Es noticia
El Bellas Artes de Valencia busca ser (de verdad) la segunda pinacoteca de España
  1. España
  2. Comunidad Valenciana
cultura

El Bellas Artes de Valencia busca ser (de verdad) la segunda pinacoteca de España

En el centro de la nueva apuesta cultural de la Generalitat Valenciana (la única gran institución con incremento de presupuesto), el museo busca su sitio

Foto: Museo de Bellas Artes de Valencia. (Cedida)
Museo de Bellas Artes de Valencia. (Cedida)

Al Museo de Bellas Artes, frente a frente con la Valencia entre murallas, le acompaña desde hace décadas el latiguillo de segunda pinacoteca de España. Un título oficioso que lejos de servir para reforzar su posición, ha sido la fórmula para mostrar un lamento: con el potencial que tiene y sin embargo… La amplitud de sus fondos artísticos y su propio rol histórico en la ciudad quedaron aguados por un desdén perpetuado: presupuestos escasos, limbo administrativo y handicaps como el de su propia ubicación: de un privilegio (enmarcado entre el Jardín del Turia y los Jardines de Viveros) a un corsé (acceso ante una vía rápida repleta de coches y dificultad de crecimiento).

Eso explica, en parte, los cambios continuados en la dirección. Hasta verano de 2020, cuando con la llegada de Pablo González Tornel la gestión del museo ha alcanzado estabilidad. En los últimos meses, también ha entrado en una nueva fase: es la gran apuesta para la vicepresidencia de la Generalitat Valenciana, en manos de Vicente Barrera (Vox) y de quien pende Cultura: a pesar de la rebaja generalizada en los presupuestos (el IVAM, un 10% menos), el Bellas Artes es quien mejor parado sale: de 7,2 millones en 2023 pasa a 8,3 para 2024.

Son algunas pistas que sitúan al museo ante un momento de oportunidad, frente al cual su director González Tornel tira de pragmatismo. Primero, asumiendo la realidad: el Bellas Artes ya no parte como segunda pinacoteca de España. "Tiene una de las colecciones estables con una consistencia mayor en España después de la del Museo del Prado", comenta. "De Joan Reixach a Goya y de El Bosco a Sorolla los fondos resultan de una riqueza apabullante. Sin embargo, esto no quiere decir que la de Valencia sea la segunda pinacoteca de España, pues el tradicional abandono de la institución ha generado como consecuencia que otras mejor atendidas crezcan mientras el Bellas Artes se estancaba".

Foto: Presuntos Implicados en el estudio, en 1987. (Cedida)

Partiendo de ese retraso, Tornel cree, en cambio, que el museo puede "convertirse en la institución cultural de referencia de la Comunidad Valenciana y una de las principales de Europa" siempre y cuando el continente "esté a la altura" de la colección, a partir de tres líneas de mejora: "presupuesto, personal y estructura arquitectónica".

El aumento presupuestario es, para González Tornel, "un paso importante", aunque "solo un primer paso en el camino hacia la equipación de esta pinacoteca con otras instituciones de su entorno más directo". Sitúa en quince millones -"el doble que su presupuesto actual"- la dotación necesaria para "alcanzar una financiación similar a otras instituciones museísticas con una colección y superficie comparable".

Fundado tras las desamortizaciones de los años treinta del siglo XIX, el museo es el principal custodio del patrimonio cultural valenciano desde la Edad Media. Cuenta con cerca de cuatro mil pinturas de caballete y un fondo abundante en dibujos y grabados. En estos últimos años ha ido adquiriendo nuevas obras, como el Retrato de lsabel Bru de Joaquín Sorolla, la Libélula de Mariano Fortuny o la incorporación de la totalidad de la colección de la familia Lladró.

Foto: Imagen de archivo de varios de los grabados que componen la serie 'Los Caprichos' de Goya. (EFE)

Preguntado por la hoja de ruta que debe definir a la institución, su director lanza los siguientes propósitos: "El Bellas Artes no es un museo local, sino una institución capaz de narrar la historia del arte occidental desde la Edad Media hasta el siglo XX. (…) Las adquisiciones presentes y futuras se orientarán, a veces, a reforzar alguno de los autores relevantes en el Museo, como Joan de Joanes o Joaquín Sorolla, ya presentes de manera abundante en la colección. No obstante, la excelencia no es acumulativa y cuantitativa, sino cualitativa. Por lo tanto, en la mayoría de las ocasiones, el futuro crecimiento de la colección debe centrarse en la adquisición de obras maestras que ayuden a subsanar las carencias en esa narración sobre la historia del arte en Valencia, en España y en Europa, haciendo especial hincapié en el mundo mediterráneo, que configura la personalidad de este Museo. La inclusión de nombres como Allori, Zurbarán, Rubens, Romero de Torres o Blanchard en el discurso del Museo es un objetivo ineludible".

Foto: 'En Voyage', Goya. (Ministerio de Cultura)

En este ciclo reciente, uno de los avances visibles ha sido la mayor colaboración con instituciones españolas como el Thyssen, el Prado o la Fundación Maria Cristina Masaveu Peterson. "Todo esto hacía mucho que no sucedía", saca pecho Tornel, recordando también como en 2023 los visitantes han superado la cifra de 200.000, el mayor registro desde su fundación, y que ha coincidido con su exposición dedicada a Sorolla a partir de medio centenar de piezas de la Colección Masaveu (también con uno de los mejores años turísticos en la ciudad).

Foto: La exdirectora del Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) . (EFE)

Sobre la relación con sus homólogos españoles y la descentralización artística -debate reabierto a partir de la llegada a Cultura de Ernest Urtasun- González Tornel aclara que el de la descentralización "es un principio constitucional, y esta competencia es una de las transferidas por ley a las comunidades autónomas. No obstante, se ha realizado de manera superficial y sin abordar verdaderas transferencias de bienes culturales secularmente concentrados en instituciones de ámbito estatal. Son las propias instituciones culturales como el Museo del Prado las que han abordado la dispersión de su colección, y así lo han hecho programas como el Prado Disperso o, ahora, el Prado Extendido. Creo firmemente, y así lo demuestra la participación activa del Museo de Bellas Artes de Valencia en ambos programas, que este es el camino correcto. Un camino gestionado por los técnicos especializados que trabajamos en las instituciones museísticas y que, además, permitirá vertebrar España en el ámbito de la cultura".

De cómo pueda consolidarse la tendencia favorable hacia el Bellas Artes, en su nuevo ciclo, dependerá que aquello de la segunda pinacoteca de España sea algo más que un lance retórico.

Al Museo de Bellas Artes, frente a frente con la Valencia entre murallas, le acompaña desde hace décadas el latiguillo de segunda pinacoteca de España. Un título oficioso que lejos de servir para reforzar su posición, ha sido la fórmula para mostrar un lamento: con el potencial que tiene y sin embargo… La amplitud de sus fondos artísticos y su propio rol histórico en la ciudad quedaron aguados por un desdén perpetuado: presupuestos escasos, limbo administrativo y handicaps como el de su propia ubicación: de un privilegio (enmarcado entre el Jardín del Turia y los Jardines de Viveros) a un corsé (acceso ante una vía rápida repleta de coches y dificultad de crecimiento).

Noticias de Comunidad Valenciana
El redactor recomienda