JxCAT apuesta por una pregunta directa a las bases que facilita su salida de la Generalitat

JxCAT apuesta por una pregunta directa a la militancia que podría facilitar la salida de esta formación de la Generalitat: "¿Quieres que Junts siga formando parte del Govern de Catalunya?". La presidenta Laura Borràs y sus seguidores imponen así su discurso para buscar una salida a la crisis desatada desde hace días: romper con ERC y dar por acabado el Gobierno de coalición en Cataluña. Borràs quería una redacción clara y que no se dilatase en el tiempo. Ya lo tiene. Se votará los días 6 y 7 de este mes, a finales de esta semana.

La semana pasada JxCAT dejó en manos de la militancia la decisión final de acabar su relación con ERC en la Generalitat. Tras un fin de semana de reuniones entre Pere Aragonès y el secretario general de Junts, Jordi Turull, que se vieron el domingo por la mañana sin poder acercar posturas, la ejecutiva del partido se ha reunido y ha optado por la línea más recta hacia la salida.

La 'consellera' de Acció Exterior, Victòria Alsina, que era independiente, ha optado por afiliarse durante este fin de semana. Así, este lunes ya ha participado en la ejecutiva para defender la continuidad en el Govern, una postura que mantienen la mayoría de los 'consellers', buena parte del grupo parlamentario, los alcaldables y los cargos de confianza. Pero que puede ser impopular en unas bases que, además, sociológicamente han cambiado en los últimos años a causa de las nuevas incorporaciones. De manera que el JxCAT de ahora se parece muy poco a la CDC de antaño.

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Pilar Gómez

La reunión de la ejecutiva ha durado más de una hora. La posición del partido y de la Generalitat cada vez resulta más complicada. Y más después de haber cesado al vicepresidente, Jordi Puigneró. Pero el principal cambio es que ERC ya prefiere que JxCAT se vaya y gobernar en solitario, al menos hasta las municipales.

Victoria Alsina avanzó que quería hacer campaña a favor de la permanencia en la Generalitat. Pero Laura Borràs ya advirtió que no habría campañas, sino solo la organización de la consulta. Todo dibuja un escenario que facilitaría que los nuevos militantes impusiesen sus criterios contra los cuadros clásicos convergentes.

JxCAT tiene unos 4.000 militantes, de los que acostumbran a votar cerca de la mitad. Ahora, el futuro de la Generalitat y la alianza del 52% del independentismo depende de ellos en un clima muy tenso con ERC.

Todo roto

Este fin de semana, sin ir más lejos, se abucheó a la expresidenta del Parlament, Carme Forcadell, en el acto del quinto aniversario del 1 de octubre por ser de ERC. La tensión entre ambas formaciones es muy grande y todos los mensajes que se envían es de ruptura total, acabe como acabe esta crisis.

Pere Aragonès, en caso de que se consume la ruptura, no tiene intención de convocar elecciones de manera inmediata. Y ERC prefiere gobernar sin JxCAT que con un socio que solo le da quebraderos de cabeza.