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La CUP plantea negociar con ERC los asuntos 'nacionales' que no le aprueben los comunes
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TRAS LA DISPUTA POR LOS PRESUPUESTOS

La CUP plantea negociar con ERC los asuntos 'nacionales' que no le aprueben los comunes

Fuentes de ambas formaciones señalan a El Confidencial que los puentes siguen tendidos y que la controversia por la aprobación de las últimas cuentas "es un bache salvable"

Foto: La diputada de la CUP, Eulàlia Reguant. (EFE/Andreu Dalmau)
La diputada de la CUP, Eulàlia Reguant. (EFE/Andreu Dalmau)

La crisis vivida entre ERC y la CUP tras el rechazo de los anticapitalistas a los presupuestos de la Generalitat para el 2022 es reversible. Fuentes de ambas formaciones señalan a El Confidencial que los puentes siguen tendidos y que la controversia de las cuentas “es un bache salvable”. Tanto uno como otro están dispuestos a ahondar en las cuestiones ‘nacionales’ para encarrilar el camino sin retorno hacia la independencia o, como mínimo, hacia un referéndum que piensan que ya tienen ganado. Las 50 enmiendas de la CUP a la Ley de Presupuestos son solo un pequeño escollo que no hará descarrilar el tren del soberanismo.

En la cúpula de los anticapitalistas, se justifica la ruptura de negociaciones para salvar las cuentas arguyendo que ya pasó otras veces. “La misma presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, dijo que era normal porque la CUP tenía que ver su programa reflejado de alguna manera en los presupuestos y no era así”. “Tomaron decisiones que no compartimos, pero las relaciones son buenas”, admiten en ERC.

Foto: El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. (EFE/Ian Langsdon)

Fuentes de la formación antisistema tienen el convencimiento de que, cuando se aborden las cuestiones identitarias o ‘nacionales’, los comunes, la formación en la que se ha apoyado Pere Aragonès para sacar los presupuestos, no querrán saber nada y será la hora en la que Esquerra llame de nuevo a su puerta. Tampoco obvian que el Govern de coalición entre ERC y JxCat, a pesar de las desavenencias vividas, está asentado y dan por descontado que no peligra. Por su parte, desde las filas republicanas remarcan: “Nuestra relación se basa en dos cuestiones. Primera, tenemos un acuerdo de investidura y eso lo cumplimos y nos lo creemos. En segundo lugar, los dos partidos tenemos muchas cosas en común, tanto en el tema nacional como en el tema de izquierdas, por lo que estamos condenados a entendernos en muchas cuestiones”.

El permiso de la CUP

Según ha explicado Eulàlia Reguant, portavoz de la CUP en el Parlament, ya no existen negociaciones con ERC para la aprobación de las cuentas. “Hablan mucho, pero a nosotros no nos han llamado más”. En cambio, los comunes aseguran que hablan cada día tanto con Presidencia, en manos de ERC, como con Economía, en manos de JxCat.

En algunos sectores cuperos, no obstante, no se ahorran críticas: “Desde ERC nos quieren engañar. No se pueden aprobar unos Presupuestos con solo 48 horas de negociación. Desde el principio de la legislatura, Esquerra ha tenido conversaciones con comunes y socialistas y encima de la mesa está el Gobierno de España: si no salen los números de Cataluña, tampoco los de España, porque ERC y Bildu podrían hacer caer el Gobierno de Pedro Sánchez”. Afirman, en este sentido, que la voluntad de los partidos mayoritarios era tener luz verde para poder optar a los JJOO de invierno de 2030, para realizar el proyecto de Hard Rock en Tarragona y para ampliar el aeropuerto de El Prat. “Ya sabíamos que había presiones por ese lado y entendíamos que no debíamos apoyar unos presupuestos que apostaban por esos proyectos”.

