voto presencial en papel.

Todo pasaba por un programa informático de la empresa Scytl (que también se hizo con el recuento del voto en las próximas municipales, europeas y autonómicas del 26 de mayo), que ha tenido fallos durante el proceso y que ahora arroja resultados desconcertantes: en las redes electrónicas: han desparecido misteriosamente votos no independentistas, según denuncian desde sectores de las candidaturas. Grupos de empresas que habían votado en un determinado sentido, han visto cómo en el cómputo aparecen contabilizados menos votos que los que ellas depositaron en los ordenadores. Algo extraño ocurre, pues, en Barcelona.

Para más inri, todo parecía planificado: pasadas las 12 de la noche, una eufórica Elisenda Paluzie, presidenta de la ANC, se personaba en la sede de la Llotja, donde se hacía el recuento de votos, y anunciaba que las candidaturas separatistas habían obtenido la mayoría absoluta de representantes del plenario que estaban en juego. Pero los números no cuadran. Ni le cuadran a la Generalitat ni a las candidaturas que se presentaban.

La sucesión de hechos, durante la última jornada electoral es muy sospechosa y todo huele a pucherazo histórico. Tanto que algunas candidaturas están pensando en llevar el tema a Fiscalía por falsificación de votos. A las elecciones concurrían en sendas candidaturas los empresarios Carles Tusquets, Enric Crous y Ramon Masià. Al margen, se presentaban también las candidaturas independentistas que trataban de copar los representantes en la mayoría de epígrafes.

Los números no cuadran

“A las 11 de la noche, un representante de la Cámara de Barcelona nos dijo que la junta electoral estaba reunida deliberando sobre el cómputo de los votos, lo que de deja de ser extraño. Y nos dice que hasta este jueves no habría resultados. Pero minutos después, se filtra a un diario proindependentista que la ANC ha ganado las elecciones. Y en un cuarto de hora, la presidenta de la ANC se presenta, pasada la medianoche, en la sede electoral”, explica un miembro de una de las candidaturas a El Confidencial.

Tras conocerse la filtración a un diario, las candidaturas reclamaron a la Cámara. “Entonces, nos confirmaron que era tal y como se había filtrado y nos dan unos números: nos dicen que hay 17.224 votos pero que faltan por incluir 955 votos más que estaban siendo revisados por el auditor contratado por la Generalitat. Ese auditor es también el que hacía el control electoral para una de las candidaturas”, añaden las fuentes.

Paralelamente, la ANC sacaba pecho poco después de la medianoche diciendo que había obtenido 32 de los 40 puestos. Poco después, bajaba a 31 los representantes. Y a las 10 de la mañana ya los dejaba en 30 representantes, que son la mitad del pleno (a los 40 elegibles hay que añadir los representantes de las patronales y los natos pertenecientes a empresas grandes cotizantes, lo que totaliza 60 miembros). Con ello, la mayoría independentista quedaba pendiente de un hilo conforme pasaban las horas. Según fuentes ‘indepes’, a la candidatura de Crous le corresponderían 5 puestos, a la de Tusquets, tres y a una candidatura femenina, una Masià se quedaría fuera de la institución.

placeholder El histórico directivo del Grupo Damm Enric Crous, candidato a presidir la Cámara de Comercio de Barcelona. (EFE)
El histórico directivo del Grupo Damm Enric Crous, candidato a presidir la Cámara de Comercio de Barcelona. (EFE)

Pero, según las candidaturas no independentistas, el desbarajuste es total. “Hay holdings de empresas inmobiliarias, por ejemplo, que han votado de una determinada manera y resulta que en el cómputo de sufragios aparecen menos votos que los que suman esos grupos. Esa anomalía sucede en varios epígrafes. A eso se le llama pucherazo”, se duelen desde la oposición. En otras palabras, “si un grupo de empresas deposita 30 votos a una determinada candidatura, no puede ser que luego aparezcan reflejados solo 10. Eso es que hay fraude”, subraya otra fuente

Es muy fácil detectar estos fraudes: si un grupo de empresas vota en un determinado sentido y luego no se reflejan esos resultados en el cómputo es que algo falla. Y eso parece ser lo que ha ocurrido en estas elecciones, después de que la Generalitat prohibiese el voto por correo y el voto presencial en papel, que son los más fiables.

Votos en litigio

Además, los candidatos explican que desde la propia consejería de Empresa se les reconoció que los 950 sufragios que faltaban por consignar podrían hacer varias sensiblemente los resultados, ya que variarían diferentes epígrafes, lo que condicionaría la composición final del pleno. Fuentes oficiales de la Consejería de Empresa consultadas por El Confidencial no confirmaron ni desmintieron estos extremos aduciendo que la persona encargada del tema no estaba.

Abundan en el desconcierto los números facilitados por la Generalitat: a media mañana del jueves, la consejería de Empresa emitía un comunicado en el que decía que se habían recibido 19.355 votos. Según una de las candidaturas presentadas, los números presentados a ellos fueron de 18.731. De ellos, 17.224 votos son de la Cámara de Comercio de Barcelona, pero hay 955 votos en litigio, lo que dejaría el cómputo en 16.269. “Por primera vez en la historia, el Excel no le cuadra a la Administración”, resume un portavoz de una de las candidaturas.

Pero las candidaturas que se presentaron no se quedarán con los brazos cruzados. “Esto es de República bananera. Aquí lo que se plantea es una gravísima actuación que acabará en Fiscalía, porque puede haber falsificación de voto. Queremos que la Justicia actúe antes de que destruyan los votos electrónicos”. Ello no afecta a la euforia del mundo independentista, que ya proclama que “el empresariado catalán es republicano e independentista (en las elecciones de la Cámara de Barcelona votó solo el 4% del censo electoral, mientras que en otras cámaras ese porcentaje es muy inferior). “Vamos a construir la República Catalana”, ansiaba en las redes sociales Joan Canadell, uno de los impulsores del CCN.

Tanto fue así que tras la medianoche, los independentistas celebraban “la llegada de la República” en las dependencias del edificio de la Llotja, curiosamente donde el pasado 21 de diciembre Pedro Sánchez reunió a su Gobierno en un inusual consejo de ministros fuera de Madrid. A media mañana, a través de las plataformas que operan en las redes sociales, los independentistas ya daban por descontado que tenían “30 de las 40 sillas que estaban en juego” y que “aunque el resultado no es definitivo, se han detectado algunos votos mal acreditados y aún hay una silla por adjudicar, la Cámara de Comercio de Barcelona puede ser presidida por un independentista el próximo 7 de junio

¿Pucherazo en las elecciones de la Cámara de Comercio de Barcelona? ¿Operación independentista de acoso y derribo? Algo extraño ocurre con las elecciones a esta institución, en la que están representados más de 423.000 empresas y autónomos. El Gobierno catalán, con el impagable apoyo de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y del Cercle Català de Negocis (CCN) realizó una intensa campaña para que el independentismo controlase las elecciones celebradas durante una semana, hasta llegar a la jornada de voto presencial este miércoles. De hecho, hasta cambió las reglas, prohibiendo el voto por correo y el voto presencial en papel.

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