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El turismo ya no es excusa: el retraso en la recuperación se debe a la situación de las familias
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El consumo sigue decepcionando

El turismo ya no es excusa: el retraso en la recuperación se debe a la situación de las familias

La llegada de viajeros internacionales está sorprendiendo de forma positiva desde el final de las restricciones, pero el consumo privado sigue casi un 10% por debajo de los niveles de la época prepandémica

Foto: La inflación lastra el poder de compra. (EFE/David Arquimbau Sintes)
La inflación lastra el poder de compra. (EFE/David Arquimbau Sintes)
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Desde que empezó la pandemia del covid, la economía española ha sido sistemáticamente una de las perdedoras de todos los países del mundo. Varios factores incidieron en el desplome de la actividad, pero tradicionalmente se ha culpado a dos indicadores: el gran impacto sanitario que sufrió España (que forzó la adopción de confinamientos más severos) y a la dependencia del turismo. Sin embargo, estos dos factores diferenciales en contra de España están a punto de desaparecer y, aun así, el país sigue lejos de recuperar los niveles de PIB existentes antes de la pandemia. Y la rebaja de las previsiones que ha realizado la OCDE y el Banco de España anticipa que no volverá el PIB del año 2019 hasta 2024.

El turismo ya no es la ‘excusa’ de España. De hecho, será el gran motor de crecimiento para este año 2022. Si España va a crecer por encima de la media europea, es consecuencia, exclusivamente, del buen ritmo de llegada de turistas internacionales y de la permanente congelación de viajes de los españoles al extranjero. Pero la recuperación del turismo no es solo una previsión a futuro, es una realidad.

Foto: Un paracaidista con la bandera de España, en Zaragoza. (EFE/Toni Galán)

Las exportaciones de servicios de España en el primer trimestre del año superaron en más de 3.700 millones de euros las existentes antes de la pandemia, lo que supone un crecimiento superior al 10% (datos en contabilidad nacional). Está claro que la recuperación de las exportaciones de servicios se apoya en actividades que no son el turismo, pero si el turismo fuese muy negativo, sería imposible que la aportación del conjunto de los servicios fuese tan positiva.

A la aceleración en la llegada de turistas hay que sumarle que los españoles siguen sin viajar al extranjero. Esto hace que la balanza del turismo con el exterior sea todavía más positiva. Los últimos datos muestran que el de este año ha sido el mejor marzo de la historia, con un superávit turístico de 3.300 millones de euros. Esta suma de divisas que no salen más las que entran está sosteniendo la recuperación económica este año y también la creación de empleo.

Pero si el turismo ya no es una explicación al retraso en la recuperación de España, ¿cuál es el motivo? Sencillamente, el consumo de los hogares. La situación económica de las familias sigue siendo delicada y están sometidas a una gran incertidumbre y fuertes desigualdades. El resultado es que el consumo no tira. Y este es el gran problema de España en la actualidad, y previsiblemente lo siga siendo durante todo este año a la luz de la pérdida de poder adquisitivo que están sufriendo las familias.

El PIB del primer trimestre del año fue un 3,4% inferior al existente antes de la pandemia (el del cuarto trimestre de 2019), pero el consumo de las familias fue un 9,7% inferior. Esto es, el consumo privado sigue hundido respecto a los niveles prepandemia. La mayor parte del crecimiento del gasto que se registra en los últimos meses se debe al efecto de la inflación: los hogares tienen que pagar más por hacer las mismas compras. Pero eso no significa un incremento del consumo en términos reales que eleve la producción.

Las previsiones para el año 2022 apuntaban a que sería el gran año de la recuperación del consumo. Había varios factores que justificaban este optimismo. El primero y más evidente, la salida de la pandemia. El segundo, el ahorro acumulado durante la pandemia que daba un colchón adicional de gasto a los hogares. El tercero, la progresiva moderación de las tasas de inflación. Y el cuarto, el impulso de los fondos europeos sobre el empleo.

Sin embargo, las ilusiones se han apagado por el camino. De todos ellos, la salida de la pandemia es el único que está generando efectos verdaderamente positivos. Pero ni la inflación se está moderando, ni los hogares están tirando de su ahorro embalsado, ni el Plan de Recuperación está reactivando intensamente la actividad.

En consecuencia, las previsiones del gasto de los hogares siguen siendo pobres o muy pobres. El Banco de España considera que el consumo crecerá este año un 1,4% respecto a 2021 y la OCDE es más pesimista y anticipa una congelación para el conjunto del año. Uno u otro, lo que están indicando es que los datos de consumo seguirán muy lejos de los niveles del año 2019 y será el causante de que la recuperación en España esté tan alejada de la europea.

Estas previsiones todavía no contemplaban la subida de los tipos de interés que anunció el Banco Central Europeo el jueves. Un endurecimiento de la política monetaria implicará mayores gastos financieros para las familias, en especial para aquellas que tengan hipotecas vinculadas al euríbor. En definitiva, un golpe más para la renta disponible de las familias, que es precisamente lo que pretende el BCE para frenar la demanda.

Foto: La sede del BCE en Frankfurt, Alemania. (Getty/Thomas Lohnes)

"El gap fundamental en el PIB se debe al consumo privado", explicó el viernes el director de Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán, durante la presentación del informe trimestral de la entidad. Como se ha señalado, el consumo privado es casi un 10% inferior al existente antes de la pandemia en términos reales. Si se incluye la inflación y se analiza todo el gasto de las familias, aun así sigue por debajo del registro de 2019, en concreto, un 3,6% por debajo. España es el único país de la eurozona que no ha recuperado aún el gasto en consumo de las familias previo a la pandemia. En el conjunto de la eurozona el aumento es del 3,3% y en la Unión Europea es ya un 4,5% superior.

En 2022 el crecimiento del PIB está garantizado (salvo un batacazo económico inesperado) por la gran inercia que arrastra el país de 2021 (efecto 'carry-over') y por la recuperación del turismo. Sin embargo, en 2023 se perderán estos dos motores y será necesario que el consumo de las familias empiece a tirar. De lo contrario, la economía entrará en una fase de estancamiento sin que haya conseguido recuperar los niveles de PIB previos a la pandemia.

El Banco de España, por ejemplo, calcula que prácticamente la totalidad del crecimiento de 2023 (el 96%) procederá del consumo de los hogares. Esto es, la recuperación ya queda en manos de la situación de las familias. La entidad argumenta esta previsión sobre la base de que el empleo seguirá creciendo y tanto la inflación como la incertidumbre actual se irán moderando a medida que pasen los meses.

Sin embargo, también reconoce que las perspectivas están sometidas a una gran incertidumbre. Primero, porque la evolución de la guerra en Ucrania es imprevisible y segundo, porque las sanciones a Rusia podrían generar problemas de suministro de energía. Por lo tanto, los hogares se han convertido ya en la gran preocupación para la economía española. En 2022 no quedarán más motores por activar y, sin demanda de las familias, la vuelta al PIB prepandemia será una quimera.

Desde que empezó la pandemia del covid, la economía española ha sido sistemáticamente una de las perdedoras de todos los países del mundo. Varios factores incidieron en el desplome de la actividad, pero tradicionalmente se ha culpado a dos indicadores: el gran impacto sanitario que sufrió España (que forzó la adopción de confinamientos más severos) y a la dependencia del turismo. Sin embargo, estos dos factores diferenciales en contra de España están a punto de desaparecer y, aun así, el país sigue lejos de recuperar los niveles de PIB existentes antes de la pandemia. Y la rebaja de las previsiones que ha realizado la OCDE y el Banco de España anticipa que no volverá el PIB del año 2019 hasta 2024.

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