Puigdemont dejó de hablar a Torra tras retirarle la escolta como 'expresident'
A principios de agosto se desveló que el Ministerio del Interior negaba a Puigdemont el derecho seguir siendo escoltado por agentes de los Mossos d’Esquadra por estar en fuga
El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont se ha sentido muy decepcionado por la docilidad con la que la que su sucesor acató los criterios del Gobierno de Pedro Sánchez sobre su escolta. A principios de agosto se desveló que el Ministerio del Interior negaba a Puigdemont el derecho a seguir siendo escoltado por agentes de los Mossos d’Esquadra pese a su cargo de 'expresident'. En esta tesitura, la Generalitat le retiró la escolta, lo que provocó el enfado de Puigdemont, que ha estado casi dos semanas sin hablarse con Quim Torra, según confirman fuentes del entorno del propio Puigdemont en Bruselas y también otras fuentes cercanas a la Generalitat.
De hecho, cuando el pasado viernes, Catalunya Ràdio les reunió en una entrevista conjunta con motivo del aniversario de los atentados yihadistas en las Ramblas, Torra y Puigdemont llevaban casi dos semanas sin hablar, porque el 'expresident' fugado le había retirado la palabra al presidente custodio, utilizando la terminología del propio Torra para describir su cargo.
Al rechazar el Ministerio del Interior las pretensiones del líder independentista instalado en Bruselas, basándose en un informe de la Abogacía del Estado, tal y como adelantó 'El País', Torra se centró, como hace siempre, en cumplir de manera estricta la ley. La Generalitat no podía enviar agentes armados de los Mossos a Bélgica sin notificarlo al Gobierno. Además, hay que detallar las armas que entran y salen del país. Así que se le retiró la escolta. Eso sí, se encargó un contrainforme jurídico que se hizo público dos días después argumentando que, a juicio de la Generalitat, Puigdemont sí que podía disfrutar de una escolta a cargo del erario público. El criterio de la abogacía del Estado, es que no resultaba posible ofrecer esa protección a un fugado de la Justicia. La Generalitat discrepaba, pero acataba.
Desde entonces la relación se enfrió de manera brutal. Los seguidores de Puigdemont iniciaron una campaña en redes para recuperar la escolta. Pero la Generalitat se limitó a enviar una carta del conseller de Interior, Miquel Buch, el pasado 10 de agosto al Ministerio del Interior para que autorizase el envío de armas a Bélgica. El permiso no se ha obtenido y en Waterloo han tenido que suplir la escolta de Puigdemont con voluntarios.
La Generalitat no podía enviar agentes armados de los Mossos a Bélgica sin notificarlo. Además, hay que detallar las armas que salen del país
Fuentes cercanas a la Generalitat aseguran que tras el 17-A los contactos entre el líder soberanista y su sucesor nombrado a dedo se han recompuesto. Pero el malestar fue muy evidente, tal y como puso de manifiesto en Twitter el nuevo responsable de la oficina del 'expresident', Josep Lluís Alay. Alay fue el historiador que acompañaba a Puigdemont en el coche cuando fue detenido en Alemania.
Oficina desubicada
La nueva oficina del expresident es una muestra de las situaciones absurdas que provoca la tensa crisis política en Cataluña. Josep Lluís Alay cobra de la Generalitat 60.000 euros anuales. Y se ha ubicado la oficina en el Palau Centelles, en el número 8 de la baixada de Sant Miquel, en pleno barrio gótico de Barcelona. Pero no en Bruselas. Es decir, la Generalitat le pone un despacho al 'expresident' con secretaría y servicios… que no va a ocupar. Una oficina del 'expresident' sin el 'expresident'. Este es el segundo despacho vacío que tiene Puigdemont en Barcelona ya que Torra tampoco ha osado ocupar el despacho presidencial en el Palau de la Generalitat, tal y como exigió el líder independentista y avanzó El Confidencial.
Justo por eso Torra se ha sentido dolido estos días. El 131 'president' siempre se ha mostrado fiel a Puigdemont pero no quiere saltarse la ley ni piensa ir a la cárcel. La lealtad a Puigdemont llega a detalles nimios por lo que la reacción de su mentor político le ha dejado especialmente desubicado.
La foto oficial
Uno de esos detalles con los que Torra ha cumplido a pie juntillas es la foto oficial del presidente de la Generalitat. Según portavoces oficiales de Presidencia, Torra se ha hecho la foto oficial. Pero cuatro meses después de su toma de posesión nadie la ha visto. En condiciones normales la foto oficial del presidente de la Generalitat, la que se cuelga en la web y se distribuye por todos los departamentos de la administración oficial se hace pública mes y medio después de llegar al cargo. Esta vez no ha sido así. Otras fuentes de la Generalitat apuntan a que se trata de otro deseo personal del propio Puigdemont.
El presidente de la Generalitat hace pública su foto oficial un mes y medio después de tomar el cargo. Tras cuatro meses nadie ha visto la de Quim Torra
Una vez constituido el nuevo Govern, la figura de Puigdemont va quedando más desdibujada. La idea de mantener el retrato de Puigdemont en los más de 2.000 despachos oficiales, entidades y edificios públicos es una manera de combatir esta tendencia natural de la opinión pública. A cargos públicos que han pedido el retrato de Torra se les ha contestado desde Palau que por ahora mantengan el de Puigdemont, sin dar más detalles, según han confirmado algunos de los nuevos responsables nombrados por la Generalitat.
La foto oficial del Presidente de la Generalitat es un clásico en toda la simbología que rodea el poder. La de Artur Mas, por ejemplo, la hizo el prestigioso fotoperiodista de 'La Vanguardia', Pedro Madueño. La de José Montilla provocó un cierto escándalo, porque costó más de 7.000 euros. Puigdemont también tenía foto oficial pero la misma siempre ha aparecido firmada con un discreto crédito que remite a la Generalitat.
El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont se ha sentido muy decepcionado por la docilidad con la que la que su sucesor acató los criterios del Gobierno de Pedro Sánchez sobre su escolta. A principios de agosto se desveló que el Ministerio del Interior negaba a Puigdemont el derecho a seguir siendo escoltado por agentes de los Mossos d’Esquadra pese a su cargo de 'expresident'. En esta tesitura, la Generalitat le retiró la escolta, lo que provocó el enfado de Puigdemont, que ha estado casi dos semanas sin hablarse con Quim Torra, según confirman fuentes del entorno del propio Puigdemont en Bruselas y también otras fuentes cercanas a la Generalitat.