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Alicante espera un invierno de 'guiris' huyendo del frío (y del precio de la calefacción)
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Alicante espera un invierno de 'guiris' huyendo del frío (y del precio de la calefacción)

Los propietarios y gestores de apartamentos se enfrentan a la paradoja de salvar la temporada de invierno por la llegada del denominado turismo ‘térmico’

Foto: Apartamentos turísticos en la playa de Poniente. (Ayuntamiento de Benidorm)
Apartamentos turísticos en la playa de Poniente. (Ayuntamiento de Benidorm)

La recuperación vuelve a estar en el aire y nunca mejor dicho. La vivienda turística alicantina ha vivido un verano con buenas cifras de ocupación y ahora se enfrenta a la temporada invernal con muchas incógnitas. Una de las más llamativas es fruto de una paradoja, pues se trata del comportamiento del denominado “turismo térmico”; el que viene huyendo de las temperaturas gélidas del norte de Europa.

Hacer frente al famosos 'Winter is coming' de Juegos de Tronos tiene una especial relevancia en la provincia de Alicante, pues alberga en la actualidad 60.015 viviendas turísticas, cerca del 60% de las que hay en la Comunidad Valenciana. La pandemia, lejos de ser un elemento supresor, se ha convertido en un incentivo —hay 8.271 más que en enero de 2019— para dar de alta este tipo de alojamientos.

Foto: Numerosos turistas disfrutan de la playa de Maspalomas. (EFE/Elvira Urquijo A.)

Que los empresarios alicantinos miren hacia la fría Europa no es una novedad. El Gobierno de Canarias ya ha lanzado una campaña para captar este posible nicho de turistas. Lo que ocurre es que una circunstancia meteorológica natural se ha transformado en un componente cruel, porque significa estar muy pendientes de los problemas energéticos de otros. El presidente de APTUR Comunidad Valenciana —ayer elegido responsable de la Federación Nacional— Miguel Ángel Sotillos explica que “si atendemos a las informaciones diarias no es extraño que llegue el caso de que a la gente le resulte más barato venir que encender la estufa de su casa”.

Sotillos lamenta que se produzca esta circunstancia, aunque recuerda que la Comunidad Valenciana y la provincia de Alicante son destinos habituales para el viajero europeo. “Sigue habiendo mucha volatilidad. Las reservas se hacen con menos antelación. La situación se estabilizará cuando entre el frío y venga el turismo térmico. Normalmente vienen de Reino Unido y de lo que conocemos como Benelux; pero veremos qué ocurre con el resto de Europa”.

Foto: La sede del BCE en Frankfurt, Alemania. (Getty/Thomas Lohnes)

De manera directa, también intervendrá en esta ecuación la subida de precios de las compañías aéreas. El presidente de la Asociación de Apartamentos y Viviendas de uso turístico de la Comunidad Valenciana (Aptur CV) señala que el turista que viene a la provincia alicantina está acostumbrado a billetes baratos y cifra en una horquilla de 50 a 80 euros los mismos. Sin embargo, esta circunstancia ya no se da por el aumento del combustible.

Si seguimos este hilo, llegamos hasta otro de los obstáculos a salvar por parte del sector: los precios de los alquileres. Para los empresarios, se está al límite dentro de la competitividad. Daniel Elman, propietario de MyFlats y presidente de la Asociación de Bloques y Apartamentos Turísticos de Alicante (Abatur Alicante), subraya el aumento de los precios de la energía y de los salarios para los que estima subidas del 200% y 5%, respectivamente.

Un verano parecido, pero no igual a 2019

Desde ahora hasta la primavera de 2023, los empresarios vivirán una nueva prueba de fuego. Los agentes señalan que el verano ha sido muy positivo y que se han recuperado los niveles de ocupación con la vuelta del mercado internacional. Daniel Elman, quien gestiona alrededor de 200 apartamentos en la ciudad de Alicante, comenta que, en MyFlats la ocupación fue magnífica. “En septiembre, alcanzamos el 97% y, para octubre, estamos al 92%. El problema vendrá a partir de noviembre”.

