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Los objetivos del PSC e Illa: vencer a ERC, aupar al PDeCAT y absorber a los 'comuns'
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ESTRAGEGIA EN VARIOS FRENTES

Los objetivos del PSC e Illa: vencer a ERC, aupar al PDeCAT y absorber a los 'comuns'

Además de las peleas internas del independentismo, con ERC y JxCAT enfrentados, los partidos no secesionistas se juegan también mucho en las próximas catalanas

Foto: Sesión de control al Gobierno catalán en el Parlament.
Sesión de control al Gobierno catalán en el Parlament.
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Antes de que se supiera que el ministro Salvador Illa sería el candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat, las elecciones catalanas se presentaban duras y movidas. Desde el pasado miércoles, aún más. Además de las peleas internas del independentismo, con ERC y JxCAT enfrentados, los partidos no secesionistas se juegan también mucho. El PSC es el que parte con mayor ventaja, según las encuestas, con una subida de hasta casi una decena de diputados, aprovechándose del bajón a la mitad de Ciudadanos, el mayor partido en el Parlament a raíz de los pasados comicios de 2017. De hecho, su lema, presentado ayer por su portavoz parlamentaria, Eva Granados, dice bien a las claras cuál es el espíritu de su campaña: “Vuelve Cataluña”. El PP es otro que espera aprovecharse del bajón del partido que lidera Inés Arrimadas. Además, Vox puede que entre en la Cámara catalana.

Pero alrededor de los dos grandes bloques (independentistas y constitucionalistas) hay varias formaciones que deshojan la margarita para saber qué hacer: es el caso de Lliures, Convergents —ambos desgajados del PDeCAT— y la Lliga Democràtica. También PDeCAT y Partit Nacionalista Català, separado de aquel y liderado por Marta Pascal, estudian si finalmente concurren en coalición o no. De hecho, hasta hace poco, el PDeCAT no había roto amarras con su otra gran escisión, Junts per Catalunya (JxCAT), a la espera de una oferta generosa por parte de Carles Puigdemont que nunca llegó.

Foto: El presidente del PSC, Miquel Iceta. (EFE)

En las últimas semanas, según ha podido conocer El Confidencial, el PSC de Miquel Iceta mantuvo contactos con representantes de Lliures y de la Lliga para sondear la posibilidad de que se pudieran añadir a su candidatura. De hecho, los socialistas ya cuentan con Units per Avançar, el partido heredero de Unió Democràtica (UDC) liderado por Ramon Espadaler, con quien ya se presentó en las últimas autonómicas. La llegada de Salvador Illa no modificará la estrategia socialista en este ámbito.

El PSC mantuvo contactos con representantes de Lliures y de la Lliga para sondear la posibilidad de que se sumaran a su candidatura

En un principio, parecía que el catalanismo no independentista podía apoyar a Iceta, pero esa posibilidad se ha enfriado. Con la llegada de Illa, habrá que esperar a ver cuáles son los movimientos tácticos que emprende el catalanismo no 'indepe'. La causa, según explican a este diario fuentes de esas formaciones, es la estrategia del propio PSC. "Nosotros salimos a ganar —explica una fuente del PSC—. Somos el único partido de la oposición capaz de articular alianzas para formar Gobierno en caso de ganar las elecciones. En las últimas, ya se ha visto que Ciudadanos fue incapaz de hacerlo, a pesar de tener más diputados que nadie". Eva Granados especificó este jueves: "La Cataluña de la que habla esta campaña es la que hemos perdido por culpa del 'procés'. Es el anhelo de país que tenemos los socialistas para el conjunto de los ciudadanos. Es un proyecto para recuperar el país para todos y con todos".

La 'medicina vasca'

La estrategia de Iceta está clara y tiene tres vertientes: alimentar la confrontación entre JxCAT y ERC; ayudar en lo posible a la candidatura del PDeCAT para debilitar al sector de Puigdemont, y fagocitar a los comunes. Se trata de dar a estos la medicina vasca, que los convirtió en testimoniales en el Parlamento autonómico tras las últimas elecciones de aquel territorio. “El PSC es la auténtica garantía de la izquierda en Cataluña. Se trata de presentar al PSC como el único partido que puede empujar la economía para reconstruir el tejido económico e industrial en estos momentos e iniciar un proceso de reconciliación social en Cataluña, además de presentarse como un partido capaz de llevar a cabo una gestión eficiente y eficaz de los recursos públicos”, subrayan fuentes bien informadas a El Confidencial. No se tirará con bala contra los comunes, pero tampoco hace falta. Se trata de destrozar al rival sin que lo parezca. No es previsible que los comunes desaparezcan en Cataluña. Ni siquiera que bajen en escaños, aunque por intentarlo que no quede. Porque, si los comunes bajan, los socialistas se verán reforzados.

placeholder Iceta (c) habla con los exdiputados del PPC Xavier García Albiol (d), Daniel Sirera (2d), Alberto Fernández Díaz (2i), y el diputado popular Daniel Serrano (i). (EFE)
Iceta (c) habla con los exdiputados del PPC Xavier García Albiol (d), Daniel Sirera (2d), Alberto Fernández Díaz (2i), y el diputado popular Daniel Serrano (i). (EFE)

Esa es también la estrategia de Iván Redondo, el gurú de Pedro Sánchez. En el PSC, esperan que vuelque el aparato del partido en las elecciones catalanas. “Redondo se ha tomado estas elecciones como propias”, subraya una fuente. No es de extrañar, puesto que debilitando a los comunes debilita a Pablo Iglesias y reforzaría a Pedro Sánchez en la cúpula del Ejecutivo. Es una carambola de extraordinaria importancia.

