El amigo invisible que surgió de la pandemia y ahora fomenta la lectura por todo el territorio valenciano

En la Venezuela de finales del siglo XIX, las estrictas costumbres de la alta sociedad no permitían a las mujeres casadas disfrutar de la amistad con hombres, por lo que idearon un juego de regalos secretos para concertar reuniones mixtas en las que mantener ciertos vínculos amistosos autorizados. Aquel evento recreativo llamado "compadre de papelito" fue, probablemente, el origen de lo que la contemporaneidad occidental llama hoy el amigo invisible.

En mayo de 2020, tras la finalización del cierre pandémico, la precariedad económica amenazaba la supervivencia de las librerías valencianas independientes. Ante aquella disyuntiva, un grupo de escritoras y libreras locales idearon un plan para activar el consumo editorial de los pequeños negocios libreros de los barrios de Valencia.

El clásico juego del amigo invisible se aplicó en una campaña a la que se sumaron quince librerías valencianas: Bartleby, Bangarang, Berlín, Gaia, Imperio, La Batisfera, La Primera, La Repartidora, La Rossa, Leolo, Primado, Railowsky, Ramón Llull, Somnis de Paper y United Minds. Para participar en el proyecto Sentim Les Llibreries tan solo se requería una inscripción previa a una web donde elegir una librería cercana a la que acudir después para elegir un libro para su amigo invisible y dejarlo pagado y reservado. Unas semanas después, todos los participantes recogerían sus lecturas sorpresa.

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La escritora María Bastarós (Zaragoza, 1987) fue la ideóloga de Sentim Les Libreries en pleno confinamiento. Durante el encierro, en un grupo de WhatsApp de escritores y libreros de Valencia se comenzó a teclear acerca del destino de las librerías. "Hablamos sobre la posible ruina que amenazaba al sector, del auge de Amazon como canal para la compra de libros y de la distorsión en la figura del librero como prescriptor cualificado frente a la inmediatez online. Había que salir adelante con alguna iniciativa de apoyo a las librerías. Iniciamos una lluvia de ideas y recordé que todas las Navidades celebraba un amigo invisible con mis colegas de Zaragoza en el que solo se podía regalar ejemplares comprados en librerías de barrio".

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Aquella chispa original desembocó en una estrategia organizada por Luci Romero, entonces responsable de la librería Bartleby, la poeta Paola Muñoz, la ilustradora Sara Luz y la propia Bastarós, para alumbrar un proyecto a gran escala. Tras muchas horas de esfuerzo, noches en vela y sin ninguna financiación, el resultado fue la participación de más de 200 personas en la edición inaugural de 2020, justo en el momento en que el Gobierno de España daba por concluido el estado de alarma y comenzábamos la nueva normalidad. "De mayores perdemos el espíritu del juego que caracteriza la niñez, y este proyecto triunfó por ese ingrediente de sorpresa e ilusión que hizo partícipes de un gran juego literario a un buen número de adultos", explica la escritora.

En el formulario de participación, cada jugador incluía sus gustos literarios para que su amigo invisible tuviera un rastro acerca de su identidad lectora. "Hubo mucha gente que añadió una carta o dedicatoria al beneficiario del libro regalado. Yo destaqué mi gusto por la literatura norteamericana, y al recoger mi regalo el comprador había incluido una postal del Gran Cañón del Colorado y una carta sobre sus viajes por los Estados Unidos. Pasan cosas bonitas en Sentim les Llibreries", recalca Bastarós, "queda ahí ese deseo de conocer a tu amigo invisible, esa magia de conectar con un desconocido que, por supuesto, no facilitamos de ningún modo para cumplir la Ley de Protección de Datos".

El apoyo de FULL (Fundació pel Llibre i la Lectura), un patronato formado por las asociaciones profesionales de editores, ilustradores y bibliotecarios, además de otras entidades culturales como Escola Valenciana, Sambori y Espai Joan Fuster resultó fundamental para financiar Sentir Les Llibreries y expandir el juego por negocios de todo el territorio. "Cuando lo lanzamos tuve dudas sobre la capacidad de movilización, ya que no contábamos con una agencia de comunicación ni con un plan profesional de márquetin para llegar a mucha gente, pero sabía que la iniciativa podía tener éxito y seguir adelante, año tras año, con apoyo institucional, ya que encaja con el objetivo de fomentar la lectura. Ahora, el proyecto lo dirige de forma magnífica Xus Bernabéu, apoyada por la periodista Irene Herreras, el programador Alejandro Fernández y la animadora Laura Cuello. Yo simplemente asesoro a la hora de elegir a las ilustradoras del cartel anual", incide María. Entre las ilustradoras que han realizado el cartel del evento aparecen Sara Luz, Alba Casanova, Inma Carpena, Andrea Oliva y África Pitarch.

En 2021, ya con el sostén institucional, Sentim Les Llibreries se expandió más allá de la capital del Turia. En su edición de 2023, se inscribieron 85 librerías de toda la Comunidad Valenciana y por ellas pasaron más de 4.000 personas para adquirir un libro pensado para su amigo invisible.