Es noticia
El coronavirus se descontrola en Lleida y la Generalitat ya no puede culpar a España
  1. España
  2. Cataluña
Se tensiona la relación entre Torra y ERC

El coronavirus se descontrola en Lleida y la Generalitat ya no puede culpar a España

La 'consellera' de Salut, Alba Vergés, sigue sin nombrar un director general de Salut Pública, se carece de una estrategia de test masivos y falta personal para rastrear los contactos

Foto: Vista de la residencia geriátrica Sant Josep en Lleida, donde se ha producido uno de los 14 brotes de coronavirus detectados en la comarca del Segrià. (EFE)
Vista de la residencia geriátrica Sant Josep en Lleida, donde se ha producido uno de los 14 brotes de coronavirus detectados en la comarca del Segrià. (EFE)

El coronavirus se ha descontrolado en Lleida y sin el estado de alarma la Generalitat no ve el camino para poder echarle la culpa al Gobierno de España, con lo que se están generando tensiones entre Quim Torra, partidario de volver a confinar Lleida capital y comarcas limítrofes, y ERC, que no quiere perjudicar al alcalde de la capital, que es de su partido, con un nuevo parón económico en la región. Sin embargo, fuentes del hospital de referencia de la zona, el Arnau de Vilanova, aseguran que la trazabilidad ya se perdió hace dos días y que la enfermedad se encuentra fuera de control en esa zona.

El rebrote de Lleida es el más importante de Cataluña, pero no el único. En la zona de la capital leridana, se han detectado 195 casos nuevos en dos días, según los datos aportados por la Generalitat. Ya hay 68 pacientes ingresados, ocho de ellos en la unidad de cuidados intensivos. La previsión, según fuentes médicas de la zona, es que en los próximos días estas cifras crezcan de manera exponencial. El foco del problema son trabajadores temporeros del sector de la fruta, muchas veces subsaharianos con escasa documentación, nulos incentivos para acudir a los centros sanitarios y que o viven en la calle o hacinados en infraviviendas. La Generalitat tendría que haber sido proactiva con este colectivo, pero no lo hizo y ahora se están pagando las consecuencias.

La Generalitat podría endurecer el confinamiento si no hay mejoría en 15 días

Pero en Barcelona también hay dos rebrotes, menos graves pero también preocupantes y que llevan a la misma conclusión: la Generalitat no controla la crisis. Hay un rebrote en Sants y otro en Sarrià Sant Gervasi. Sin embargo, aquí todavía hay esperanzas de mantener un cierta trazabilidad, más fácil que con el colectivo de trabajadores africanos temporeros de la fruta.

La 'consellera' de Presidència, Meritxell Budó, anunció ayer tras la rueda de prensa del Consell Executiu que el Procicat —el comité de emergencias de la Generalitat— iba a recomendar el uso obligatorio de la mascarilla para intentar contener la enfermedad. “El virus continúa entre nosotros, debemos ser conscientes de que mientras no tengamos la vacuna debemos poner otro tipo de barreras: distancia, higiene de manos y mascarillas. Estamos viendo que el uso de la mascarilla sirve para aumentar la concienciación”, aseguró.

Dos de las plantas del hospital de Lleida, para enfermos de covid-19

Todo a la responsabilidad individual

La estrategia pasa por traspasar todo el peso de la situación a la responsabilidad individual de los ciudadanos, mientras que la Generalitat, que ahora que con todas las competencias no puede culpar a España, elude las suyas. Al volver a hacer obligatorio el llevar la mascarilla a todos los catalanes independientemente de la distancia física, se les está responsabilizando de los rebrotes. Pero, mientras, la Generalitat continúa sin hacer los deberes.

La 'consellera' de Salut, Alba Vergés, sigue sin nombrar un director general de Salut Pública, por lo que la gestión directa de la pandemia sigue descabezada a nivel técnico. La plantilla de rastreo de los contactos se encuentra infradotada, ahora que Ferrovial no los hace, pese a que su contrato sigue en vigor. Solo unos pocos médicos jóvenes pendientes de que les asignen destino están llevando a cabo esta tarea. Además, se ha renunciado a hacer test masivos de PCR para mapear las zonas afectadas. Sin todas estas medidas, el que se obligue a todos los catalanes a llevar mascarilla acabará siendo poco relevante. Pero sirve para eludir la responsabilidad de la Administración y endosársela a los ciudadanos.

En este contexto, la prioridad de la Administración es ir cerrando vías de agua. Si la Generalitat hubiese sido proactiva con el colectivo de temporeros de la fruta, a los que debería haber aislado, hecho análisis y, en el peor de los casos, pagado un jornal para incentivarles a acudir a los centros médicos, la situación no estaría así. Pero llegaron a Lleida 30.000 temporeros para trabajar en la recogida de la fruta y no se hizo nada, de manera que ahora se está intentando poner parches.

Reclutamiento médico

La situación es tal que la Generalitat está pidiendo médicos y enfermeros voluntarios que acepten trabajar en la zona de Lleida, en previsión de que el personal del Arnau de Vilanova quede sobrepasado. Además, las vacaciones se han estructurado, como en el resto de hospitales catalanes, en julio y agosto, en previsión de que el rebrote fuese en octubre. Visto lo visto, el coronavirus ha decidido no esperar. Y las temperaturas de más de 30º que se están viviendo en Lleida, en contra de lo que se esperaba, no han servido para frenar la transmisibilidad del virus, ya veremos si tienen algún efecto en su letalidad.

La Costa Dorada, preocupada por el confinamiento del Segrià

La Generalitat ya ha admitido que en Lleida se está produciendo transmisión comunitaria del covid-19, es decir, aquella fuera de los ámbitos laborales o estrictamente familiares. En la Generalitat, Torra presiona para aplicar un confinamiento domiciliario. Pero ERC, con Miquel Pueyo, alcalde de Lleida, a la cabeza, sabe que eso es un golpe mortal para el turismo en la zona en pleno mes de julio. Y se resiste. La Generalitat perdió un mes clave desde que empezó la temporada de la fruta, a finales de mayo, y ahora se está pagando muy caro.

El coronavirus se ha descontrolado en Lleida y sin el estado de alarma la Generalitat no ve el camino para poder echarle la culpa al Gobierno de España, con lo que se están generando tensiones entre Quim Torra, partidario de volver a confinar Lleida capital y comarcas limítrofes, y ERC, que no quiere perjudicar al alcalde de la capital, que es de su partido, con un nuevo parón económico en la región. Sin embargo, fuentes del hospital de referencia de la zona, el Arnau de Vilanova, aseguran que la trazabilidad ya se perdió hace dos días y que la enfermedad se encuentra fuera de control en esa zona.

Quim Torra Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) Cataluña Meritxell Budó Generalitat de Cataluña
El redactor recomienda