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Abascal da un golpe con la renovación de listas en Valencia y pone a prueba la capacidad de Vox
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CAMBIOS EN CANDIDATURAS

Abascal da un golpe con la renovación de listas en Valencia y pone a prueba la capacidad de Vox

La confección de candidaturas municipales y el cambio en la dirección generan tensiones en ciudades como Gandía, Bétera o Alzira. El partido presentará listas en cien municipios

Foto: Santiago Abascal, con Ignacio Gil Lázaro e Iván Espinosa de los Monteros. (EFE/Rodrigo Jiménez)
Santiago Abascal, con Ignacio Gil Lázaro e Iván Espinosa de los Monteros. (EFE/Rodrigo Jiménez)

La dirección de Vox está acometiendo una importante renovación de candidaturas en la Comunidad Valenciana. Cuatro años después de su primera comparecencia electoral en la región, la formación de derecha populista afronta la prueba de madurez como organización con base territorial el próximo 28 de mayo, en las que será su segunda comparecencia en los comicios locales. En la región valenciana, donde la urna municipal compartirá mesa en los colegios con la de las autonómicas, la cercanía de las elecciones ha coincidido con cambios de calado en la organización que están teniendo correlación en la configuración de listas, no sin tensiones en algunas poblaciones importantes, como Gandía, Bétera o Alzira.

En la provincia de Valencia se produjo el pasado mes de febrero la sustitución de José María Llanos en la presidencia del partido por Ignacio Gil Lázaro, vicepresidente cuarto del Congreso de los Diputados y la persona a la que Santiago Abascal ha encargado rearmar la organización para afrontar los procesos electorales. Gil Lázaro es un experimentado político de la derecha valenciana que estuvo en la fundación de Alianza Popular y ocupó puestos de relevancia en el PP, hasta que abandonó sus filas en 2016, tras saberse fuera del proyecto. Su siguiente paso fue ocupar el puesto de cabeza de lista de Vox por Valencia al Congreso en 2019.

Foto: El líder de Vox, Santiago Abascal, y el portavoz del partido, Iván Espinosa de los Monteros. (EFE/Chema Moya)

Al nuevo presidente provincial (Vox no tiene estructura autonómica) se le atribuye ascendente en la decisión de Abascal de apostar por una cara distinta a la de Llanos en la candidatura a la Generalitat, la del catedrático de Derecho Constitucional, Carlos Flores Juberías. Flores fue presentado como un cartel que elevaba el discurso y el perfil intelectual de Vox en la autonomía, aunque tras conocerse la sentencia de un año de prisión por violencia psíquica y vejaciones a su exmujer en 2002, no hay día que no se la recuerden los dirigentes de los partidos que componen el Consell del Botànic (PSPV-PSOE, Compromís y Unidad Podemos).

El resto de la candidatura autonómica apenas sufrirá cambios, con Ana Vega de número uno por Alicante y Llanos Massó por Castellón, pero el de Flores fue el primero de una serie de movimientos para renovar carteles y listas en un territorio en el que la formación derechista aspira a ser determinante, tanto en las tres capitales de provincia como en la Generalitat si la suma con el Partido Popular es suficiente para propiciar un cambio de Gobierno. La Comunidad Valenciana es uno de los territorios en los que Vox cree que tiene opciones de tocar poder, si bien fuentes cercanas a la dirección admiten que no hay nada decidido y que los dos bloques están muy ajustados.

En Valencia ciudad, Vox ha situado como alcaldable a otro catedrático, en este caso de Derecho Civil en la Universidad Jaume I de Castellón, Juan Manuel Badenas. En la lista repite en el segundo puesto el concejal y actual portavoz municipal José Gosálbez. No así Vicente Montañez, peleado con Gosálbez y con la dirección de Vox casi desde el primer momento. Ninguno de los dos ediles ha destacado por su labor de oposición. Montañez se ha despachado con Vox cuestionando públicamente la elección de Flores y señalando la influencia de la derecha religiosa en la formación de Abascal. Hizo de anfitrión y cicerone de Macarena Olona en una visita a Valencia con motivo de las Fallas que se acaban de celebrar.

