Estancias más largas para huir del frío: la diáspora de los nómadas digitales llega a Benidorm

La inflación, la crisis energética y la incertidumbre geopolítica están provocando que, con la llegada del invierno, muchos trabajadores opten por países más cálidos que permitan un menor consumo de electricidad y viviendas con precios más asequibles. Al menos aquellos que llevan la oficina en un dispositivo móvil, que pueden teletrabajar y para los que la presencialidad no es un requisito indispensable. Ciudades como Benidorm reciben desde hace tiempo a estos nómadas digitales con los brazos abiertos, pero de cara a este invierno las consultas sobre la ciudad como lugar para asentarse se han multiplicado y las estancias se han alargado.

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Benidorm ofrece un clima cálido y estable durante todo el año y, por lo tanto, costes energéticos moderados, los alquileres no están disparados como en grandes ciudades, tiene amplias zonas con wifi gratuito como las playas, dispone de lugares de coworking, la oferta gastronómica es muy variada y con un amplio rango de precios, la ciudad es llana y es fácil llegar andando a cualquier punto y las posibilidades de ocio y oferta complementaria son de sobra conocidas.

Con estos mimbres, la ciudad se ha convertido en un destino muy atractivo para nómadas digitales. La página de Facebook Digital Nomads in Benidorm, creada por la Fundación Visit Benidorm para que la comunidad pudiera establecer vínculos, tiene más de 320 miembros de diversas procedencias.

Teletrabajadores nórdicos alargan la estancia

Nathalie Rosemberg, gerente de una agencia inmobiliaria de Benidorm especializada en apartamentos adaptados para teletrabajadores y nómadas digitales, explica a El Confidencial que su sector está detectando, de cara a este invierno, un mayor interés de la clientela de este perfil. Principalmente clientes de Bélgica, Holanda, Reino Unido y países del norte de Europa que buscan ahorrar costes energéticos, alquileres más asequibles y la posibilidad de tener temperaturas que permitan ir a la playa casi todo el año.

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Son varios los casos de clientes que han decidido a última hora alargar sus estancias en Benidorm. “Iban a estar un mes, pero ahora nos han renovado contratos para quedarse uno o dos meses más y pasar aquí todo el invierno”, indica.

Rosemberg relata la experiencia de uno de sus clientes de procedencia holandesa. “Nos contaba que en estas fechas en las casas de su país el recibo normal de los costes energéticos es de 500 euros al mes, cuando por este precio puede estar en Benidorm toda la estancia, con internet incluido, viendo el mar y pudiendo hacer actividades extra”. Además, muchos de estos trabajadores del norte de Europa tienen cubiertos este tipo de gastos por sus empresas a modo de incentivos.

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Los nórdicos son los principales clientes que están alargando estancias, pero no son los únicos, también personas procedentes de países iberoamericanos como Perú o Paraguay pero que trabajan para empresas del norte de Europa han decidido pasar el invierno aquí.

Benidorm, cheap and chic

Regina Malcotti es una comunity manager y creadora de contenido de 25 años procedente del norte de Italia. Lleva tres años residiendo en Benidorm, ciudad de la que dice “estar enamorada”, y sus clientes proceden de distintas ciudades españolas, pero también italianas y de países como Japón.

Adora trabajar frente al mar y aunque conoce los lugares de coworking que ofrece la ciudad, no los utiliza porque prefiere llevarse su portátil a lugares inspiradores como primera línea de playa. Ella y su amiga Melissa, francesa de 30 años que trabaja para una compañía de París y también es nómada digital, suelen quedar en una cafetería de la playa de Poniente para teletrabajar juntas siempre que su agenda de viajes lo permite.

Regina es de Trentino Alto Adigio, “una región muy bonita, pero con un clima bastante frio”, por lo que asentar su base de operaciones en Benidorm le ha permitido ahorrar costes y obtener una mayor calidad de vida. “El coste de la vida en Italia es altísimo, tanto que muchas familias ahora no pueden permitirse poner la calefacción y es muy triste. Yo esto en Benidorm no lo vivo porque tenemos un invierno cálido y podemos ahorrar”, relata.

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Aunque afirma haber notado un cierto incremento en el precio de los alquileres, aún considera Benidorm una ciudad económica donde “con unas vistas increíbles los alquileres siguen siendo asequibles y puedo comerme un menú del día por 15 euros”. Otra de las ventajas es la orografía de la ciudad. “No hace falta tener coche para venir a vivir una temporada aquí porque todo está cerca y los servicios están muy bien conectados”, añade. La seguridad en sus calles es la tercera razón para no pensar en mudarse.

Oferta inmobiliaria adaptada

El Grupo Inmobiliario TM también ha venido detectando un creciente interés por el teletrabajo por parte de sus clientes en los últimos años, sobre todo a raíz de la pandemia. De hecho, desde 2022, el 70% de las viviendas que la compañía ha puesto a la venta disponen de dos o más dormitorios y cuentan con las condiciones de conectividad necesarias para convertir uno de ellos en un despacho.

La empresa ofrece a los compradores que adquieren sus paquetes de mobiliario la posibilidad de cambiar gratuitamente el de un dormitorio por el de un despacho. El número de clientes que optaron por esta solución en los dos últimos años “ha crecido un 600% si lo comparamos con nuestros datos acumulados de 2016 al 2020”, explican desde la firma.

Para la patronal del alojamiento turístico de la Comunidad Valenciana, APTUR, el porcentaje de nómadas digitales que recurre a ellos es “interesante”, pero aún “pequeño”. Lo que si vienen apreciando desde finales de octubre es un incremento de los “viajes de reconocimiento” para buscar alternativas donde pasar el invierno.

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“Hemos detectado mucha gente del centro y norte de Europa que ha venido a Benidorm fuera de fechas, una semana de vacaciones, como haciendo una búsqueda para ver si el sitio les gusta y volver en el caso de que el invierno sea muy frio en sus países y suponga mucho gasto de calefacción”, apunta el presidente de APTUR, Miguel Ángel Sotillos. Sólo falta que esos viajes se terminen convirtiendo en estancias.

Nómadas digitales para desestacionalizar

El perfil medio del nómada digital de Benidorm es el de un trabajador de entre 25 y 35 años y que llega solo. El 90% es extranjero y se dedica a sectores como el marketing, la informática, empresas de finanzas o agentes de prospección de mercados que analizan el funcionamiento de los destinos.

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En Visit Benidorm lo saben y buscan potenciar ese perfil de visitante que pasa largas estancias en temporada baja. Antonio Sánchez, responsable de promoción en este segmento, cita “la vida social y el afterwork” como principales atractivos y explica que la entidad ha creado grupos en redes sociales para que estos nómadas digitales se conozcan e interactúen. También han elaborado listados de bares y cafeterías adaptados a su tipo de trabajo. “Es un perfil ideal para desestacionalizar el destino porque prefiere viajar fuera de temporada”, concluye.