Carlos Mazón cierra un Consell paritario y Vox aprieta para rebañar más competencias

Vox ha pegado un apretón de última hora en la negociación de la letra pequeña del Gobierno de coalición con el Partido Popular en la Comunidad Valenciana. Los de Santiago Abascal quieren que las tres conselleries que se les adjudica en el acuerdo (Agricultura, Justicia y Cultura, esta última con rango de vicepresidencia) pasen a estar bajo su control sin estar mutiladas en sus competencias, tal como han deslizado los populares desde que se firmó el documento que garantizó a Carlos Mazón la presidencia de la Generalitat. Desde entonces, aunque no estaba explicitado en el acuerdo, se ha dado por descontado en ámbitos del PP que medio ambiente y agua estarían desgajadas de Agricultura, que el vicepresidente de Cultura, Vicente Barrera, no tendría competencias sobre las políticas de Patrimonio Histórico, la Biblioteca Valenciana o el libro y que la relación con los funcionarios se escindiría de Justicia para terminar en Hacienda, en manos de los populares.

Sin embargo, este martes, el cabeza de lista de Vox al Congreso por Valencia, Carlos Flores, lanzaba una advertencia reveladora del pulso soterrado por las competencias que se ha estado produciendo en los últimos días. En una comparecencia ante los medios de comunicación previa a un acto electoral y sin pregunta previa, el candidato ultraconservador avisaba: "Lo que deseamos es que el reparto de tareas, el reparto de responsabilidades en ese Gobierno, sea un reparto con los términos que firmamos ahora hace un mes. Si Vox va a asumir responsabilidades en materia de Cultura, en materia de Agricultura y de Justicia y Administraciones Públicas, que lo haga en la integridad de lo que cualquier ciudadano mínimamente formado entiende que es la Agricultura, la Justicia o la Cultura. Un reparto equilibrado entre dos socios leales. Yo creo que no puede ser de otra manera y así lo esperamos mañana", afirmó tras señalar que "algunos estarán más pendientes de los nombres. Vox está más pendiente de la distribución de competencias".

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En las palabras de Flores, ya venían muchas pistas. En el caso de la Conselleria de Justicia, el pacto de gobierno habla de Justicia, Gobernación e Interior. La alusión a "Administración Pública" apunta a las competencias en la relación con los funcionarios (Función Pública). Es un área sensible que el PP quería reservarse para no encontrarse sorpresas o incendios fuera de su control. Parte de los objetivos de Vox ya se habrían cumplido, según ha podido saber El Confidencial. A la espera de conocer la distribución completa de competencias, el equipo de Vicente Barrera ha comunicado al de la consellera saliente de Educación y Cultura, Raquel Tamarit, que el extorero asumirá íntegramente las competencias de Cultura, incluyendo la Dirección General de Patrimonio, de la que depende el Museo de Bellas Artes de Valencia, la restauración y conservación de edificios y bienes culturales, la Biblioteca Valenciana y la política del libro. Esto se añadiría a lo que se daba por hecho que acabaría bajo el paraguas de Barrera, el Institut Valencià de Cultura, el IVAM o el Palau de les Artes, que los populares se habían planteado también llevar directamente a Presidencia ante las dudas de los planes de Vox.

El presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, anuncia este miércoles por la mañana la composición de su Gobierno de coalición. El nuevo Consell tendrá 10 carteras, incluida la Presidencia, y cuatro o cinco conselleras serán mujeres, según señalan fuentes del Partido Popular. No se admite oficialmente, pero la búsqueda de la paridad tiene como objetivo contrarrestar las polémicas de las últimas semanas por el acuerdo con los ultraconservadores, negacionistas de la violencia de género. En esa misma clave, Mazón anunció la semana pasada en su discurso de investidura que las políticas de igualdad tendrán rango de vicepresidencia, en una conselleria que agrupará las políticas sociales y que ocupará una mujer vinculada al Partido Popular. Los nombres que se barajan, sin confirmación, son el de la secretaria de Estado de Asuntos Sociales con Mariano Rajoy, Susana Camarero, o el de la diputada autonómica Elena Bastidas.

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Esa área tendrá rango de vicepresidencia segunda. Sobre el papel, estará por debajo de la primera de Vicente Barrera, el teórico hombre fuerte de Vox. Pero en la práctica la consellera del PP tendrá mucho más peso real. Hasta ahora, la cartera la ocupaba Aitana Mas (Compromís) y estaba dotada con más de 2.300 millones de euros, pero podría sumar, además, el área de cooperación al desarrollo y vivienda, gestionada por Unidas Podemos en el Consell del Botànic. De hecho, los exconsellers morados Héctor Illueca y Rosa Pérez, o sus subsecretarios en representación, han sido citados el jueves para el traspaso de carteras en la vicepresidencia.

Nuria Montes en Industria

El PP se ha reservado las carteras de mayor peso económico, tanto en lo presupuestario como en la relación con los sectores productivos. La ex portavoz de Ciudadanos y ahora diputada independiente el PP, Ruth Merino, podría escalar a consellera de Hacienda, aunque también se especula para este puesto con el catedrático de la Universidad Miguel Hernández de Elche y director de la agencia tributaria de la Diputación de Alicante, José Antonio Belso. Se da por seguro que la actual secretaria general de la patronal hotelera Hosbec, Nuria Montes, será la responsable de una nueva Conselleria de Industria, Turismo e Innovación, que sumará competencias de los actuales departamentos de Innovación y Economía y tendrá sede en Alicante. De estos dos, se desgajarán Universidades y todas las políticas de empleo (Laboral), que se integrarán en Educación. La de Montes es una apuesta personal de Mazón que es vista con cierto recelo por otros sectores económicos y por subsectores del propio sector turístico, como el de los alojamientos turísticos, enfrentado con los hoteleros.

A la espera de lo que ocurra con medio ambiente y agua, si finalmente salen de la órbita de Vox en Agricultura, Territorio o Infraestructuras es otra de las áreas que podrían estar dirigidas por una mujer. Se baraja el nombre de la concejala de Castellón, Salomé Pradas. Para Sanidad, la conselleria con más presupuestos, se barajan los nombres de Marciano Gómez, que ya fue hombre fuerte del departamento en la etapa de Eduardo Zaplana, y Francisco Ponce, ex director general del Servicio Murciano de Salud.

Por el lado de Vox, los nombres que se barajan, además del de Barrera, son el del diputado autonómico José Luis Aguirre en Agricultura y la abogada Belén Gil, hija del presidente provincial de Vox, Ignacio Gil Lázaro, en Justicia.