Kapoor, Kiefer, Calder… La pasión por el arte arrastra a la nueva burguesía de Mercadona
Hortensia Herrero, mujer de Roig, prepara el terreno para mostrar sus obras modernas. El fabricante de Deliplus se inspira en el Hangar Bicocca de Milán para un centro en Valencia
Hortensia Herrero es ya una habitual de Arco, la feria internacional de arte contemporáneo de Madrid. Desde hace varios años la vicepresidenta de Mercadona, esposa también de Juan Roig, ha convertido en ineludible la cita con el escaparate más importante del país en cuanto a novedades artísticas. La presidenta de la fundación que lleva su mismo nombre, mecenas de la rehabilitación de los frescos barrocos de la Iglesia de San Nicolás (la llamada Capilla Sixtina valenciana) y de la intervención para recuperar el Colegio del Arte Mayor de la Seda de Valencia, tiene en el universo de las propuestas creativas más vanguardistas otra de sus pasiones, que desarrolla de forma mucho más discreta.
Aficionada al arte desde siempre (ella misma elabora piezas a partir de 'collages' de telas o pinturas), la sexta mayor fortuna de España, según Forbes, ha logrado atesorar una modesta pero valiosa colección de obras de algunos de los artistas más cotizados en el mercado internacional. Además de piezas de autores españoles y valencianos, Herrero puede presumir de tener muy cerca a firmas como las del fallecido escultor norteamericano Alexander Calder, el neoexpresionista alemán Anselm Kiefer, o el indojudío Anish Kapoor, según ha podido saber El Confidencial.
A la segunda mayor accionista de la cadena de supermercados no le faltan recursos para desarrollar su afición. Este año recibirá casi el 30% del dividendo de 116 millones que la empresa va a repartir a sus socios tras registrar un beneficio neto de 611 millones de euros, según explicó el propio Roig en la presentación de resultados el pasado tres de marzo.
La decisión tomada hace apenas unas semanas de comprar el Palacio de los Valeriola de Valencia, un inmueble del siglo XVII en estado de semirruina que era propiedad de la viuda del general Alfonso Armada, ha sido interpretada en la ciudad como un movimiento de Hortensia Herrero para encontrar un espacio simbólico y céntrico que sirva de sede para su fundación pero que también podría ejercer una función expositiva de su colección. No en balde, la compra del edificio se ha canalizado desde la estructura patrimonial de la vicepresidenta de Mercadona (Herrecha Inversiones) y no desde la fundación. Para preparar la intervención, los Roig no han dudado en estudiar casos de rehabilitación de palacetes en Europa. Una de las hijas, Amparo, es arquitecta y se ha implicado en el proyecto.
Elena Nogueroles, esposa de Fernando Roig, es pintora profesional y ejerce influencia sobre la familia en temas artísticos
El papel como mecenas y agitadores de iniciativas culturales de Herrero y otros empresarios ligados al universo de Mercadona como interproveedores, ha llenado en los últimos años el vacío dejado en la Comunidad Valenciana por algunos promotores inmobiliarios, las cajas de ahorro o la Administración Pública durante los años del 'boom' inmobiliario. Lejos queda ya, por ejemplo, el cerrojazo en 2008 de la Fundación Astroc que montó Enrique Bañuelos y sus convenios de colaboración con el Instituto Valenciano de Arte Moderno y sus exposiciones patrocinadas en Nueva York.
“El arte es un elemento distintivo de la gente con dinero porque aporta una nota de exclusividad. Hoy en día añade un valor cultural en un momento, además, en el que hay una enorme escisión entre el mercado y el compromiso artístico”, explica a El Confidencial una persona que conoce bien la relación de algunos de los empresarios ligados a Mercadona con las iniciativas culturales.
Precisamente por el IVAM han pasado algunas de las personas que orbitan ahora como asesores áulicos y consejeros de esta nueva burguesía local y con recursos surgida al calor de los productos marca Hacendado. Javier Molins, que fue jefe de gabinete del exdirector del museo Kosme de Barañano y acabó empapándose del negocio del arte como empleado de la galería Marlborough en Madrid, es una de las personas que acompaña a Hortensia Herrero en su búsqueda de obras y artistas. No obstante, no hay que despreciar la influencia que tiene en la familia en este campo Elena Nogueroles, cuñada de Hortensia, mujer de Fernando Roig, el hermano con la relación más estrecha (por razones de edad) con Juan, y pintora profesional. Aunque no está en la primera línea, Nogueroles ha logrado crear una obra propia como artista dentro de su estilo, mucho más académico, figurativo y colorista.
Nuria Enguita es otra persona con un pasado vinculado al IVAM que ha terminado trabajando para un interproveedor de Mercadona. En ese caso se trata de José Luis Soler, copropietario de Ubesol, el fabricante de productos de droguería o higiene personal (Deliplus y Bosque Verde) de la cadena de supermercados. También gran aficionado al arte, que compra con fruición, el empresario adquirió en 2014 a la Sareb (el banco malo) una fábrica de Valencia estilo 'art decó' completamente deteriorada y abandonada con el objetivo de convertirla en un centro de arte abierto al público al estilo del Hangar Bicocca que la Fundación Pirelli tiene en Milán. Se trata de reciclar espacios industriales, que en el caso de Soler es una antigua factoría de Bombas Gens, para convertirlos en dinamizadores culturales.
Todolí, exdirector de la Tate Modern, asesora al dueño de Deliplus: "Busca el impacto visual, plástico, de las grandes obras como se hace en Europa"
El responsable de la dirección artística será el también exdirector del IVAM y de la prestigiosa galería Tate Modern de Londres, Vicente Todolí, quien está asesorando a Soler. “Todolí busca el impacto visual, el impacto plástico de las grandes obras como se esta haciendo en Europa. Ofrece rigor y espectáculo plástico y es muy valorado por los artistas porque les pone un escenario”, señala la misma fuente. Esto es lo que se espera del centro de Bombas Gens.
El cofundador de Ubesol quiere ubicar además en este espacio, que abrirá en 2017 y dirigirá Enguita, la colección que ha acumulado en la Fundación Per Amor a l’Art, a través de la que canaliza esta y otras actividades sociales. El empresario ha configurado una colección de pintura abstracta y fotografía. Tiene casi un millar de piezas de fotografía japonesa posterior a la Segunda Guerra Mundial y clásica norteamericana. Además, ha financiado uno de los proyectos de Bleda y Rosa, Premio Nacional de Fotografía en 2008.
Hortensia Herrero es ya una habitual de Arco, la feria internacional de arte contemporáneo de Madrid. Desde hace varios años la vicepresidenta de Mercadona, esposa también de Juan Roig, ha convertido en ineludible la cita con el escaparate más importante del país en cuanto a novedades artísticas. La presidenta de la fundación que lleva su mismo nombre, mecenas de la rehabilitación de los frescos barrocos de la Iglesia de San Nicolás (la llamada Capilla Sixtina valenciana) y de la intervención para recuperar el Colegio del Arte Mayor de la Seda de Valencia, tiene en el universo de las propuestas creativas más vanguardistas otra de sus pasiones, que desarrolla de forma mucho más discreta.
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