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La organización educativa francesa que la Generalitat riega de millones y que se ha comprado un monasterio
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Mimada por el govern

La organización educativa francesa que la Generalitat riega de millones y que se ha comprado un monasterio

La entidad gala, cuyo principal compromiso es fomentar el catalán, se embolsó 1,3 millones de euros de dinero público procedente de la comunidad en los dos últimos años

Foto: El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. (EFE/Quique García)
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. (EFE/Quique García)

La escuela La Bressola, de Perpiñán (Francia), acaba de comprar el monasterio de Vernet, cerca de esa ciudad, para convertirlo en centro educativo. Se trata de una edificación de 2.500 metros cuadrados donde se instalará un liceo. Con ello, la red de La Bressola podrá completar todo el ciclo, hasta Bachillerato, en el sector educativo galo: la institución tiene hasta ahora siete escuelas y dos colegios, con 1.100 alumnos, pero no completaba el último ciclo de Secundaria, que va de los 15 a los 18 años.

La operación se cerró, según confirmaron los responsables de la escuela a varios medios, en 1,2 millones de euros. No sería nada extraño si no fuese porque esa compra ha sido posible gracias a la gran generosidad del Govern que preside Pere Aragonès. Es más: la escuela La Bressola lleva recibiendo entre 400.000 y 600.000 euros anuales, en una curiosa experiencia en que la Cataluña Sur subvenciona a la Cataluña Norte.

¿Por qué tanta generosidad? Porque La Bressola realiza educación inmersiva en catalán, y por ello es la entidad escolar más mimada por la Generalitat de Cataluña, con diferencia. En el inicio del curso del año pasado, el Gobierno francés dictó severas normas que complicaban mucho la enseñanza en catalán en las escuelas públicas francesas, lo que supuso un duro golpe para el independentismo. El Ayuntamiento de Perpiñán también ha dado la espalda a La Bressola, pero el Govern de Aragonès ha redoblado sus caricias a la institución. En febrero pasado, el president Pere Aragonès estuvo en La Bressola, en el marco de una visita institucional que hizo a la ciudad de Perpiñán. Allí se reunió con el presidente de la entidad, Joan Sebastià Haydn, y con el comité de dirección de la red de escuelas.

No fue el único: la consejera de Presidencia, Laura Vilagrà, recibió a una delegación de la entidad en julio de 2021. En septiembre del año pasado, se desplazó a tierras francesas para inaugurar un nuevo centro de educación Secundaria en Canet de Rosselló (en su grafía catalana) o Canet-en-Roussillon (en su grafía francesa). Hace apenas mes y medio, la consejera de Educación, Anna Simó, también se desplazó a Francia para visitar el colegio El Soler-Pompeu Fabra, en una visita en la que estuvo acompañada por la embajadora de la Generalitat en Francia, Eva Doya LeBesnarais, y por el presidente de la Casa de Perpinyà, Alfons Quera i Carré, en un inusual despliegue diplomático.

Sin rastro en el DOGC

Tantas atenciones se materializan en la saneada cuenta corriente de la escuela, que el año pasado inauguró un centro y que este año se ha hecho con un monasterio que ha costado un dineral. Según un comunicado de La Bressola, el monasterio está formado "por un edificio principal de 2.500 metros cuadrados distribuidos en dos pisos, un jardín de una hectárea y media y una capilla adyacente de 600 metros cuadrados. La compra se ha cerrado por 1,2 millones de euros y el importe se ha financiado en buena parte con subvenciones de la Generalitat, a quien La Bressola agradece su incondicional apoyo". Es la expresión oficial de la entidad escolar.

El Diario Oficial de la Generalitat de Cataluña (DOGC), sin embargo, no recoge en los últimos años ninguna ayuda oficial a las escuelas La Bressola. Sí recoge, hasta el año 2017, ayudas anuales en torno a los 400.000 euros "para el pago de los salarios a los profesores", pero desde entonces no existe oficialmente ni una sola subvención registrada.

Foto: Un aula en una fotografía de archivo. (EFE/Eliseo Trigo)

No obstante, en junio de 2022, cuando ya parecía claro que La Bressola se podía quedar con el monasterio, el Govern de Aragonès aprobó una subvención de 650.000 euros "que servirá para contribuir a la financiación de los gastos del personal docente de las Escoles La Bressola durante el año 2022". No consta, sin embargo, ningún rastro de cualquier otra ayuda oficial del Govern para comprar el monasterio, como sostiene la propia Bressola. Y si la subvención citada se concedió para pagar el salario de los docentes, no se ha podido destinar a otro cometido, puesto que eso invalidaría su concesión.

