Puigdemont abandera una revuelta fiscal contra Hacienda vinculada a sus donaciones

Carles Puigdemont está promocionando una curiosa campaña de objeción fiscal lanzada por su Consell de la República. Con la excusa de rechazar la monarquía, Puigdemont pide a sus seguidores que le donen dinero y que luego descuenten esa misma cifra de la declaración de la renta de este año. La cifra se declararía a Hacienda como una especie de "objeción fiscal" y ofrece entregar a los donantes recibos de sus aportaciones a CATGlobal ASBL, la asociación a través de la que paga su residencia de Waterloo y su estructura de personal en Bélgica. La referencia a CATGlobal aparece en el documento de su Consell per la República que se puede bajar de su web y que se recomienda presentar en las alegaciones al fisco cuando se declare esta deducción fiscal fallida.

Puigdemont lanzó la campaña a mediados de abril, con la excusa de recaudar fondos para el coronavirus, a través del Fondo Republicano para la Acción Solidaria que dice que ha creado pero que en realidad solo es un apunte contable, ya que el dinero va a CATGlobal ASBL, tal y como confirman fuentes del entorno del 'expresident' en Bruselas. La iniciativa no está siendo un éxito por la fuerte crisis en la que está sumida Cataluña, igual que el resto de España y Europa, a causa del coronavirus. Desde que se lanzó la propuesta, se han captado 15.465 euros, según el propio contador del Consell per la República. Muy poco para la capacidad de movilización del independentismo. No consta cuántos de los donantes ha optado por declarar estas cifras a Hacienda, descontándolo de lo que deben pagar.

Tampoco es extraño por lo exótico de la propuesta. El Consell per la República avisa de que los independentistas que opten por esta protesta serán requeridos por Hacienda. Y cuando se reciba el requerimiento se recomienda presentar un modelo de alegación a Hacienda que entre otras cosas señala: "Para justificar mi objeción fiscal voy a adjuntar a mi declaración de renta, dirigida al Ministro de Economía y Hacienda español, dos documentos: a) una carta y b) el comprobante del ingreso realizado al Fondo Republicano de Acción Social del Consejo por la República (CATGLOBAL ASBL), documentos que deben estar depositados en la agencia tributaria española. Es decir, el dinero se lo queda Puigdemont y el donante, los problemas con Hacienda. No resulta una oferta muy tentadora por muy independentista que sea uno.

Puigdemont se ha cuidado mucho de promocionar la protesta personalmente. Pero ha retuiteado la campaña, en la que ha participado el actor Toni Albà, imitador del Rey Juan Carlos I y el rapero Valtonyc, huido en Bélgica con Puigdemont.

Apropiación indebida

Fuentes del mundo de los fiscalistas en Barcelona apuntan a que la propuesta del Consell per la República "bordea la apropiación indebida" porque Puigdemont invita a que se entregue a su asociación lo que correspondería pagar al fisco. Pero aseguran que Hacienda no irá contra el expresidente catalán. Opinan que a Hacienda le bastará con ignorar las alegaciones e ir contra los donantes, a los que podrá aplicar un recargo e intereses de demora. Multa no, porque el propio donante confiesa su infracción en la declaración de IRPF de este año. Ahora se está en plena campaña. La propuesta resulta tan descabellada que no se espera que tenga muchos seguidores.

Desde el Consell per la República se califica la campaña de renta de este año de "humillación" y se aboga por pagar menos de lo que corresponde

En la promoción de esta campaña se usa una cita de Gandhi: "El primer principio de la acción no violenta es el de la no cooperación con todo lo que sea humillante", lo que refleja cómo se percibe la campaña de renta que está teniendo lugar justo ahora.

Ironías de la situación

Más allá de lo exótico y minoritario de la iniciativa, que una entidad como CATGlobal ASBL sea utilizada para no pagar a Hacienda contiene muchas paradojas, Una de ellas es que el fundador y administrador de esta entidad es el senador español por JxCAT, Josep Maria Matamala, amigo personal de Puigdemont.

La poca aceptación y seguimiento de esta protesta coincide con un momento bajo de todas las actuaciones del Consell per la República, que con el coronavirus ha pasado a un segundo plano, mientras que la Generalitat y Quim Torra han ganado protagonismo. No es tanto que el independentismo esté de baja, que no lo está, sino que el foco está virando del exterior de la Cataluña a la interior.