Foto: Pedro Sánchez y Carlos Lesmes. (EFE)

El PSC presentará una campaña muy de izquierdas, con un alto contenido social, en la que no faltarán incluso reivindicaciones del Gobierno de España. El objetivo es situarse como la referencia de izquierdas en esta comunidad. Pero ese mismo posicionamiento de izquierdas es lo que siembra arenilla a la hora de que los partidos catalanistas no independentistas, que son de carácter liberal, le presten su apoyo.

Por otro lado, existe la posibilidad de que se pueda formar un nuevo tripartito tras los comicios, entre ERC, PSC y comunes. “Ya hemos tenido bastante con la experiencia. Jamás pactaremos de nuevo con ERC”, dice un alto dirigente socialista a este diario. Y subraya: “Hay una cosa que todos pasan por alto: nosotros rechazamos un tripartito; ERC, también. La conclusión es fácil: no podrá haber tripartito porque las fuerzas que han de componerlo no quieren”. En ERC, efectivamente, también rechazan esa posibilidad. La única que se ha postulado a favor es Ada Colau, que ha reclamado ese tripartito poselectoral, pero se ha quedado sola en el intento.

Colau ha reclamado ese tripartito poselectoral, pero se ha quedado sola en el intento

El pacto de los presupuestos en el Ayuntamiento de Barcelona, apoyados por los comunes, socialistas y republicanos esta misma semana, podría ser una señal de que puede haber entendimiento. Y por eso desde JxCAT no se pierde oportunidad de atacar al adversario. “Que a nadie le quepa duda de que ERC preferirá un frente de izquierdas que un frente nacional. Creemos que ya tienen un acuerdo pactado, pero no lo quieren hacer público para no quedar mal en campaña electoral”, explica una fuente cercana a Junts.

Desde ERC, contestan que el apoyo a los presupuestos del ayuntamiento no quiere decir nada y le recuerdan a JxCAT que “quienes tienen que hacérselo mirar son ellos, que han dado la Diputación de Barcelona a los socialistas". "Que Puigdemont diga si votará como presidente al candidato de ERC si ganamos las elecciones. Nosotros ya hemos dicho que, si ellos ganan, les votaremos, pero ellos no han dicho nada. JxCAT está siendo muy poco leal”, se quejan en el bando republicano.

¿Un nuevo PNV catalán?

En esta puja ideológica, el PSC espera que ERC se consolide como una especie de PNV en Cataluña, “un partido pragmático que va a la suya, pero que es democrático y leal institucionalmente”. Incluso no vería mal, afirman algunas fuentes, que el PDeCAT pudiese entrar en la dinámica de ERC de abandonar la unilateralidad y la deslealtad institucional y facilitase un Gobierno ERC-PSC. Todo ello, evidentemente, con un cierto peso. Las encuestas oficiales dan a PDeCAT, como mucho, un representante. Las encuestas internas de esta coalición le dan tres en provincias y cero o tres en la circunscripción de Barcelona. En el mejor de los casos, pues, incluso podría formar grupo parlamentario propio y convertirse en árbitro.

Foto: El líder del Partido Popular, Pablo Casado. (EFE)

“Lo que ha habido es la orden de ayudar en lo posible al PDeCAT. Los socialistas quieren que salga fuerte de estas elecciones y lo ayudarán en lo posible. Quieren que sea un elemento clave de la nueva gobernabilidad”, explica una fuente bien informada a este diario. Desde las filas del PSC, se toman con filosofía el asunto. “Nosotros vamos a lo nuestro y pondremos sobre la mesa nuestras propuestas. No nos metemos con lo que hagan los otros ni apoyamos a otro partido. Conquistaremos a los ciudadanos con nuestro programa exclusivamente. Decir que nuestra preocupación es apoyar al PDeCAT parecen excusas de mal pagador. Que cada cual defienda sus propuestas ante las urnas. Y, como dijo Miquel Iceta en varias ocasiones, no pactaremos con ninguna fuerza independentista. Que nadie tenga ninguna duda”, señalan fuentes cercanas al PSC.

En esta puja ideológica, el PSC espera que ERC se consolide como una especie de PNV en Cataluña

A estas alturas, pues, el PSC cuenta solo con Units per Avançar como socio de coalición proveniente del espectro catalanista. Los demás partidos no se atreven a entrar en sus dominios por la fuerte carga ideológica que pretende imprimir a su campaña. “Lo malo es la estrategia cambiante del PSC. Y, además, Iceta está mudo y desaparecido en combate. No conocemos exactamente cuáles son sus propuestas”, explican fuentes de las formaciones nacionalistas no independentistas a este diario. Y añaden: “Por lo que vamos sabiendo, el proyecto de Iceta es lo contrario a lo que queremos. Es un proyecto muy peligroso”. De esa manera, una parte del catalanismo seguirá esperando su oportunidad en el andén de la estación.

Antes de que se supiera que el ministro Salvador Illa sería el candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat, las elecciones catalanas se presentaban duras y movidas. Desde el pasado miércoles, aún más. Además de las peleas internas del independentismo, con ERC y JxCAT enfrentados, los partidos no secesionistas se juegan también mucho. El PSC es el que parte con mayor ventaja, según las encuestas, con una subida de hasta casi una decena de diputados, aprovechándose del bajón a la mitad de Ciudadanos, el mayor partido en el Parlament a raíz de los pasados comicios de 2017. De hecho, su lema, presentado ayer por su portavoz parlamentaria, Eva Granados, dice bien a las claras cuál es el espíritu de su campaña: “Vuelve Cataluña”. El PP es otro que espera aprovecharse del bajón del partido que lidera Inés Arrimadas. Además, Vox puede que entre en la Cámara catalana.

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