En cambio, sí constan las partidas destinadas a La Bressola en el Registro de Ayudas y Subvenciones de Cataluña (RAISC). En este registro, consta una ayuda de 400.000 euros en 2018, dos ayudas en 2019 por 320.000 y 80.000 euros, y otra subvención de 400.000 euros en 2020. En 2021, con ERC de nuevo dominando la Generalitat, las ayudas aumentaron otra vez: en ese ejercicio, curiosamente, el Govern dio 29.697,60 euros a La Bressola del Vernet para el fomento de la lengua catalana y otros 7.424 euros en 2022 por el mismo concepto.

A la Asociación de Amigos de La Bressola, en cambio, le adjudicó en 2021 dos partidas, en los meses de julio y noviembre, por importe de 520.000 y 130.000 euros, respectivamente. Ello suma un total de 650.000 euros. Ambas partidas, sin embargo, eran también para pagar "los gastos del personal docente de las escuelas". En 2022 y 2023, las subvenciones a La Bressola fueron de 650.000 euros cada año. En solo tres ejercicios, pues, la entidad mimada francesa se embolsó de las arcas públicas catalanas la nada despreciable cifra de 1.950.000 euros. El pasado mes de junio, su iniciativa Juguetes y género: un proyecto de cocreación de una exposición itinerante para el espacio catalán transfronterizo fue también subvencionada por la Generalitat, con cargo a las subvenciones plurianuales Eurodistrito y ligada al Departamento de Presidencia de la Generalitat, aunque tampoco hay rastro de la ayuda en el diario oficial.

Un historial millonario

Las ayudas a La Bressola ya existen desde los tiempos de Jordi Pujol, aunque por entonces eran comedidas. Con la llegada del republicano Josep Lluís Carod-Rovira al poder en tiempos del tripartito, las ayudas comenzaron a adquirir dimensiones estratosféricas: a partir de 2004, con ERC controlando la llave de la caja de las subvenciones, se dispararon los regalos. En 2007, cuando Carod-Rovira volvió al Govern, le dio 1.090.000 euros a fondo perdido y añadió una propina de 2,6 millones "como amortización de crédito para la construcción de una escuela".

En los años 2008 y 2009, siendo el dirigente de Esquerra vicepresidente del Govern, las ayudas anuales fueron de 625.800 euros; y en 2010, otros 594.510 euros, además de los gastos de algunas de las fiestas organizadas por la entidad. La generosidad de Carod-Rovira con el dinero público no tenía límites: al valenciano Eliseu Climent, propietario de Acció Cultural del País Valencià (ACPV), le llegó a sufragar los más de 600.000 euros anuales que le costaba la hipoteca de un edificio que se había comprado en el centro de Valencia. Y todo era dinero salido de los bolsillos de los catalanes para alimentar el sueño pancatalanista de unos dirigentes obcecados en resucitar un imperio llamado Països Catalans.

En el caso de La Bressola, el emporio educativo montado en el sur de Francia se ha ido forjando euro a euro con fondos públicos catalanes. El terreno que ahora ha comprado La Bressola estuvo en litigio porque el Ayuntamiento de Perpiñán interfirió en el proyecto, pero el tribunal administrativo de Montpellier le dio la razón a La Bressola. De hecho, el ayuntamiento reclamó el derecho de tanteo y retracto, y pretendió quedarse con el recinto el 28 de septiembre de 2021, pero el 14 de diciembre de ese año, el tribunal rechazó sus pretensiones. En el verano de 2022, el Consejo de Estado rechazó también el recurso presentado por el consistorio.

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El 30 de diciembre pasado, el tribunal volvía a denegar el derecho del Ayuntamiento de Perpiñán a tener preeminencia en la compra y anulaba el acto ejercido el 28 de septiembre de 2021. Pero hay una diferencia sustancial con las ayudas que otorgaba en su momento Carod-Rovira: en aquel momento, el vicepresidente dio las subvenciones para construir las escuelas con luz y taquígrafos: dejó constancia del destino del dinero que regalaba a los amigos del norte. Ahora, no hay constancia en el diario oficial del dinero donado y que La Bressola dice que es de la Generalitat.

La escuela La Bressola, de Perpiñán (Francia), acaba de comprar el monasterio de Vernet, cerca de esa ciudad, para convertirlo en centro educativo. Se trata de una edificación de 2.500 metros cuadrados donde se instalará un liceo. Con ello, la red de La Bressola podrá completar todo el ciclo, hasta Bachillerato, en el sector educativo galo: la institución tiene hasta ahora siete escuelas y dos colegios, con 1.100 alumnos, pero no completaba el último ciclo de Secundaria, que va de los 15 a los 18 años.

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