El juicio contra Borràs debilita la causa independentista y JxCat guarda silencio

La sesión del juicio de este martes de Laura Borràs debía ser tranquila porque declaraban los testigos. No como ayer, que lo hacían los acusados que habían pactado con la Fiscalía. Sin embargo, no hubo placidez, sino que hundieron todavía más la posición de Borràs. Tanto que ha acabado con Gonzalo Boye, el abogado de la presidenta de JxCAT, acusando al presidente de la sala, José María Barrientos, de imparcialidad. Mientras, los testigos desfilaban asegurando que se presentaron presupuestos falsos al Institut de les Lletres Catalanes cuando la presidía la dirigente independentista para otorgar los servicios informáticos a Isaías Herrero, también acusado. Tampoco ha mejorado la sensación de debilidad de la causa independentista, más tocada aún tras esta causa.

La Fiscalía ha evidenciado que en los 18 contratos menores bajo sospecha se presentaron presupuestos falsos para cumplir el requisito legal de buscar varias ofertas, pero que en realidad el único adjudicatario, de forma directa o indirecta, siempre acababa siendo Herrero. Ante esto, Boye sólo ha tenido salidas de tono y críticas al tribunal.

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Mientras en la sala el juicio se iba poniendo cuesta arriba, fuera JxCAT ha optado por el silencio. No ha habido declaraciones a favor de Borràs, cuya posición cada vez se percibe como más indefendible. En la calle pasó lo mismo. El primer día había, más de cien personas apoyando a la presidenta de Junts de una supuesta persecución política. El segundo día, había una única persona. El lunes ya no acudió nadie.

Laura Borràs se sigue presentándose como una mártir del procés, pero en el juicio oral ha aparecido como instigadora y conocedora de los contratos falsos que llegaba ante esta institución con los datos fiscales de empresarios reales que eran ajenos a todas estas maquinaciones. Según se explicó este martes, Herrero incluso usó datos empresariales de su cuñado para presentar falsos presupuestos que justificasen las adjudicaciones que siempre recaían en su persona.

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El juicio no está ayudando al movimiento independentista. Al contrario. Con otras causas pendientes contra cientos de encausados, algunos tan notables como los altos cargos de ERC Josep Maria Jové y Lluís Salvadó, un proceso como este hace un flaco favor al conjunto del soberanismo. La presidenta de JxCAT afronta penas de seis años de prisión e inhabilitación de hasta 21 años. Borràs compareció convencida de que podría anular los mails en los que hablaba sobre cómo amañar la contratación. Pero incluso sin los correos electrónicos, todas las declaraciones han inculpado a Borràs.

Delicada situación política

Para el independentismo toda esta situación supone un grave problema político. Borràs ha sido consellera de Cultura, diputada en el Congreso de JxCAT, portavoz del partido en el Congreso, candidata a presidir la Generalitat, presidenta del Parlament y máxima dirigente de la formación independentista. Carles Puigdemont ha roto amarras con Borràs y sus seguidores. Y ahora toda esa fulgurante carrera está amenazada.

Aunque Borràs sea condenada recurrirá ante el Tribunal Supremo

Borràs recurrirá a una instancia judicial, ante el Tribunal Supremo, si es condenada en este juicio, pero políticamente estará acabada. Le quedan el apoyo de buena parte de las bases, las mismas que votaron a favor de romper la alianza con ERC en la Generalitat.

Si al final resulta inhabilitada, Borràs no podría ni ser profesora en la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) donde tiene plaza. Pero, sobre todo, no podrá asumir ningún cargo político de los que tenía, incluyendo la presidencia de JxCAT a la que también tendrá que renunciar. Por culpa de esta situación, Junts lleva meses sin candidato para presidir la Generalitat, igual que el Parlament está en manos de una presidencia provisional en manos de Alba Vergès, de ERC. Con la formación fuera del Gobierno catalán, Esquerra carece de incentivos para devolver la presidencia de la Cámara catalana a JxCAT. Una vez que Borràs sea condenada, si al final es así, se abrirán muchas cuestiones políticas que llevan meses aplazadas.