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TV3, cantera inagotable del independentismo político: de Tomàs Molina a Pilar Calvo
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FICHAJES ESTRELLA

TV3, cantera inagotable del independentismo político: de Tomàs Molina a Pilar Calvo

La cadena pública catalana ha aportado figuras a las fuerzas soberanistas desde que arrancó el 'procés', con saltos que incomodan a los profesionales de la televisión

Foto: ERC presenta al meteorólogo de TV3 como candidato a las europeas. (EFE)
ERC presenta al meteorólogo de TV3 como candidato a las europeas. (EFE)

Media Cataluña se escandaliza estos días con el fichaje del meteorólogo de referencia en TV3, Tomàs Molina, como número cuatro en las listas de ERC para las elecciones europeas. "Para luchar contra el cambio climático", sostiene Molina, sin entrar en detalles sobre si quiere más renovables —los alcaldes de la formación se oponen— o si apuesta por volver a las nucleares. Es tan famoso, que hasta tiene personaje fijo en el popular programa de sátira política Polònia, de los más vistos de la cadena. Pero el caso de Molina no es único. El procés ha servido para convertir la televisión pública en una cantera de políticos independentistas.

Molina ha dado el salto sin dejar pasar un tiempo de descompresión. El periodista, originario de Badalona, ha pasado casi sin solución de continuidad de anunciar la llegada de la borrasca Nelson a dar entrevistas políticas justificando su decisión. Y la realidad es que no ha sido el primero y seguramente no será el último.

Ahí está Pilar Calvo en el Congreso de los Diputados. La periodista deportiva es ahora la número dos de Míriam Nogueras en el grupo parlamentario de JxCAT. Pero es verdad que Calvo había dejado de trabajar en Catalunya Ràdio hacía años, donde había desempeñado el puesto de segunda del mítico periodista Joaquim Maria Puyal en la retransmisión de los partidos del FC Barcelona.

Otro caso sonado fue Miquel Calzada, más conocido como Miquimoto. Calzada había sido la estrella de programas de entretenimiento de los años noventa en TV3. En 2015 ya formó parte de las listas de Junts pel Sí, la coalición de ERC y CDC para intentar dar el salto a la independencia.

Martí Anglada, corresponsal en Alemania, dejó la cadena en 2011 y en 2014 la Generalitat le nombró responsable de su delegación en París

En ese momento su aportación era simbólica, iba de número 74 en la papeleta, entre los puestos que se reservan para dar lustre intelectual y apoyo simbólico en una candidatura electoral. Pero un año después, CDC ya lo proponía para ir de número uno en el Senado. En esos comicios, sin embargo, el partido perdió cuatro senadores en favor de ERC y Miquimoto se quedó sin el acta en la Cámara Alta, con lo que ahí se acabó su carrera política.

La vía de periodistas que se pasaban a la política ya se había abierto y por ahí se coló también Martí Anglada. El corresponsal en Alemania de TV3 dejó la cadena en 2011 para jubilarse. Pero no hubo descanso. En 2014 la Generalitat nombró a Anglada responsable de su delegación en París con el objetivo de que Francia apoyase el proceso de independencia. Anglada fracasó y fue cesado con el 155. En 2017 formó parte de la candidatura de Puigdemont para presidir la Generalitat.

Vasos comunicantes

Los vasos comunicantes entre la Corporación Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA) y la actividad política siempre han sido muy intensos. La periodista más combativa a favor del procés, Mònica Terribas, presentadora durante siete años de las mañanas de Catalunya Ràdio, es ahora vicepresidenta de Òmnium Cultural, uno de los entes más preocupados por la aprobación de la amnistía. Aunque este cargo no es político, sino que se limita al activismo.

Destacan también los casos de los directores generales de la corporación que han hecho caminos de ida y vuelta. En especial desde el pujolismo. Ahí está el periodista Vicenç Villatoro, que en 1984 llegó a jefe de la sección de Cultura de TV3 y desde ahí se proyectó a una dilatada carrera política: primero como diputado en el Parlament por CDC, en 1991 y 2002, y luego llegó a director del ente público. Posteriormente, siguió como presentador del programa De Llibre en el Canal 33 (2005-2006). Para Villatoro, la puerta giratoria estaba en Sant Joan Despí.

El pujolismo ya vivió casos sonados de ida y vuelta entre TV3 y la política activa

En sentido contrario funcionó Joan Granados, que tras dirigir la televisión pública catalana pasó a ser diputado del Parlament en 1995. No es el único director de la CCMA que hace carrera. También Jordi Vilajoana, que tras mandar en TV3 y Catalunya Ràdio fue diputado en el Congreso desde 2008, luego senador y al final secretario general de la Presidència de la Generalitat en 2013, con Artur Mas.

Quejas de los trabajadores

Tras el caso de Tomàs Molina, el Consejo Profesional de los Informativos de TV3 emitió un comunicado lamentando que la situación creada con el hombre del tiempo "perjudica nuestra imagen de independencia periodística". Pero obvia todo el resto de casos, con lo que Molina solo es el final de una larga cadena en el mismo sentido.

Esta situación plantea otra duda. TV3 quiere ser la televisión de todos los catalanes. En especial después del fracaso del procés. Pero todos estos ejemplos van en una sola dirección. No afectan al constitucionalismo. Con este tipo de vinculaciones, media Cataluña parece que no trabaje en TV3, no vea su ni uno solo de sus programas y no pueda sentirse representada por la cadena.

Media Cataluña se escandaliza estos días con el fichaje del meteorólogo de referencia en TV3, Tomàs Molina, como número cuatro en las listas de ERC para las elecciones europeas. "Para luchar contra el cambio climático", sostiene Molina, sin entrar en detalles sobre si quiere más renovables —los alcaldes de la formación se oponen— o si apuesta por volver a las nucleares. Es tan famoso, que hasta tiene personaje fijo en el popular programa de sátira política Polònia, de los más vistos de la cadena. Pero el caso de Molina no es único. El procés ha servido para convertir la televisión pública en una cantera de políticos independentistas.

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