Foto: Santiago Abascal, en el acto central en Valencia de las generales y autonómicas de abril de 2019. (EFE)

No ha sido el único relevo que se ha saldado con incendio interno. En la comarca de la Safor, a la renuncia de la coordinadora de zona, Sonia Sánchez, ha seguido la salida del coordinador de Gandía, Francisco Ferrando, y otros dirigentes en Guardamar o Barx, excluidos de las listas. El detonante ha sido la elección del abogado Manuel Millet como candidato en Gandía. Millet fue expulsado de partido en 2021 y llegó a promover una formación alternativa. Ahora vuelve de la mano de Gil Lázaro. En Alzira, la próxima proclamación de Ricardo Belda, vocal del comité ejecutivo, augura tormenta interna por los sectores críticos, antes afines a Llanos.

Los críticos sostienen que la dirección, donde señalan al secretario provincial, José Pedro, y al vicesecretario de organización, Fran Egea, no ha respetado el trabajo de los últimos cuatro años y está apostando por personas cercanas a Gil Lázaro, de las que cuestionan su ideario y su compromiso con el proyecto. Ven en su nombramiento un criterio basado en "amiguismo" y han remitido informes a Madrid, que, sin embargo, está dando manos libres a la nueva dirección. "Los que estamos en Vox sabemos que es un partido vertical y es así. El problema no es realmente ese, sino los candidatos elegidos. En Gandía nos hubiéramos echado un paso al lado y a trabajar como campeones si se hubiera elegido gente para sumar", señalan. "Gil Lázaro se está fiando de personas que no debería y está haciendo un destrozo en la provincia que se va a ver en las urnas", añaden.

Foto: Carlos Flores, en una intervención en comisión en las Cortes Valencianas.

La versión es distinta desde la nueva dirección. Según explican, los cambios eran necesarios donde se han producido para mejorar las perspectivas electorales. Se apunta a que los críticos son en muchos casos personas situadas por José María Llanos que se resisten a aceptar la renovación de caras. "Se han confirmado casi todas las listas, con muchos candidatos que son los mismos que hace cuatro años. Lo único que se han hecho son algunas operaciones especiales en Torrente, Alzira y Gandía", señalan en referencia a estas ciudades medias de la provincia de Valencia que cuentan una suma importante de población.

Incendios en Alicante

En la provincia de Alicante también ha habido incendios. El pasado otoño se produjo una cascada de dimisiones de coordinadores locales en comarcas consideradas feudo de Vox, como la Vega Baja, con críticas a la presidenta provincial y portavoz en las Cortes Valencianas, Ana Vega. Para evitar suspicacias internas, Vox ha optado por situar de alcaldable para el Ayuntamiento de Alicante a Carmen Robledillo, y bajar al segundo puesto a Mario Ortolá, marido de Vega.

Vox apenas cosechó en 2019 el 3,55% de los votos en la suma de elecciones locales en la Comunidad Valenciana, muy lejos del 10,44% (y diez escaños) que obtuvo en las autonómicas celebradas junto a las generales en abril, un mes antes, y del 18,60% que llegó a apuntarse el mismo territorio en la repetición de las generales de noviembre del mismo año. La secuencia revela, por tanto, que el partido exprime sus mejores resultados en los comicios nacionales, pero que sufre más en los procesos territoriales, especialmente en las municipales, como consecuencia de sus estructurales más débiles, cuando no, directamente, por la ausencia de candidaturas y el menor compromiso de sus votantes.

Así fue hace cuatro años, cuando Vox obtuvo apenas 48 concejales a través del puñado de listas que presentó entre los más de 540 ayuntamientos valencianos. La intención actual en la provincia de Valencia es presentar un centenar de candidaturas, menos de la mitad de los municipios que hay, pero cubrir entre el 80 y el 90% de la población. Habrá que ver si ese vacío en muchos municipios no lastra también el resultado en las autonómicas. Si Vox no logra mejorar sus números de 2019 (diez diputados) en la urna de las Cortes Valencianas, el PP tendría que obtener más escaños de la suma completa de los de Ciudadanos para tener alguna opción de rebasar a la mayoría del Botànic.

La dirección de Vox está acometiendo una importante renovación de candidaturas en la Comunidad Valenciana. Cuatro años después de su primera comparecencia electoral en la región, la formación de derecha populista afronta la prueba de madurez como organización con base territorial el próximo 28 de mayo, en las que será su segunda comparecencia en los comicios locales. En la región valenciana, donde la urna municipal compartirá mesa en los colegios con la de las autonómicas, la cercanía de las elecciones ha coincidido con cambios de calado en la organización que están teniendo correlación en la configuración de listas, no sin tensiones en algunas poblaciones importantes, como Gandía, Bétera o Alzira.

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