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Porrazos, narices rotas y gritos de "traidores" al Govern en la manifestación de policías
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6.000 personas impiden el homenaje de jusapol

Porrazos, narices rotas y gritos de "traidores" al Govern en la manifestación de policías

Barcelona ensaya un estado de violencia que en algunos momentos se ha ido de las manos. Insultos y amenazas cruzadas en la manifestación de homenaje a Policía y Guardia Civil

Foto: Los Mossos cargan contra los soberanistas. (EFE)
Los Mossos cargan contra los soberanistas. (EFE)

Barcelona ensayó hoy lo que puede llegar a ser un estado de violencia callejera entre independentistas y constitucionalistas y el resultado fue preocupante. Si no se fue de las manos completamente es porque, por fortuna, la gran mayoría de los catalanes, piensen lo que piensen, no desean que los gritos y los insultos entren en el terreno físico. Eso no impidió que en los estertores de la marcha, ya sin protección policial, estallaran varias peleas entre grupos, originadas casi todas por los radicales independentistas. Hasta 14 agredidos del lado de Jusapol, cuentan agentes que han participado en la marcha, algunos incluso con la nariz rota tras ser cazados por los violentos. Del bando contrario también hay alguna nariz rota, en este caso, aseguran, por golpe de porra de los Mossos d'Esquadra al tratar de romper el cordón de seguridad.

[Álbum: Así ha sido el encontronazo entre ambas concentraciones]

Esa fue la tónica durante horas en los alrededores de la plaza de Cataluña de Barcelona. De repente unos gritos, un enganchón, gente corriendo y un grupo de antidisturbios apagando la chispa, controlando ese primer golpe antes de que llegue un segundo y luego el descontrol. Solo la presencia masiva de agentes antidisturbios de los Mossos d’Esquadra y la de los propios participantes en la manifestación de Jusapol, casi todos policías y guardias civiles que se volcaron a la hora de pedir calma a los exaltados, evitaron que los grupúsculos radicales de uno y otro bando obtuvieran la pelea y el caos que con tanto ahínco buscaban.

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Radicales independentistas hacen frente a los Mossos d'Esquadra. (Reuters)

Sin embargo, algún radical independentista sí tuvo suerte. Al final del vídeo enlazado justo debajo, grabado por la periodista francesa Elise Gazangel, se ve cómo le rompen la nariz a un manifestante de Jusapol con camiseta roja que trata de escapar pacíficamente del tumulto bajo una lluvia de insultos. Y a continuación puede verse una fotografía de ese mismo agente herido en el autobús de salida de Barcelona. Portar una simple bandera de España hoy en Barcelona te exponía a recibir una paliza.

placeholder Agente de policía agredido en Barcelona por miembros del CDR. (Cedida)
Agente de policía agredido en Barcelona por miembros del CDR. (Cedida)

La manifestación expuso algunas paradojas e ironías. Una paradoja: el independentismo consiguió primero boicotear una concentración que cumplía todos los requisitos legales para arrancar de la plaza de Sant Jaume y luego, ya con el cambio de ubicación, se dedicó a acosar la marcha tratando primero de que no llegaran a la plaza Cataluña y luego que no salieran de allí a riesgo de ser apaleados por la mayoría independentista. Actitudes que, más allá de valorar hasta qué punto es una provocación o no convocar una marcha de homenaje a los agentes de Policía y Guardia Civil que participaron en la operación Copérnico justo dos días antes del aniversario del referéndum, no habla demasiado bien de los valores de respeto democrático del soberanismo catalán.

La ironía, una de varias, es que al final los botes de pintura que la organización radical Arran había traído para verter sobre la gente de Jusapol terminaron tiñendo los uniformes de los agentes de Mossos d’Esquadra y sus botes de humo le dieron una pátina de estado de excepción a la situación. Todos los golpes de porra se los llevaron los manifestantes independentistas al tratar en repetidas ocasiones de superar los distintos cordones de seguridad de los Mossos. "¡Sin farlopa no sois nada!", "¿pero que no tenéis conciencia?", les gritaban los independentistas a esos mismos agentes que hace un año recibían aplausos y ramos de flores sobre las lunas de los coches. Por la tarde, los CDR convocaron protestas frente a la comisaría de Mossos d'Esquadra en Les Corts para exigir la liberación de los seis manifestantes allí retenidos.

