'Mossos' soberanistas inician una caza de brujas interna ante la pasividad del Govern

Un grupo ultraindependentista de los Mossos d’Esquadra ha disparado las alarmas dentro de este cuerpo policial: el pasado 4 de enero, puso en marcha una cuenta en Twitter. El asunto no tendría más trascendencia si no fuese porque en esta semana han comenzado una auténtica ‘caza de brujas’ dentro de los Mossos d’Esquadra para denunciar y publicar los datos personales de todos los agentes que no se alineen con el independentismo. Es un aviso a navegantes, una advertencia sobre lo que puede pasar si alguien se desvía de la ‘doctrina’ soberanista.

El primer aviso serio llegó con un contundente tuit contra el líder de Mossos por la Constitución. “La definición de rata nos parece muy apropiada para identificar a aquellos que, como Ángel Gómez, ex guardia civil y presidente de la Unión de Mossos por la Constitución, se esconde bajo el falso nombre de Felipe y desfila, con la cara invisibilizada y la voz distorsionada, por las televisiones de la caverna mediática”, escribían.

Era un torpedo a la línea de flotación de los agentes autonómicos comprometidos con la democracia y que reclaman una ‘pasarela’ para que policías de los Mossos puedan cambiarse de cuerpo policial y pasarse a Policía Nacional o a Guardia Civil.

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El domingo, ponían en el disparadero a la agente Lourdes M. R., destinada en Vic. “Guilleries ha adivinado la identidad de una 'mossa' que filtra información a la caverna mediática. Es Lourdes M. R., destinada en Vic, con estrechos vínculos con la Guardia Civil”. Acompañaban este texto de una fotografía de la agente junto a otros 'mossos' y el portavoz municipal del PP en esa localidad. Omitían, sin embargo, que está casada con un guardia civil y que quiere cambiar de administración por razones familiares.

“Lo que pasó es que, junto a Mossos por la Constitución, los representantes del CSIF habíamos ido a entrevistarnos con el miembro de un partido con representación municipal, nada más. En esa reunión ni se habló de política ni se habló de nombres”, explica a El Confidencial una fuente del CSIF, sindicato al que pertenece la agente. Esta ya ha presentado una denuncia por calumnias ante las graves acusaciones vertidas contra ella, además de temer por su integridad física y la de su familia, ya que vive en Vic, el epicentro de la Cataluña profunda, el pueblo donde el ayuntamiento no solo mantiene un gran cartel independentista en su sede, sino que “plantó un árbol de Navidad que tenía en la cima un lazo amarillo y no una estrella. Y eso sin hablar de las continuas proclamas soberanistas a través de la megafonía pública”.

No a los agravios comparativos

Una fuente del Sindicat de Policies de Catalunya (SPC) explica también a este diario que “hace tiempo que un grupo de 'mossos' independentistas está funcionando al margen de las leyes. Hay gente que incluso llama colonos a los catalanes que no son independentistas. Pero están fuertemente estructurados y cuentan con el beneplácito de las estructuras políticas del Govern”.

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Otras fuentes policiales explican que estas situaciones de caza de brujas se dan por el distinto rasero que aplica el Gobierno catalán a todas sus actuaciones. Hace pocas semanas, el propio consejero del Interior, Miquel Buch, anunció la apertura de una nota informativa reservada contra el agente autonómico que, en una manifestación, respondió a un agente rural: “La república no existe, idiota”.

Queda en el aire, no obstante, la permisividad del Govern de Quim Torra con los suyos, es decir, de los 'mossos' independentistas que son tolerados e incluso jaleados desde algunos partidos o desde instancias públicas. En realidad, según manifiestan fuentes internas de los Mossos, tras la estructura del grupo de Guilleries hay una bien nutrida plataforma de independentistas, algunos con asiento en la cúpula de entidades públicas soberanistas. Según estas fuentes, esa militancia ha hecho que estén blindados dentro del cuerpo y que tanto Torra como su consejero eviten abrir expedientes sobre sus actuaciones o sus manifestaciones públicas.

Contra policías y guardias civiles

Pero el peligro es el odio social que conlleva su activismo. En la corta existencia de la página de Twitter de Guilleries, algunos 'hiperventilados' aplauden la caza de brujas de los ‘agentes infiltrados’. “Este tío es una rata y como buena rata está rodeada de mierda, como algún dirigente de CSIF-Mossos”, aplaudía un activista ante el ataque frontal de Guilleries al presidente de la UMC. Otro se presentaba como un ‘almogavar’ dispuesto a la lucha. Y otro redoblaba que “hay malparidos infiltrados en todos los lados”. “Gracias, ¡nos necesitábamos mutuamente! El pueblo y vosotros, pero tendréis trabajo. Es preciso vigilar y apartar del cuerpo a tantos indeseables como tenéis. ¡Ánimo y adelante! ¡Estaremos con vosotros (los buenos)!”, añadía un cuarto. Y otro replicaba: “Muy bien pensado y hecho, Guilleries: nuestro apoyo a iniciativas justas, democráticas, transparentes y republicanas. ¡Adelante y todo por la república catalana!”.

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En realidad, el colectivo de los 'mossos' independentistas, que ha fracasado en todas las estructuras que ha intentado montar desde la Asamblea Nacional catalana (ANC), se mueve ahora bajo el nombre de colectivo Guilleries, un grupo ‘anónimo’ que llama a desobedecer las leyes españolas y a abrazar la unilateralidad. En su primer vídeo colgado en Twitter el pasado viernes sentaban sus bases ideológicas: “Una minoría de 'mossos' piensan que los policías nacionales y los guardias civiles son compañeros. Para nosotros no lo son. Para ningún 'mosso' digno lo pueden ser”, reproducen en el vídeo sobreimpresionado mientras exponen cargas policiales y supuestos heridos en el 1 de octubre de 2017. Este vídeo tuvo casi 58.000 visualizaciones desde el pasado viernes.

Tras esa presentación, hasta el Moviment Identitari Català (MIC), un grupo radical separatista con simbología y consignas filofascistas y filonazis, se sumó al carro. “El MIC está de vuestro lado”, advertía este grupúsculo (denostado por una parte del independentismo, que lo considera puramente nazi). “Es gravísimo lo que está pasando y que tanto el Govern como el Gobierno español miren para otro lado —subraya una fuente sindical a este diario—. En un discurso pronunciado en el Fossar de les Moreres el pasado mes de junio, el MIC anunció que solo esperaba una orden del presidente de la Generalitat para coger las armas. Y ahí están, recibiendo el aliento de las instancias políticas”.