Las 48 horas en las que Barcelona se la jugó con el Mobile World Congress

Tras un arranque polémico, Barcelona ha pasado con nota el primer día del Mobile World Congress (MWC). Plena normalidad, hoteles y taxis a tope y la ciudad llena de congresistas. El éxito es tal que la organización ha acabado más preocupada por la ola de frío siberiano que por la tensa cena del domingo entre el Rey y el presidente del Parlament, Roger Torrent, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. A la cúpula de GSMA las tensiones protocolarias le dan más bien igual. Y además Colau ayer hizo el recorrido habitual por los principales 'stands' acompañando al monarca.

Fuentes de Fira de Barcelona han desvelado que este año se ha vendido un 7% más de entradas para el MWC, lo que supone una muy buena cifra para un evento que ya se mueve en máximos. El año pasado, este certamen se cerró con una asistencia de 108.000 visitantes. Tras las manifestaciones del domingo, este lunes la feria ha funcionado con plena normalidad.

Después de los gestos del domingo, la alcaldesa de Barcelona Ada Colau se implicó a fondo. Incluso se dio un baño de masas en el Four Years From Now (4Y4N), la plataforma de emprendedores del MWC, en donde pasó un largo rato hablando con múltiples expositores.

Diversas fuentes políticas han calificado la actitud de Colau de muy contradictoria. O de querer estar en misa y repicando. Como el domingo por la noche, cuando empezó a aplaudir el discurso del Rey y dejó de hacerlo al percatarse de que Roger Torrent no lo hacía.

De esta actitud incierta de Colau está sacando tajada política la alcaldesa de L’Hospitalet de Llobregat, la socialista Núria Marín, que ha respaldado el evento sin gestos ni gesticulaciones ambivalentes. Mientras, el Rey le dejó claro a Colau que su figura se centraba en “la defensa de la Constitución”, tal y como ha explicado la propia alcaldesa. El recinto de Feria de Barcelona es compartido entre Barcelona y L’Hospitalet, y de hecho la entrada a la feria es por plaza Europa, que se ha convertido en el mejor escaparate de la segunda ciudad de Cataluña desde el punto de vista urbanístico.

Pero toda esta política interna pasa desapercibida para los organizadores. Estos, en cambio, están mucho más pendientes de cosas como el transporte público. Es decir, la huelga del metro del año pasado puso mucho más en peligro el MWC en Barcelona que la bronca del domingo en las calles alrededor del Palau de la Música.

El frío sí

En cambio, el frío sí que va a tener impacto en los visitantes y organizadores del Mobile. En años anteriores, el MWC se ha celebrado en momentos de febrero especialmente suaves en lo térmico, cosa que agradecen los congresistas. Pero este año incluso podría nevar en Barcelona, lo que dificultará la movilidad por la ciudad. Precisamente el buen tiempo fue clave para atraer un salón al que aspiraban ciudades con una meteorología no tan benigna, como es el caso de París.

Ahora, la principal amenaza no es París sino Dubái —y sus petrodólares que sí—, que tiene como punto fuerte el calor asegurado. Será muy importante la reacción de las autoridades municipales ante una posible nevada.

Evaluación

La evaluación de los organizadores no llegará hasta unas semanas después de que acabe el Mobile. Hasta entonces, no se podrá calibrar el impacto de la crisis política catalana en el evento ferial más importante que se celebra en España. Pero fuentes cercanas al MWC valoran muy positiva la presencia del Rey tanto el domingo como ayer, ya que en especial en la cúpula anglosajona siempre gusta este tipo de relación con la realeza. Por tanto, plena normalidad para los asistentes, casi en su totalidad del todo ajenos a los factores políticos. El ministro de Energía y Agenda Digital, Álvaro Nadal, también ha reconocido que el Mobile no peligra y que la oferta de la capital catalana es “imbatible”.