Otoño caliente en la política valenciana: listas, tribunales y mucho 'agit-prop'

Se viene una larga precampaña en la política valenciana. Todavía no ha llegado el mes de septiembre y los partidos han comenzado a moverse de cara al arranque del curso en un otoño que se prevé caliente y aperitivo de los meses preelectorales antes de la cita con las urnas, prevista para el mes de mayo, cuando coincidirán autonómicas y municipales si el 'president' de la Generalitat, Ximo Puig, no cambia de planes y estira al máximo la legislatura. Este sábado, más de 300 cuadros socialistas se dieron cita en Gandía para celebrar el 'sopar d'estiu' en un acto que contó con la presencia del propio barón socialista, la ministra de Ciencia, Diana Morant, y el alcalde de la capital de la comarca de la Safor, José Manuel Prieto. La cena se interpreta como el primer hito de recuperación de la actividad tras un verano muy poco movido y marcado por la gestión de los incendios que han asolado importantes refugios naturales, como son el Alto Palancia y La Vall d'Ebo.

La nueva temporada se prevé marcada por la sobreactuación general de los actores políticos. Los de Puig exprimirán al máximo cualquier hito en la gestión y tratarán de reforzar la imagen del 'president' como político moderado y transversal, el Juanma Moreno del centro izquierda, con el fin de aislar su figura de la confrontación que se vive en la política nacional, con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder popular, Alberto Núñez Feijóo, a la greña e incapaces de establecer un diálogo fluido y leal.

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I. P.

El principal objetivo del Consell del Botànic, donde las carteras se reparten con Compromís y Unidas Podemos, es que las autonómicas de 2023 no se perciban como un anticipo de las generales y se fía la continuidad a un voto dual distinto a la tendencia general de cambio que enseña la demoscopia en clave del conjunto de España. Es justo lo contrario de lo que busca el popular Carlos Mazón, que aspira a recuperar el grueso del voto prestado a Ciudadanos y conformar una mayoría suficiente para el vuelco, que todo indica que dependerá de Vox.

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Del mismo modo que los inquilinos de la Generalitat perderán los complejos a la hora de hacer agitación y propaganda de su labor de gobierno, es muy probable un endurecimiento de la oposición del Partido Popular. De entrada, los conservadores quieren estrenar el curso poniendo en duda el papel de la Administración regional en la lucha contra los incendios de este verano y en el episodio del tren de Bejís, que a punto estuvo de terminar en tragedia. Para ello, han pedido varias comparecencias en las Cortes valencianas.

En esa estrategia de desgaste, los populares planean seguir exprimiendo el caso [Mónica] Oltra. La exvicepresidenta y lideresa de Compromís, totalmente desaparecida de la vida pública desde que renunció a sus cargos institucionales, tiene que declarar ante el juez instructor el próximo 19 de septiembre en calidad de investigada por la gestión de su departamento en el expediente de la joven que, según la Justicia, sufrió abusos por su exmarido siendo menor tutelada. La denuncia que ha propiciado la caída de Oltra fue presentada por la víctima, Teresa Tanco, ya mayor de edad y que ahora vive un proceso de ruptura con quienes la empujaron a demandar a los cargos públicos y rchazar todo tipo de ayuda pública, con acusaciones mutuas de oportunismo político y económico en las redes sociales con la responsable de la asociación Gobierna-te, Cristina Seguí, que ejerce la acusación particular.

En clave de tribunales, el curso pondrá el foco en el caso Azud, donde el sumario tiene que recibir un nuevo informe de la UCO de la Guardia Civil con conclusiones a partir de los registros y pesquisas realizadas por los agentes de una causa de presunta corrupción que, aunque hace referencia a hechos ocurridos hace más de una década, salpica a populares y socialistas.

La pérdida de Oltra ha descabezado a Compromís, que debe definir en los próximos meses un nuevo liderazgo autonómico. Aitana Mas ha asumido tanto la vicepresidencia como la Conselleria de Igualdad y la portavocía del Consell, pero los valencianistas podrían optar por presentar por Valencia a Joan Baldoví como aspirante a la presidencia de la Generalitat. Mas, en cualquier caso, es lógico que encabece la lista por Alicante. Compromís tiene que redefinir este otoño su modelo de primarias y despejar candidatos y listas importantes, como la de la ciudad de Valencia, su principal alcaldía. Joan Ribó todavía no ha confirmado que vaya a optar a un tercer mandato, pero se da por hecho que lo hará.

Opinión

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El PSPV-PSOE, que ahora domina por encima de los populares el mapa municipal y autonómico, aspira a conservar sus alcaldías y mantener la presidencia de la Generalitat con una tercera edición del Botànic. Pese a la, en ocasiones, compleja convivencia con sus socios, el Consell ha sido capaz de sacar adelante siete presupuestos y confía aprobar unos octavos en una negociación otoñal que estará marcada por el deseo de los tres socios de marcar perfil político.

Esta será la primera estación a partir de octubre de un tramo final del año en el que tanto los partidos de gobierno como la oposición definirán las candidaturas a las principales ciudades. En las de más de 20.000 habitantes arranca el proceso de primarias la tercera semana de septiembre con la intención de tener las listas cerradas antes del 11 de diciembre. Los carteles electorales se formalizarán ya de forma definitiva por el PSOE el 23 de enero de 2023, según el calendario de Ferraz.

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Agencias

Los socialistas tienen pendiente de definir los candidatos de plazas importantes, claves para servir también de arrastre de voto urbano en las autonómicas. Es el caso de la ciudad de Alicante o de municipios poblados como Benidorm. En Valencia, pese a los rumores más o menos malintencionados, todo indica que la vicealcaldesa, Sandra Gómez, volverá a intentar asaltar la alcaldía, si no es que alguien la reta en primarias.

También está previsto que Ciudadanos despeje sus principales candidatos municipales este otoño, en paralelo al proceso de 'refundación' iniciado por Inés Arrimadas. Habrá que ver si ese proceso no genera tensiones entre quienes apuestan por afrontar en solitario las próximas campañas o quienes solo ven en las alianzas con el PP la salvación de sus nóminas.