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Caos en el aeropuerto, Guardiola... Los radicales se la juegan a tener eco en Europa
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apelan con manuales a resistir en la calle

Caos en el aeropuerto, Guardiola... Los radicales se la juegan a tener eco en Europa

El principal interés del independentismo es captar la atención mundial. Si esta vez no hay un gesto más allá de nuestras fronteras, el ‘procés’ habrá muerto definitivamente

Foto: 'Mossos' cargan contra los manifestantes en el aeropuerto de El Prat. (EFE)
'Mossos' cargan contra los manifestantes en el aeropuerto de El Prat. (EFE)

El ánimo independentista, tras varios meses bajo mínimos, llegó este lunes a su clímax aferrado a la sentencia del Supremo contra los líderes del 'procés' y las condenas de entre nueve y 13 años. Para ello, se fijaron un objetivo principal: colapsar los accesos al aeropuerto como hicieron los activistas de Hong Kong. El soberanismo sacaba pecho y se ufanaba en todas las plataformas de las redes sociales de que el bloqueo del aeropuerto había sido noticia en “las grandes televisiones mundiales”. Objetivo cumplido, pues.

Las manifestaciones por la sentencia del 'procés'

Para dar más repercusión internacional, Tsunami Democràtic, la plataforma organizadora de la respuesta en la calle, emitió un ‘comunicado de prensa internacional’ a través de TV3, AFP y la BBC a las nueve de la noche. El protagonista indiscutible, Pep Guardiola, que en inglés acusó a España de "atacar los derechos humanos" con la sentencia, vulnerando “los derechos de reunión y manifestación, el derecho a la libertad de expresión y el derecho a un juicio justo”. Como si fuese el Estado español, y no un tribunal, quien condenase a los políticos. La pregunta que queda en el aire es sencilla: ¿lo haría una hipotética república catalana?

Aseguró, por otra parte, que el Gobierno español no ha querido solucionar el conflicto a través del diálogo y que optó por la represión como “única respuesta”. Y pidió, por último, que la “sociedad civil internacional presione a sus gobiernos para intervenir en este conflicto y encontrar soluciones políticas y democráticas”.

Mientras se emitía el comunicado de Guardiola, en El Prat se producían cargas por parte de los Mossos y de la Policía Nacional —que en esta ocasión sí trabajaron de manera coordinada— para intentar despejar la terminal, ocupada durante toda la tarde por miles de personas. El Gobierno de Pedro Sánchez hacía balance de la situación e intentaba minimizar el bloqueo en el aeropuerto: a las 20:00, 110 vuelos cancelados de los 1.066 programados para todo el lunes, lo que supone que se ha visto afectado el 13% de los vuelos. "Los accesos al aeropuerto por carretera y transporte público a la Terminal 1 están bloqueados por los manifestantes. Se han habilitado procedimientos para trasladar pasajeros de llegada de la T1 a la T2, para que puedan hacer uso del transporte público desde allí".

"No se ha producido ningún acceso a zona restringida", insistía el Gobierno en funciones, y es que unas 80 personas habían intentado bloquear por la tarde los accesos al Centro de Control Aéreo de Gavà para impedir que los controladores aéreos pudiesen proceder al relevo en sus turnos. Esta es una infraestructura de las denominadas críticas. No pudieron, porque la Brigada Móvil de los Mossos actuó diligentemente.

Tras los incidentes de ayer queda, pues, una constatación evidente: el principal interés del independentismo es captar la atención mundial. Si esta vez no hay un gesto más allá de nuestras fronteras, el ‘procés’ habrá muerto definitivamente. Por eso, se afanaron en tener eco internacional con acciones copiadas de las manifestaciones de Hong Kong: desde hace semanas venían repitiendo que, con 5.000 activistas, los hongkoneses paralizaron completamente el aeropuerto de su ciudad, mucho más grande que el de Barcelona. Y copiaron la táctica: intentar pasar desapercibidos, como turistas, para colapsar mostradores y espacios. La Policía, sin embargo, estaba esperando con varios cientos de efectivos entre policías y guardias civiles.

Máxima tensión frente a la Jefatura de la Policía Nacional en Barcelona

La intención era pernoctar ante el aeropuerto para magnificar internacionalmente el conflicto. Mientras varios miles de activistas se hacían fuertes en el exterior, 8.000 turistas sufrían dentro de las instalaciones aeroportuarias las inclemencias de la protesta: llegaron a Barcelona y se encontraron con que no les dejan salir del aeropuerto porque los accesos están bloqueados por los manifestantes.

La consigna que acompañaba el llamamiento al bloqueo era radical: ‘Spain is a fascist state’. Denunciaban a última hora de la tarde que había “al menos 37 heridos por las cargas policiales". Y, paralelamente, los Mossos lanzaron su aviso: “Os recordamos que acceder a zonas restringidas de los aeropuertos es un delito muy grave. Seguid las indicaciones policiales en todo momento”. Minutos antes, había saltado la información de que algunos exaltados querían convencer a otros de desbordar las vallas del aeropuerto e invadir las pistas de aterrizaje. Y en ese momento, un grupo de manifestantes intentaba romper las puertas de emergencia del aeropuerto para acceder al interior.