Para poder ver la radiografía, hay que fijarse en los datos que Turismo de la Generalitat Valenciana acaba de publicar sobre alojamientos extra hoteleros respecto a agosto de 2022. El informe refleja que el número de viajeros totales creció un 12,4% y el de pernoctaciones un 7,7% en la Comunidad. El emisor británico aumentó un 310,6% las pernoctaciones, el francés un 34,4%. El madrileño siguió siendo el primer emisor y ha decrecido un 15,5%; el emisor valenciano un 32,4%. Sin embargo, en el acumulado del año, el número de plazas ofrecidas fue un 2,4% inferior a agosto de 2021. La media de ocupación hasta la fecha se ha quedado en el 52,4%.

placeholder Apartamentos en primera línea de playa en Dénia. (EFE/Juan Carlos Cárdenas)
Apartamentos en primera línea de playa en Dénia. (EFE/Juan Carlos Cárdenas)

No obstante, el dato que explica que los empresarios miren hacia el mercado internacional se ve claramente cuando se observan las nacionalidades de los visitantes. Para la Comunidad Valenciana y especialmente para la provincia de Alicante, fuera de los meses de julio y agosto, este 2022 se está salvando por los turistas ingleses y franceses. En mayo, de cada 10 turistas que se alojaban en vivienda siete fueron extranjeros frente a los tres españoles. En junio, fue de 6 a 4.

El secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, valora la temporada estival para este subsector dentro del alojamiento como positivo, pues “estamos ante un panorama dinámico, donde se ha visto la fidelidad de la demanda”. Aunque advierte de que “más allá de las estadísticas, sería erróneo compararnos con 2019, porque la geopolítica ha cambiado mucho y es importante no confundir rentabilidad con ocupación”.

Acciones y propuestas sin tocar precios

Sus palabras están en línea con el sector. A todos les preocupan los problemas derivados de la inflación y la subida energética. Daniel Elman describe con detalle el panorama al que se enfrentan los gestores de viviendas turísticas y pone un ejemplo ilustrativo: “Con un gasto de 75 euros mensuales de agua y luz, podríamos calcular un margen de 300 euros por mes y apartamento. Ahora han cambiado las circunstancias y esos gastos han subido a 250. Así que sí, podemos hablar de tener más ocupación y menos beneficios, sin ninguna duda”.

“Los gestores se están planteando poner contadores por apartamento y limitar el consumo en el precio. Los clientes que se pasaran de ese tope pagarían un extra”, indica sin estar muy convencido de la idea porque “supone más inversión”.

Foto: Complejos hoteleros frente a la playa de Anfi del Mar, en Gran Canaria.

Y es que la liquidez es uno de los elementos de presión con los que va a convivir el sector. Desde mayo, los empresarios que se acogieron a los préstamos ICO del Estado están ya pagando cuotas. Los buenos datos del verano han permitido afrontarlos con mayor o menor solvencia. Con la bajada de la ocupación y las incertidumbres, Miguel Ángel Sotillos considera prioritarios que el Ministerio de Asuntos Económicos, de quien depende el ICO, facilite aplazamientos en condiciones sensatas. “Las últimas instrucciones que se dieron para la carencia de préstamos eran imposibles de salvar porque estrangulaba mucho la financiación futura”. A Sotillos le preocupa que “sin márgenes para afrontar los pagos, algunos opten por cerrar”.

El empresariado cuenta para esta batalla con el apoyo del Gobierno valenciano. Francesc Colomer asegura que esta petición está “en el acervo de las reivindicaciones. En cada foro que voy así lo expongo”, en referencia a las conferencias en las que participa junto o ante miembros del Gobierno o la alta dirección nacional de Turismo.

