Puigdemont propuso hacer el debate electoral en el sur de Francia y TV3 se negó

Carles Puigdemont y JxCAT propusieron desde su candidatura Puigdemont x Catalunya + Junts que el debate electoral de TV3, el más importante para unas elecciones catalanas y el que tiene más audiencia, se celebre en el sur de Francia para que el expresident pueda participar en persona. Desde la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisual, la empresa pública que engloba a TV3 se negó. También el PSC de Salvador Illa se plantó de manera rotunda, con lo que la idea no pasó de ahí, según explicado fuentes de ambos partidos conocedoras de estos contactos.

Puigdemont lleva semanas instalado en la comarca del Vallespir en el sur de Francia para trabajar en la campaña electoral y ha dejado Waterloo, tal y como adelantó El Confidencial. Desde esa comarca francesa, que tiene frontera con el Alt Empordà en Girona, quiere dirigir la campaña pero es consciente de que no podrá participar en los debates de manera personal. Por eso quería el debate en el sur de Francia.

Por eso también el presidente catalán Pere Aragonès lleva tres días intentando que se acepte un debate a tres entre Carles Puigdemont, Salvador Illa y él mismo en el sur de Francia. En el PSC no están dispuestos y quieren que todos los debates se hagan en Cataluña.

Por otro lado, un debate en el sur de Francia hubiese sido rechazado por el PP, Cs y Vox y eso hubiese provocado un problema interno dentro de TV3.

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Marcos Lamelas. Barcelona

En el equipo de campaña de los republicanos son conscientes de que el punto débil de Puigdemont será hablar del día a día. Carles Puigdemont no explica cuál es su apuesta en la cuestión de las renovables en Cataluña, por ejemplo. O cómo piensa afrontar la actual crisis en las prisiones catalanas. Consideran que si se logra aterrizar al expresident huido en las cuestiones de la gestión diaria se acaba su tono épico y sus oportunidades.

En JxCAT han evitado aceptar los retos de Aragonès y no se han pronunciado por un posible cara a cara entre las dos formaciones independentistas. Para Puigdemont es más importante marcar la agenda a TV3 y que en España se vuelvan a sentir humilladas. Confrontar con Aragonès tiene escaso interés si va en contra del aura de presidente legítimo que está alimentando desde el sur de Francia.

Carles Puigdemont y su candidatura se refugian más en la retórica que en los hechos, que a menudo desmienten las afirmaciones más recientes del candidato.

Lista convergente

Este ha sido el caso de la "lista de país" que iba a presentar para aislar a ERC. Ayer presentó la listas en un acto en que se volvió a dar un baño de masas —con cerca de 2.000 personas— pero las listas al final estuvieron muy lejos de lo que iba. Solo la número dos por Barcelona, la empresaria Anna Navarro, la escritora Enatu Domingo, el presidente de Demòcrates, Antoni Castellà; la bibliotecaria Carme Renedo (número dos por Girona) y la regidora de Tàrrega Anna Maria Farré, que tampoco milita en el partido. Aquí JxCAT también incluye al historiador Agustí Colomines, pero Colomines ya era asesor de Artur Mas cuando arrancó el procés y siempre ha mantenido fuertes lazos con JxCAT, por tanto, no milita, pero resulta difícil que puede pasar por independiente.

De la lista de país a una lista con la presidenta del Parlament Anna Erra, el exconseller Josep Rull —quien será previsiblemente quien acuda a los debates— los exconsellers Lourdes Ciuró o Jaume Giró; o Gloria Freixa o Salvador Vergés (primero por Girona), el diputado Albert Batet o el portavoz de Junts, Josep Rius. No hay grandes sorpresas. Y tampoco es lo que prometió Puigdemont en Elna hace tres semanas.

Laura Borràs solo ha logrado colocar dos personas de su cuerda en la lista

En términos políticos, los partidarios de Laura Borràs han quedado apartados. Se limitan a dos nombres: Francesc de Dalmases y el secretario de organización de Junts, David Torrents, este último ya en el 23 por Barcelona —podría no salir—. Pero todas las claves políticas de la lista son en clave de partida interna, Jordi Turull salva los muebles de la unidad, y no en lo que puedan aportar los independientes.

Díscolos fuera

Hay castigados que han quedado fuera. Es el caso del exvicepresidente de la Generalitat, Jordi Puigneró, que ha quedado fuera, aunque había solicitado ir. O la diputada en el Parlament, Aurora Madaula, quien se había enfrentado a todo el grupo parlamentario.

"No iremos a Madrid a hacer amigos", advirtió ayer Puigdemont, que siguió vendiendo lo mismo: confrontación o sometimiento por parte del Gobierno español. Contra Aragonès la crítica fue que "preside un gobierno desnortado y sin liderazgo", pero propuestas para Cataluña ninguna. Como ha intuido el vigente presidente de la Generalitat, Puigdemont tiene nulo interés en hablar de las cosas de comer.