Las condiciones de ERC para abrir la mesa con Sánchez: autodeterminación y amnistía

ERC espera un gesto del Gobierno central para sentarse a negociar y abrir la mesa de diálogo bilateral entre Cataluña y España. Lejos de las estridencias de Junts per Catalunya (JxCAT), que exige instaurar la figura del mediador y que el Gobierno central haga una declaración pública de apoyo a los ‘presos políticos’, los republicanos mantienen el timón de lo que debe ser la mesa de diálogo por la que ellos apostaron desde un principio.

“Que no se haga ilusiones nadie. Aquí la iniciativa la llevará Pere Aragonès [vicepresidente de la Generalitat y líder de ERC], que apostará hasta el último minuto por el diálogo”, advierten desde las filas republicanas. Y es que la decisión de los jueces de revocar el tercer grado a la mayoría de presos condenados por el 1-O ha puesto a la mesa bilateral en entredicho y puede contribuir a enrarecer aún más el ambiente político en Cataluña.

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La situación es delicada tras esa decisión. “Nosotros ponemos la amnistía encima de la mesa porque hemos de partir en igualdad de condiciones en la negociación. Si alguien está convencido del diálogo es ERC. Pero estamos a 29 de julio y aquí nadie ha puesto fecha a la reunión. En cambio, acabamos el mes con esta noticia tremebunda de que se revoca la libertad de los presos. Y, además, con la perspectiva de que la represión puede no quedarse sólo en lo del tercer grado, sino que puede ser revocada incluso la aplicación el artículo 100.2 [que permitía a los presos también salir de la cárcel a trabajar]”, denuncian desde Esquerra.

Por eso, ponen ahora sobre la mesa dos condiciones para retomar el diálogo: autodeterminación y amnistía. Son dos temas sobre los que se puede hablar o discutir. “Nosotros sabemos lo que ponemos en la mesa. Lo que no sabemos es lo que pone el Gobierno español. Si, por ejemplo, ponen el indulto y una nueva financiación, tú puedes estar o no de acuerdo, pero por lo menos es una manera de poder empezar a hablar de algo. Partiríamos de unos mínimos y sabríamos a qué atenernos”, advierten los republicanos. No se trata, pues de que los temas puestos a discusión tengan que ser aprobados sí o sí, sino que se trata de negociarlos. Luego ya habrá tiempo para flexibilizaciones de todas las partes.

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Añaden las fuentes, no obstante, que lo importante no es la fecha en que se tiene producir la mesa de diálogo, sino el contenido. “ERC siempre ha dicho que hay que hacer una mesa con garantías. Lo importante es que empiece a andar y que el día en que nos sentemos estemos en igualdad de condiciones”.

Las estridencias de JxCAT

Tanto el presidente de la Generalitat (JxCAT), Quim Torra (dijo que el auto del Supremo es una “venganza”), como el fugado Carles Puigdemont (que calificó la decisión de “venganza” de las “togas salvapatrias”), así como otros dirigentes posconvergentes, han denunciado la “represión histórica” de España contra el independentismo materializada ahora con la decisión judicial de suspender la semilibertad de los condenados, ya que ninguno de ellos ha cumplido la cuarta parte de su condena y, además, lejos de arrepentirse de sus delitos, han dicho en público, por activa y por pasiva, que lo volverán a hacer.

JxCAT también emitió un comunicado oficial este miércoles en el que acusan a Pedro Sánchez y a Pablo Iglesias de “no mostrar ninguna voluntad política de resolver el conflicto político”. Califica la decisión de los jueces de “ataque de venganza del Estado español” y resalta que la mesa de diálogo no solo no ha registrado un solo avance “en la resolución el conflicto político entre Cataluña y el Estado español”, sino que “ni siquiera ha servido para frenar su deriva represora contra el conjunto del independentismo”. Propugna, pues, “rehacer la unidad y replantear estrategias”, emplazando a los demás actores políticos y sociales catalanes “a preparar la estrategia que permita superar la dinámica represora y retome el camino de esperanza y de futuro que nos merecemos y al que tenemos derecho”.

Los de Puigdemont aprovechan para poner sobre el tapete que la figura del mediador, que ya había sacado a la palestra hace meses esta fuerza, es imprescindible ahora más que nunca. Sin él, asegura JxCAT, no son posible ni avances en la mesa ni cumplimiento de acuerdos. El consejero de Territorio, Damià Calvet, por su parte, pidió este miércoles una rectificación del Gobierno español, ya que sin ella no es posible una negociación. En esa petición, Calvet coincide, en parte, con ERC.

Desde las filas republicanas se asegura que lo que digan las otras fuerzas independentistas “nos parece bien, pero el primero que habló con un tono muy claro fue Aragonès y será él quien marque la pauta. No hay que olvidar que fue ERC quien defendió contra viento y marea el diálogo, aunque ahora, en la situación actual, no se pueda sostener. Por eso lo que queremos es que nos planteen propuestas sobre las que negociar o discutir”.

Justifican también la petición de intervención del Ejecutivo español en el asunto por lo que afirmó Pedro Sánchez. “El primero que dijo que la petición de la Fiscalía pidiendo la revocación del tercer grado rompía la mesa fue el vicepresidente catalán. Y apuntamos directamente al Gobierno central porque el propio presidente español dijo hace unos meses que la Fiscalía dependía de su Gobierno. Por tanto, que haga un gesto para rectificar y acabe con esta fórmula de represión”, afirman en ERC. En resumen, los republicanos insisten en que “tenemos una percepción: no podemos retomar el diálogo si no hay un punto de partida. Ese punto de partida es que la otra parte ponga sus temas encima de la mesa”.