Un artista de Barcelona pinta un mural con un beso forzado de Rubiales al boxeador Mike Tyson

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El beso forzado de Luis Rubiales, ya suspendido como presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RDEF), a Jennifer Hermoso, jugadora de la selección femenina de fútbol, sigue dando de qué hablar. Ahora, el artista Diego Ojeda, conocido como Nadiemedicearte, ha pintado un mural callejero en Barcelona como crítica a lo sucedido.

Bajo un prisma distinto, Ojeda ha recreado la escena con Rubiales como protagonista y, en lugar de Hermoso, ha colocado al famoso exboxeador Mike Tyson. Un cambio de perspectiva que pone encima de la mesa si esta misma situación se habría dado de haber sido un hombre.

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En la obra de Nadiemedicearte, Tyson, que es el que recibe ese inesperado beso, responde con un mordisco. Una propuesta artística que pretende condenar el acto de Rubiales a través del arte. “¿Lo habría hecho con Iniesta o con Carvajal?”, se pregunta el artista cuya idea inicial era representar a las jugadoras.

"Paren ya"

“Se ha demostrado lo calado que está el machismo y la cultura misógina en todas las capas de la sociedad, esto pide medidas profundas”, escribió el artista en su cuenta de Instagram, donde mostraba el mural que realizó el pasado 27 de agosto en la calle Vallespir Baix, durante el último día de las fiestas del barrio barcelonés de Sants.

Ojeda añadió que “muchas personas me han alzado la mano diciendo que es más que normal y común este tipo de actitudes dentro del trabajo, en ambientes en que el abuso de poder se enmascara de inocencia y desentendimiento” y concluyó diciendo: “Paren ya”.

“¿Lo habría hecho con Iniesta o con Carvajal?”, se pregunta el artista cuya idea inicial era representar a las jugadoras de la selección

El artista lleva cinco años centrado en reivindicar hechos asociados al deporte a través del arte con el objetivo de alzar la voz de las minorías y que se produzcan cambios en la sociedad. La idea de este mural surgió por el paralelismo del combate que enfrentó a Tyson con Evander Holyfield en 1997 y en donde el púgil le arrancó la oreja de un mordisco de forma inesperada.