Es noticia
Terra Mítica no levanta cabeza: el patito feo de los parques españoles
  1. España
  2. Comunidad Valenciana
4,3 millones de beneficios y 6 de pérdidas

Terra Mítica no levanta cabeza: el patito feo de los parques españoles

Atracciones abandonadas, apenas tres meses de apertura y una facturación muy lejana de los principales parques de ocio del país. Terra Mítica no levanta el vuelo

Foto: Imagen de archivo de turistas en una montaña rusa de Terra Mítica. (Reuters/Heino Kalis)
Imagen de archivo de turistas en una montaña rusa de Terra Mítica. (Reuters/Heino Kalis)

El año del descubrimiento, el año que todo lo pudo, el año donde España comenzó a ser España, también fue el año en el que se concibió Terra Mítica. 1992. Aunque su nacimiento quedaría para el verano del 2000, fue en el 92 cuando los pinos de Serra Cortina, en Benidorm, ardían descontroladamente hasta acabar con una vasta superficie que incluía un paquete premium: los 10 millones de metros cuadrados que en 1996 sirvieron —expropiación mediante— para constituir la superficie de Terra Mítica.

Foto: Eray Comert celebra la victoria del Valencia ante el Real Madrid en la pasada jornada de Liga. (Reuters/Pablo Morano)

En la distancia entre las conspiraciones y las suposiciones, el incendio de la Cortina permaneció en el imaginario como la causa necesaria para una consecuencia: el aprovechamiento inmobiliario de un terreno que requería de su ausencia, de su inexistencia. Sobre las cenizas de los pinos, creció el Ave Fénix, la atracción estrella de Terra Mítica en sus primeros compases.

“Las obras quedan, las gentes se van”, escribe, parafraseando al divo del zaplanismo, Julio Iglesias, el periodista Francesc Arabí en su libro Ciudadano Zaplana (Ed.Akal). En su obra, el mejor retrato del expresidente valenciano, el parque temático de Benidorm se cita hasta en 38 ocasiones. No es casual porque su génesis, su desarrollo y su caída explican de manera casi paralela la trayectoria del político. “Si hay un icono que concentra todas las perversiones, irregularidades e ilegalidades que han desvalijado la Comunidad Valenciana, ese es el parque de ocio de Benidorm Terra Mítica”, escribe Arabí, que circunscribe su construcción al “estado de despedida de soltero permanente” en el que se vio instalada la comunidad en aquel ciclo.

placeholder Atracción de Terra Mítica. (Reuters/Heino Kalis)
Atracción de Terra Mítica. (Reuters/Heino Kalis)

La mitología dibuja al Fénix como el ave que se regenera a partir de las cenizas y, a pesar del furor de las llamas, logra renacer. Siempre un poco más, siempre una nueva vida. En un alarde de coherencia con su propia historia, el vuelo del Fénix invitaba a los primeros VIP de Terra Mítica a encaramarse a una altura de 54 metros. Y desde allí caer abruptamente. Un recorrido de 3 segundos, a 100 km/h. En las dos últimas décadas, el Fénix ha servido sobre todo para encarnar la caída del parque en los titulares de prensa.

El propio Zaplana pudo haber caído arrastrado por la aceleración de aquellas atracciones rutilantes. Las acusaciones sobre los enjuagues financieros y las facturas falsas han sobrevolado su cabeza pero, al igual que el ave que escapó de su prisión, salió indemne del fuego. Contribuyó a la tumba, sin embargo, de parte de las cajas valencianas como CAM y Bancaja. “El parque que iba a transformar un secarral a los pies de la Serra Cortina en una mina de oro, el complejo en el que se colgaron 400 millones de euros de gasto disfrazado de inversión”, escribe Arabí.

Foto: Detalle de 'Iidilio en el mar' de Joaquín Sorolla. (EFE)

Pero lejos de empinar su vuelo, el sueño mastodóntico de recrear las civilizaciones mediterráneas al calor de Benidorm ha terminado en patito feo de los parques españoles. Si —más allá de su propio sentido especulativo— la narrativa de Terra Mítica aspiraba a mirar de tú a tú a Port Aventura, y encaramarse como una de las zonas de ocio más importantes del país, el balance tras superar la pandemia resulta definitivo.

Lejos de convertirse en una palanca para la desestacionalización del turismo en la Costa Blanca, o de aupar el turismo familiar frente al perfil tipo de visitantes de Benidorm fuera del verano, el parque ha ido reduciendo su calendario de aperturas hasta limitarse a apenas tres meses y medio, de principios de junio a mitad de septiembre. Dos de sus cinco zonas —Iberia y Las Islas— solo abren en los meses de julio y agosto, convirtiendo de facto al parque en un complemento estival, muy lejos de sus aspiraciones.

Foto: La Pagoda de Valencia. (Alamy/Jeffrey Isaac Greenberg)

Sus posibles competidores, como Port Aventura o el Parque Warner, abren desde febrero a diciembre. La cuenta de resultados remarca las distancias. Si en 2021 Terra Mítica ingresaba 4,3 millones (con unas pérdidas de seis), los ingresos de Warner en el mismo año eran de 53 millones (ocho de beneficio) y de Port Aventura de 163 (con quince de beneficio).

La atracción que, tal que una bestia feroz en un parque zoológico abandonado, mejor expresa la deriva del parque es El rescate de Ulises, una de las atracciones de recorrido más punteras de Europa y que, con 18 millones de inversión para su estreno, recrea el viaje de Telémaco en busca de su padre Ulises. Barcas fluviales, una cincuentena de animatronics y un desarrollo tecnológico avanzado. Desde hace años, sin embargo, está sin uso después de que los animatronics fueran dejando de funcionar y de que ni el propio Ulises apareciera por el recorrido. Su montaña rusa está abandonada. El pufo y las calamidades financieras acabaron venciendo a la mitología.

El año del descubrimiento, el año que todo lo pudo, el año donde España comenzó a ser España, también fue el año en el que se concibió Terra Mítica. 1992. Aunque su nacimiento quedaría para el verano del 2000, fue en el 92 cuando los pinos de Serra Cortina, en Benidorm, ardían descontroladamente hasta acabar con una vasta superficie que incluía un paquete premium: los 10 millones de metros cuadrados que en 1996 sirvieron —expropiación mediante— para constituir la superficie de Terra Mítica.

Noticias de Comunidad Valenciana Parque de atracciones