Rabat autoriza a los nacionalistas del Rif a marchar contra la "represión" en Cataluña

Desde el pasado verano la población rifeña tiene prohibido manifestarse —tras un periodo de tolerancia que duró siete meses—, y cuando algunos jóvenes se echan a la calle los antidisturbios marroquíes les reprimen con contundencia.

Las autoridades de Marruecos han, sin embargo, autorizado al Movimiento popular del Rif, el que ha encauzado las protestas en esa región del norte del país, a celebrar una concentración, el lunes 19 de febrero, ante el consulado de España en Nador, la ciudad marroquí colindante con Melilla. La decisión solo puede ser interpretada como un mensaje al Gobierno español, según fuentes diplomáticas españolas y de la sociedad civil marroquí.

Esta vez los solicitantes del permiso para manifestarse no reivindican, en primer lugar, mejoras para un Rif que ha quedado al margen del crecimiento que ha experimentado Marruecos estos últimos años. Su objetivo, reza un comunicado salpicado de errores difundido ayer domingo en español, es “protestar contra la grave situación que se está viviendo en Cataluña”.

El texto de la instancia, que firma primero Fadua el Amrani, una mujer de Nador de 34 años, pidiendo la autorización, menciona cinco motivos para celebrar esa concentración que ya goza del visto bueno oficial. Primero se trata de “denunciar los encarcelamientos” y “la persecución política, por el Reino de España, del presidente legítimo de Cataluña, Carles Puigdemont” que debe poder regresar en libertad. Después instan a España a “volver a la legalidad democrática y respetar las decisiones del pueblo catalán surgidas de las urnas”.

Solo en cuarto lugar reivindican la “liberación de todos los presos políticos marroquíes”, en alusión a los rifeños detenidos desde finales de mayo. El núcleo duro que dirigió la revuelta, medio centenar de personas, está encarcelado en Oukacha (Casablanca) mientras que otras 300 personas que tuvieron un papel menos destacado, en su mayoría originarias de la provincia de Alhucemas, están repartidas por otros cinco penitenciarios.

Rida Benzaza, un activista rifeño refugiado en España desde junio, no tiene dudas: “Se trata de una manipulación” de un puñado de rifeños no representativos por parte del régimen. “Desde las cloacas de Rabat se intenta confundir a la opinión pública española”, insiste. “Y también se hace llegar un mensaje” a las autoridades españolas “mostrando el descontento” con algunos episodios recientes. Sin ser tan contundentes, fuentes diplomáticas españolas sospechan también que Rabat está enviando un recado.

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Las protestas en el Rif, prácticamente acalladas desde el verano, han supuesto, junto con la llamada 'primavera árabe', la mayor crisis del reinado de Mohamed VI. El movimiento rifeño y sus apoyos en Europa son hoy en día la prioridad de los servicios secretos marroquíes, por delante de los islamistas radicales y del Frente Polisario, según señalaba el diario árabe 'Al Qods' el 24 de enero.

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En la lista de agravios sufridos por Rabat, el activista Benzaza señala, en primer lugar, el acto de solidaridad con el Rif celebrado el 26 de enero en Sevilla, en la sede del Parlamento de Andalucía, en el que el invitado estrella fue Ahmed Zefzafi, padre de Nasser Zefzafi, líder de la revuelta rifeña ahora recluido en Oukacha. Organizada por la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, la jornada contó con la participación de representantes del PSOE, Podemos, Izquierda Unida y Ciudadanos, mientras que el Partido Popular declinó la invitación.

La crisis hispano-marroquí que acabó, en julio de 2002, con el enfrentamiento en el islote de Perejil, empezó, en buena medida, nueve meses antes cuando se colocaron urnas en varios edificios públicos de Andalucía, empezando por el Parlamento en Sevilla, para celebrar un referéndum ficticio sobre la independencia del Sáhara Occidental. Rabat protestó entonces por aquella iniciativa. El PP no ha podido impedir ahora el desarrollo del acto solidario, pero para mitigar el enfado de Marruecos se desvinculó de él.

Después de pasar por Sevilla, Ahmed Zefzafi fue recibido por el primer teniente de alcaldía de Barcelona, Gerardo Pisarello. Más que en Andalucía, es en Cataluña donde los rebeldes rifeños han recabado apoyos, sobre todo por parte de la Candidatura d’Unitat Popular (CUP). Esta coalición fue la que presentó, en mayo de 2017, una moción de apoyo a la rebelión del Rif que fue aprobada por el Ayuntamiento de Barcelona.

Las autoridades españolas han sido muy cautas ante los sucesos del Rif y se han mostrado siempre confiadas en que Rabat resolvería con tacto el desafío. “Está intentando poner los medios para solucionar” el problema, declaró, por ejemplo, en junio pasado, el 'número dos' de la diplomacia española, Ildefonso Castro, cuando compareció ante la comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados. Fue por esas fechas cuando Rabat puso fin al periodo de tolerancia y desencadenó la represión practicando las primeras detenciones.