Foto: La inflación lastra el poder de compra. (EFE/David Arquimbau Sintes)

Entre los apoyos que otorga la Generalitat, Colomer confirma que, en 2023, seguirán adelante con el Bono Viaje dentro de la Comunidad Valenciana. “Retirar antes de tiempo los estímulos, sería un error”, señala. La Generalitat estima que, desde su puesta en marcha en octubre de 2020, se calcula que el ‘Bono Viatgem’ ha generado un impacto económico en el sector turístico de 50 millones de euros (entre impacto directo e indirecto) y se han beneficiado 200.000 personas.

El máximo responsable de la asociación asegura que este incentivo “está ayudando más a las agencia y hoteles que a la vivienda vacacional. A nosotros nos ayuda a mantener volumen de reservas”, si bien la parte positiva es que ha permitido activar el turismo interno. “Conseguimos una redistribución”, asegura.

Foto: Turistas en la playa de Maspalomas (Gran Canaria). (EFE/Elvira Urquijo)

Como conclusión cree que “el invierno no pinta tan halagüeño como creemos. No podemos hablar en términos generales, pues las tipologías dentro de la Comunidad Valenciana son muy diferentes. En la provincia de Alicante, hay que tener en cuenta que, por ejemplo, en Dénia la temporada de invierno empieza sobre el 10, 12 septiembre; en Benidorm, las reservas van con retrasos respecto a otros años y para todos, lo que se va apretando son los precios. Estamos en los límites de la competitividad”.

Intrusismo huye hacia la larga estancia

En un contexto negativo, choca ver como el número de viviendas ha crecido en la provincia y por extensión en la Comunidad. La pandemia marcó nuevos criterios de exigencia y la bajada de beneficios ha hecho el resto para desplazar el intrusismo del escenario alojativo. “Parece que la coyuntura juega a favor de los apartamentos reglados”, manifiesta Elman. Desde el punto del presidente de esta asociación que gestiona bloques de apartamentos, el actual contexto económico —menores rentabilidades— ha desplazado a la oferta ilegal hacia el alquiler de larga estancia. También ha pesado que el usuario busque más garantías y eso lo da que seas una vivienda reglada y cumplas una normativa.

placeholder Acceso a una de las playas de Benidorm. (Comunicación Ayuntamiento de Benidorm)
Acceso a una de las playas de Benidorm. (Comunicación Ayuntamiento de Benidorm)

Colomer coincide en este punto, porque además de los convenios firmados con ayuntamientos y de incidir con los agentes en la Mesa contra el Intrusismo creada por el Consell valenciano, está convencido de que el esfuerzo del sector hacia la profesionalización es una garantía valorada por los visitantes en referencia a la Ley de Hospitalidad de la Comunidad. “Desde luego que seguimos con las inspecciones, pero todo ese trabajo que te mencionaba se ha de reflejar”, comenta. El secretario autonómico recuerda que, incluso se ha trabajado con “las grandes plataformas que han querido para que conste en los anuncios el numero de registro. Es un filtro porque significa que se han pasado determinados controles”.

De acuerdo con los datos de Turismo de la Comunidad Valenciana, la pandemia no ha mermado el número de apartamentos turísticos. De 2015 a 2021, solo cabe destacar la bajada registrada en número de plazas en la ciudad de Valencia que después del fuerte incremento experimentado hasta el año 2018, decreció un 2,5%. Alicante y Castelló de la Plana crecieron a buen ritmo, mientras que Elche continúa creciendo intensamente, habiendo multiplicado la oferta por 6,7 desde 2015. Benidorm sigue siendo el primer destino en número de plazas, y crece un 1%; destacan los incrementos experimentados por Orihuela (10,2%), Jávea (7,3%), Torrevieja (6,7%), Santa Pola (4,6%) y Teulada (4,2).

La recuperación vuelve a estar en el aire y nunca mejor dicho. La vivienda turística alicantina ha vivido un verano con buenas cifras de ocupación y ahora se enfrenta a la temporada invernal con muchas incógnitas. Una de las más llamativas es fruto de una paradoja, pues se trata del comportamiento del denominado “turismo térmico”; el que viene huyendo de las temperaturas gélidas del norte de Europa.

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