Mazón prepara una 'megaconselleria' de Territorio tras quitar las competencias de medio ambiente y agua a Vox

El barón popular y futuro presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, baraja fusionar en una megaconselleria de Territorio las competencias desgajadas de Agricultura en virtud del acuerdo político con Vox. El pacto para garantizar la investidura contempla la cesión a los ultraconservadores del área de las políticas del campo, pero sin las competencias relativas al medio ambiente, el agua o la transición energética. En la práctica, esto supondrá partir en dos la consejería entregada a los de Santiago Abascal para dejarla en lo que ahora gestiona una secretaría autonómica con tres direcciones generales, la de Agricultura y Desarrollo Rural, de la que dependen también la relación con la ganadería y la pesca y el desarrollo de la política agraria común. La derecha radical también gestionará Justicia, Gobernación e Interior y Cultura, esta última a través de la vicepresidencia primera del torero Vicente Barrera.

Según señalan fuentes conocedoras de las conversaciones, Vox está trabajando ahora en buscar cuadros con los que cubrir las áreas políticas de los distintos departamentos. El nombre del diputado José Luis Aguirre es el que más suena para dirigir la cartera de Agricultura. Se apunta a la posible incorporación como directores generales de personas vinculadas a la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA), a Asaja o la Federación de Caza de la Comunidad Valenciana, cuya presidenta, Lorena Martínez, suena para una dirección general específica sobre asuntos cinegéticos.

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De los actuales 617 millones de euros de presupuesto de la Conselleria de Agricultura, que dirige todavía en funciones Isaura Navarro (Compromís), Vox se quedará probablemente con poco más de la mitad cuando se ejecute el reparto de competencias pactado con el Partido Popular. Carlos Mazón ha reservado para su formación el control sobre medio ambiente, evaluación ambiental, agua, cambio climático y transición ecológica, adscritas a la segunda secretaría autonómica del actual departamento, la de Emergencia Climática y Transición Ecológica. Son las áreas más sensibles políticamente por el quebradero de cabeza que pueden dar al PP si Vox, negacionista del cambio climático, se empeña en poner ahí el foco de sus batallas culturales. De hecho, el del cambio climático es un asunto al que ni siquiera se hace mención en el documento político del pacto con el PP.

En las cinco direcciones generales de esta segunda pata de la conselleria se gestionan los parques naturales, las políticas de formación ambiental y transición ecológica, el despliegue de fotovoltaicas de autoconsumo o los informes sobre el cumplimiento de la legislación ambiental de todo tipo de proyectos, por poner ejemplos.

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Mazón no prevé desvelar la estructura de su Gobierno ni los nombres de las personas que lo conformarán hasta que se haya consumado la investidura, probablemente a finales de la semana que viene o la siguiente semana, antes de las elecciones del 23 de julio. Pero fuentes del PP admiten que es lógico que las áreas desgajadas de Agricultura se integren en la Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad.

A estas habrá que sumar las competencias en Vivienda, que hasta el pasado 28 de mayo se integraban en una conselleria específica bajo la Vicepresidencia Segunda de Héctor Illueca (Podemos). Mazón ha asegurado en diversas ocasiones de manera pública que las políticas de vivienda dejarán de estar en una única consejería. El área, que ahora dispone de 400 millones de presupuesto, tiene todos los números para terminar también en Política Territorial.

Esto situaría la nueva conselleria resultante en el cuarto departamento por orden de capacidad presupuestaria de la Generalitat, con más de 1.000 millones al año de gasto, por detrás de Sanidad, Educación e Inclusión y Políticas Sociales, todas ellas gestionadas también por los populares.