El Rey se citó en Barcelona con los empresarios de la 'tercera vía' catalana

Empresarios catalanes de la denominada 'tercera vía' —partidarios de un pacto político en Cataluña—, encabezados por el presidente de Cercle de Economía, Juan José Brugera, comieron ayer con Felipe VI en Barcelona y le demandaron una mayor presencia del Estado en Cataluña, incluida también la Corona. Lo hicieron horas después de que los CDR organizasen una protesta contra el monarca en la que cerca de 300 manifestantes cortasen la calle marina frente al Auditorio de Barcelona, donde Felipe VI entregó los despachos judiciales de la Escuela Judicial.

Los empresarios comieron ayer con el Rey después de que el monarca entregase los despachos de la Escuela Judicial esa mañana en un tono de buena cordialidad pero también de pesimismo sobre la situación política en Cataluña y sobre una pronta reconducción del problema.

Entre los presentes estaban el presidente de Abertis y patrono de la Fundación La Caixa, Salvador Alemany; el presidente de Seat, Luca de Meo; el presidente del Banco Sabadell, Josep Olíu; el presidente del bufete de abogados Cuatrecasas, Rafael Fontana; el presidente de la patronal Fomento de Trabajo, Joaquín Gay de Montellà, el presidente del Cercle de Economía y de Inmobiliaria Colonial, Juan José Brugera, el presidente de la Cámara de Comercio, Miquel Valls; el presidente de Gas Natural, Francisco Reynés; y el presidente de Planeta, José Creuheras.

Fuentes de la Casa Real han declinado comentar ninguna información de la reunión asegurando que se trataba de un “almuerzo privado”. El encuentro aunaba las diversas sensibilidades empresariales, pero se caracterizaba por que todos los asistentes habían destacado en el pasado por pedir un acuerdo político que se situase dentro del marco legal.

Faltaban, eso sí, los empresarios cercanos a la Corona con mayor sensibilidad para la causa soberanista, como es el caso de Gonzalo Rodés, editor del diario soberanista 'Ara', o el presidente de Agrolimen, Artur Carulla, por poner un par de ejemplos.

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Sara de Diego

El encuentro había sido solicitado por la Corona la pasada semana, según han explicado fuentes empresariales conocedoras de la comida que se celebró en el Palacete Albéniz. Brugera, en su calidad de presidente del Cercle, se encargó de la organización del acto, dando instrucciones a sus asistentes, al fin y al cabo un grupo muy reducido, de que se mantuviese la máxima confidencialidad. Felipe VI quiso aprovechar la entrega de despacho de los nuevos jueces.

El Rey sobre todo escuchó, según apuntan fuentes empresariales conocedoras de cómo transcurrió la comida. Don Felipe preguntó a los presentes cómo veían la situación en Cataluña. La respuesta generalizada fue que la “situación es muy grave” y que el conflicto sería largo. Si una impresión se llevó Felipe VI del encuentro es que la crisis catalana acabará marcando la historia de su reinado.

Sin interlocutor

Los empresarios presentes mostraron su preocupación al Rey por la falta de interlocutor al no haberse nombrado nuevo presidente de la Generalitat. Implícitamente se estaba reconociendo que Carles Puigdemont no puede ser el interlocutor del pacto de que eran partidarios los comensales.

En el encuentro en el palacete Albéniz no participaron ni el ministro de Justicia, Rafael Catalá, ni ningún miembro del Gobierno, pese a que Catalá había acompañado al Rey en la entrega de despachos.

Por la mañana, a pesar del despliegue policial, la protesta ha sido proporcionalmente muy pequeña, y menor que la que sufrió el monarca en la cena del Mobile World Congress el pasado mes de febrero.