Foto: El portavoz de ERC, Gabriel Rufián. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

En la formación republicana se niega la mayor. “Jamás hemos negociado nada con los socialistas. Nunca se planteó ninguna negociación. Y con los comunes se comenzó a hablar en la última semana antes de la luz verde a la tramitación de los Presupuestos”, afirman a El Confidencial fuentes de ERC. Según esta versión, inmediatamente después de que las bases de la CUP rechazasen apoyar las cuentas, se le preguntó a la cúpula de la organización anticapitalista si para ellos era incompatible seguir negociando aquella semana, mientras decidían qué hacer, con el hecho de que Esquerra sondease la opción del apoyo de los comunes. “Se les avisó en ese momento de que debíamos explorar otras vías, pero antes no mantuvimos ningún contacto con los comunes en este sentido”, aseguran las fuentes consultadas.

Enfrentamiento con Madrid

La cuestión ahora, no obstante, se centra en saber si la CUP hará de oposición en el Parlament, donde tiene nueve diputados que son la clave para que el independentismo sume mayoría absoluta. “Si quieren volver a la senda autonomista, a la estrategia que siempre había llevado Convergència de pacto con Madrid, no vamos a estar ahí. Pero, si lo que quieren es seguir manteniendo el enfrentamiento con el Gobierno español, entonces, sí”, coinciden varias fuentes de la formación.

Los anticapitalistas tienen a su favor el que no han cambiado nunca de estrategia y siempre han exigido la máxima contundencia. Y así prometen que seguirá siendo. “Apoyaremos las iniciativas del Govern si benefician a Cataluña, a los catalanes y a la hoja de ruta que habíamos pactado”, afirman las fuentes. En palabras de Reguant, “no nos hemos movido. Seguimos defendiendo en esta legislatura el dar un giro a la izquierda y construir un horizonte independentista. Después de la aprobación de los Presupuestos, seguiremos trabajando en eso. Si el Govern quiere hablar con nosotros, lo haremos en este marco que es el que queremos construir”.

Foto: El 'president' de la Generalitat, Pere Aragonès. (EFE/Andreu Dalmau)

En el último pleno, celebrado esta semana, la CUP rechazó el decreto de energías renovables que fue hecho a su medida, pero que salió adelante con los votos de los comunes. Según los cuperos, en el texto final no se recogían las reivindicaciones del partido. El decreto “ha puesto en pie de guerra al territorio e incluso a los municipios con alcaldes de los partidos de Gobierno y a las entidades ecologistas del país, porque da carta blanca a los oligopolios energéticos”, denunció el diputado Dani Cornellà. Reguant, por su parte, subrayó: “Hemos estado trabajando con el Govern antes de que aprobase el decreto, hemos estado trabajando con todas las plataformas del territorio y lamentamos que sus reivindicaciones no acabasen recogidas en el texto final. Defendemos más protección del territorio, participación local y planificación global ante la crisis climática, la crisis energética y las prácticas mafiosas de las eléctricas”.

El hecho de que el decreto se aprobase con la nueva mayoría de ERC, JxCat y comunes confirma la teoría de la CUP de que “el Govern de Pere Aragonès está más que asentado y no peligra en absoluto”. El posicionamiento de los anticapitalistas, pues, es esperar a que el 'president' los corteje: que les proponga, como Govern, que apoyen sus iniciativas. La dirección de la CUP sabe que en ese momento tendrá la sartén por el mango y dirigirá la negociación, pero siempre teniendo en cuenta una máxima: “No tenemos por qué aprobárselo todo. Solo las cosas que entran dentro de nuestro programa”.

La crisis vivida entre ERC y la CUP tras el rechazo de los anticapitalistas a los presupuestos de la Generalitat para el 2022 es reversible. Fuentes de ambas formaciones señalan a El Confidencial que los puentes siguen tendidos y que la controversia de las cuentas “es un bache salvable”. Tanto uno como otro están dispuestos a ahondar en las cuestiones ‘nacionales’ para encarrilar el camino sin retorno hacia la independencia o, como mínimo, hacia un referéndum que piensan que ya tienen ganado. Las 50 enmiendas de la CUP a la Ley de Presupuestos son solo un pequeño escollo que no hará descarrilar el tren del soberanismo.

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