Según los datos del Ayuntamiento de Barcelona, la marcha de policías y guardias civiles ha reunido a 1.800 personas, mientras que en la contramanifestación independentista se han contabilizado alrededor de 6.000 personas. Eso conduce a otra ironía: el éxito de la Acampada por la Libertad para ocupar la plaza Sant Jaume, convocada por los CDR, ANC y CUP, no le ha hecho ningún favor a la causa del Govern. Esos miles de personas vieron como los Mossos d’Esquadra daban palos a su gente y cómo, al final, las banderas de España ondeaban en el corazón de Barcelona. Tal vez sea cierto ese mantra de los CDR que dice que la calle, esa masa dócil y obediente hace apenas un año, se está convirtiendo en un monstruo dispuesto a fagocitar a toda la clase política catalana si no implementa ya la república que le prometieron.

"Están masacrando a los nuestros, ¡desconvocamos! Lo pagaréis, la historia os llamará traidores, Miquel Buch [consejero de Interior], Quim Torra, Govern, Generalitat y Ayuntamiento", lanzaba la cuenta oficial de los CDR en redes sociales, mientras usuarios de Twitter privados lanzaban bilis en contra del Govern. La fe ciega en los gobernantes catalanes cada vez tiene más grietas y episodios como este, que en otro momento podría ser vendido por Carles Puigdemont en un vídeo desde Bruselas como un triunfo de la democracia y la dignidad, hoy es visto por los suyos como una traición, otra más en lo que va de año. "Lo que tenemos que hacer es ocupar la Generalitat", gritó más de uno, primero durante la acampada nocturna y luego al ver que los Mossos cargaban contra los suyos.

A una arenga de Jusapol respondía, tras el cordón policial, una respuesta del independentismo. "¡Viva la Policía y la Guardia Civil!" - "¡Asesinos!". "¡Viva España!" - "¡Hijos de puta!". Y así durante la hora larga en que la asociación Jusapol se dedicó a explicar por qué es justo que Policía y Guardia y Civil cobren lo mismo que las policías autonómicas. Y ahí otra ironía: los Mossos d’Esquadra, que ejecutaron un buen control de la situación, tuvieron que remangarse para proteger la manifestación que más aborrecen porque les afecta en lo personal, ya que el cuerpo considera casi ofensivo que Jusapol les señale con el dedo cuando son ellos, dicen los Mossos, quienes carecen de los privilegios extrasalariales de Policía y Guardia Civil.

placeholder Los propios miembros de Jusapol han hecho su propio cordón de seguridad. (D. B.)
Los propios miembros de Jusapol han hecho su propio cordón de seguridad. (D. B.)

"Salgan hacia el norte, hacia paseo de Gracia, no vayan por abajo porque nos están esperando", recomendaba Jusapol a su gente una vez finalizado el acto. No importó, porque también hacia el norte y hacia el este, en dirección plaza Urquinaona, les estaban esperando para acosarles. Pequeños grupos, cierto, la mayoría jóvenes de estética radical, pero suficientes como para poner nervioso al personal y generar el caos en la zona más turística de Barcelona.

"Han atropellado nuestros derechos, no sé si en democracia alguna vez se ha permitido que se contraprograme una manifestación para reventarla, nos han acosado mientras nos llamaban fascistas, pero estamos contentos con la repercusión. Nuestra lucha es la equiparación salarial, nosotros no hacemos política, y ahora mucha más gente conoce nuestra situación laboral", resumió el presidente de Jusapol, Natán Espinosa. "¡No os vayáis de aquí, no nos dejéis solos!", pedía alguien desde el escenario a los agentes concentrados, algunos de lo cuales han sufrido acoso familiar en sus distintos destinos en Cataluña. "¡Sois chusma!", le respondían del otro lado.

Foto: Los CDR habían convocado una contramanifestación a la de los sindicatos policiales. (Reuters)

Poco a poco los agentes de Jusapol llegados desde distintos puntos de España subieron a sus autobuses respectivos y abandonaron el lugar, mientras grupúsculos con banderas de España y esteladas se quedaban ya desperdigados por el centro de Barcelona, arriesgando nuevas peleas durante el resto de la jornada. El Sistema de Emergencias Médicas (SEM) informó de que a primera hora de la tarde había asistido a 24 personas heridas, todos casos leves excepto uno más grave.

Barcelona ensayó hoy lo que puede llegar a ser un estado de violencia callejera entre independentistas y constitucionalistas y el resultado fue preocupante. Si no se fue de las manos completamente es porque, por fortuna, la gran mayoría de los catalanes, piensen lo que piensen, no desean que los gritos y los insultos entren en el terreno físico. Eso no impidió que en los estertores de la marcha, ya sin protección policial, estallaran varias peleas entre grupos, originadas casi todas por los radicales independentistas. Hasta 14 agredidos del lado de Jusapol, cuentan agentes que han participado en la marcha, algunos incluso con la nariz rota tras ser cazados por los violentos. Del bando contrario también hay alguna nariz rota, en este caso, aseguran, por golpe de porra de los Mossos d'Esquadra al tratar de romper el cordón de seguridad.

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