La fecha de las elecciones catalanas provoca otra pelea entre ERC y JxCAT

La fecha de las elecciones catalanas es la nueva excusa para que los dos partidos independentistas catalanes, JxCAT y ERC, se tiren otra vez los trastos a la cabeza. Y es que las relaciones entre ambos socios de gobierno no pasan por su mejor momento. El presidente del Parlament, el republicano Roger Torrent, provocó este viernes una pequeña tormenta política al desvelar en una entrevista radiofónica que las elecciones serán el próximo 14 de febrero.

Es una cuestión matemática, afirmó Torrent, porque si no hay candidatura para una investidura (aunque está por ver si se presenta alguna), se han de poner en marcha los mecanismos previstos en la ley. Y eso comporta que el plazo para la celebración de las elecciones termine el 10 de febrero. Como es un día laborable, y debido a la situación de crisis sanitaria que padecemos, lo normal, añadió el presidente de la Cámara, es que los comicios se celebren el siguiente fin de semana, es decir, el domingo 14 de febrero.

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La portavoz de JxCAT en el Congreso y una de las que opta a encabezar la candidatura de los posconvergentes, Laura Borràs, fue la primera en contestar al dirigente de ERC, echándole en cara que la fecha de las elecciones “debería haberse acordado previamente” con JxCAT, puesto que así lo habían hablado ambos partidos.

De hecho, la fecha de la convocatoria podía ser el 31 de enero, el 7 de febrero o el 14 de febrero, pero Torrent ya decidió por sí solo. También Meritxell Budó, consejera de Presidencia, se vio sorprendida por el anuncio y afirmó que no es normal que Torrent no le hubiese comunicado cuándo serán las elecciones en Cataluña. La consejera, no obstante, trató de no entrar directamente al trapo. “Seguramente no es normal esta falta de comunicación. Tendremos las explicaciones oportunas de porqué ha sido así”, añadió.

La caída de un alcalde de ERC

Este episodio se produce al mismo tiempo que otra trifulca entre ambos: una moción de censura en el municipio gerundense de Calonge y Sant Antoni, donde el candidato de JxCAT ha descabalgado al de ERC con el apoyo de PSC y PP. En esa ocasión, sin embargo, tanto PP como JxCAT desautorizaron a sus respectivos concejales.

Ello no fue óbice como para que Sergi Sabrià, presidente del grupo parlamentario de ERC, emitiese un doloroso mensaje: “Hoy, en el Ayuntamiento de Calonge, JxCAT, de Carles Puigdemont, los socialistas de Miquel Iceta y los populares de Díaz Ayuso perpetraron el ‘Pacto de la Vergüenza’.

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Una sociovergencia con el PP y todo. La diputación de Barcelona [donde los posconvergentes dieron la presidencia al PSC] y algo más. Flaco favor a un país que quiere ser libre, flaco favor a la unidad”. El republicano ponía así el dedo en la llaga achacando a los posconvergentes la culpa de que no haya unidad independentista. De hecho, el pacto incluía también a una candidatura independiente de Republicanos, mientras que los posconvergentes habían concurrido con las siglas JuntsxCalonge. El equipo de gobierno estaba formado por ERC y por Avancem, un pequeño partido desgajado del PSC.

Quien le respondió fue Elsa Artadi, jefa de filas de JxCAT en el Ayuntamiento de Barcelona y persona muy cercana a Puigdemont: “No hace falta que mientas para rascar cuatro votos que son de perdedores. Sabes perfectamente que no son concejales de Junts, el partido del ‘president’ Puigdemont”. No obstante, el candidato de JuntsxCalonge era el candidato oficial de la posconvergencia y, por si fuera poco, participó en la campaña de las europeas del año pasado (llegó a dar un mitin junto al exeurodiputado y actual consejero de Empresa, Ramon Tremosa) apoyando la lista que encabezaba Carles Puigdemont.