Culmina el bloqueo del aeropuerto

Pero ya comenzaba a hacerse sentir el paso del tiempo. A los pocos minutos, todas las redes sociales pedían ayuda. “Buenas noches. En el aeropuerto hacen falta relevos, pasad el mensaje a tantos como podáis que saben que pueden o quieren venir”, y justo a las 22:00, cuando se incrementaban las cargas policiales para desalojar la terminal, Tsunami Democràtic daba por concluida "la acción del aeropuerto" y se avisaba de que, una vez conseguido el objetivo, este martes se anunciarían nuevos planes. Los comentarios en la cuenta de Tsunami en Twitter no tienen desperdicio: la mayoría de sus activistas no entendían la orden de desalojar y se sentían estafados.

Mientras el bloqueo del aeropuerto parecía tocar a su fin, el escenario de mayor tensión se trasladó a la Vía Laietana, cerca de la Comisaría de Policía. Allí había desembocado la concentración de plaza Sant Jaume. Los CDR habían convocado su marcha a las 19:30 con el objetivo de llegar a la plaza a las 20:00, la hora oficial de la concentración. En el transcurso de la marcha, la organización radical hizo un alto en el camino al pasar por delante de la Jefatura Superior de Policía, donde increpó a los agentes de la Policía Nacional con consignas como "Las calles serán siempre nuestras" y "Fuera las fuerzas de ocupación". Los principales incidentes se produjeron ante la jefatura, donde se lanzaron piedras y vallas contra los antidisturbios.

A lo largo y ancho de Cataluña, a la misma hora, había concentraciones en las principales villas, además de cortes de carreteras en una decena de lugares, como la C-25 en Vic, la AP-7 de Sant Celoni, la A-2 en Esparreguera o la A-7 en Tarragona. Otras 'noticias' difundidas por Tsunami resultaron ser un 'fake', como el supuesto atasco en las inmediaciones de Barajas por el envío 'sorpresa' de 1.200 activistas con vehículo. No hubo tal: simplemente, el atasco típico en Madrid los días de lluvia. Aena y las cámaras de la DGT desmentían la noticia de las plataformas radicales que, incluso, llegaron a dar las "gracias a Madrid".

Los CDR montan barricadas en la AP-7 y paralizan la circulación

Órdenes a los radicales para los próximos días

La tensión en la calle se espera que se prolongue en el tiempo. Para los próximos días, desde las plataformas radicales se alienta a participar en todas las protestas. Recomiendan utilizar mascarillas para que la policía no pueda reconocer a sus agresores, de la misma manera que hacen en Hong Kong. Además de tener equipos de especialistas (los que cargan contra los agentes, los que devuelven los botes de humos, los que llevan avituallamiento, los que ayudan en tareas de intendencia…), el independentismo se prepara para un salto cualitativo en su ofensiva. El movimiento de ‘no violencia’ no es pacifista, sino todo lo contrario: se trata de acosar al rival hasta hacerle perder los estribos. Y en eso, las estrategias han sido milimétricamente estudiadas durante los últimos meses.

Las últimas instrucciones llegaron este lunes. Para la gran mayoría de activistas, el enfrentamiento con las fuerzas del orden es el momento más crítico. Y para ello, se han dado ya instrucciones precisas. Como si de un tutorial se tratara, las plataformas más radicales ya han hecho saber a sus huestes cómo pertrecharse a través de un vídeo: “Esto es lo que más se vende. Para los brazos, la esterilla de espuma de 'camping'. Cuesta 4,99 euros. Se recorta y la envuelves en los brazos. Si ves venir la porra, pon el brazo y la paras. Ya te pueden dar, que no sentirás ningún dolor (yo llevo casco discretito de rugby; los hay baratitos y de colores que parecen un sombrero y no como si fuésemos a la guerra...)”. “Cazoleta para las partes nobles, importante. Ya la tengo. Y para las pelotas de goma, gafas de caza. Cuestan 7,95 euros y están hechas a prueba de balas y, por tanto, aguantan las pelotas de goma. Finalmente, guantes de portero con refuerzo, el modelo 500 es el mejor, para que no se tuerzan los dedos. Con esparadrapo. Mejor no comprar los que tienen protección metálica porque se puede romper el dedo e igual te clavas el metal en la mano”.

El ánimo independentista, tras varios meses bajo mínimos, llegó este lunes a su clímax aferrado a la sentencia del Supremo contra los líderes del 'procés' y las condenas de entre nueve y 13 años. Para ello, se fijaron un objetivo principal: colapsar los accesos al aeropuerto como hicieron los activistas de Hong Kong. El soberanismo sacaba pecho y se ufanaba en todas las plataformas de las redes sociales de que el bloqueo del aeropuerto había sido noticia en “las grandes televisiones mundiales”. Objetivo cumplido, pues.

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