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La gran jugada de Miquel Iceta: intentar recomponer las relaciones con Susana Díaz
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La gran jugada de Miquel Iceta: intentar recomponer las relaciones con Susana Díaz

La prioridad del líder de los socialistas catalanes tras el XIII Congreso es reactivar con la socialista andaluza el eje Sevilla-Barcelona que ha dominado el socialismo español durante décadas

Foto: Miquel Iceta, durante su discurso en el XIII Congreso del PSC tras ser ratificado como primer secretario, este 5 de noviembre en Barcelona. (EFE)
Miquel Iceta, durante su discurso en el XIII Congreso del PSC tras ser ratificado como primer secretario, este 5 de noviembre en Barcelona. (EFE)

¿Riesgo de ruptura del PSOE? ¿Se puede ir el PSC por su camino y dejar a los socialistas españoles sin representación en la esquina nordeste de España? Puede que tal vez no. Algunos barones socialistas están dispuestos a romper los históricos lazos entre las dos formaciones después de que la gente de Miquel Iceta, ratificado ayer sábado como líder del PSC en el XIII Congreso de esta formación, rompiese la disciplina de voto del PSOE y votase en contra de la investidura de Mariano Rajoy en vez de abstenerse. Pero Iceta es un viejo zorro de la política y ya les tiene un traje a medida: primero, intentar rehacer relaciones con Susana Díaz. Luego, todo sería pan comido. Se trataría de reactivar la vieja y tradicional pinza Sevilla-Barcelona que ha dominado el socialismo español durante décadas.

¿Cómo se pudo llegar a una situación tan tensa? Muy sencillo: “A nosotros, con la delicada situación que tenemos en Cataluña, no nos podían obligar a votar para que un partido como el PP y todo lo que representa siga gobernando España. Por decencia e integridad, debíamos votar no. Iceta habló muchas veces con los compañeros de Ferraz y se lo repitió de todas las formas posibles, pero no hubo manera. ¡Y solo faltaría darles más argumentos a los demagogos de la independencia para que nos asimilen a los populares en el Parlament!”, dice a El Confidencial un alto cargo del PSC.

Foto: Miquel Iceta saluda a sus compañeros tras ser ratificado como primer secretario del PSC, este 5 de noviembre en Barcelona. (EFE)

Lo normal hubiese sido que el PSOE hubiese dado libertad de voto. “Para la investidura hubiesen bastado 11 abstenciones, por lo que lo normal hubiese sido dar libertad de voto. Se podría incluso pactar un número determinado de abstenciones y libertad de voto para los demás. Con eso, se hubiesen evitado problemas y la tensión que ahora hay”, dicen las fuentes. Y, lo que es más grave, esa posibilidad se llegó a plantear oficialmente a los barones socialistas, que en tromba se opusieron a ella.

El PSC apostó por el no porque estaba en su proceso congresual y porque estaba convencido de que la abstención le restaba espacio en Cataluña

¿Estaba la mano negra de alguien detrás? “No queremos hablar de mano negra, aunque sí de algunos posicionamientos de socialistas españoles que no son de recibo”, se disculpan varios dirigentes para no echar más leña al fuego. Pero apuntan directamente a dirigentes extremeños como “los más belicosos”, reconociendo al mismo tiempo que también hay dirigentes de otras comunidades.

El PSC ratifica por aclamación a Miquel Iceta como primer secretario

En estas relaciones, pues, Miquel Iceta tiene mucho que decir. En su réplica cuando presentó el informe de gestión el pasado viernes, que fue aprobado por unanimidad de los delegados, realizó un discurso en el que trataba de quitar hierro a la tensión con los socialistas españoles. La “traducción inteligente” del mensaje, explica a El Confidencial un alto dirigente del PSC es que la formación catalana “no es que haya apostado por Pedro Sánchez. Es que siempre, tradicionalmente, ha apoyado al secretario general del PSOE, fuese este quien fuese”. Y no le falta razón. Pero también es verdad que, históricamente el PSOE ha vivido en carnes propias la pinza Andalucía-Cataluña, los dos mayores territorios, que eran los que determinaban, al final, quién gobernaba el PSOE. Y ahora ambos están en bandos opuestos.


El camino está allanado

Pero la prioridad de Miquel Iceta a partir de hoy será “hacer las paces con Andalucía, rehacer las relaciones con Susana Díaz porque es la que tiene la influencia y el poder político”, dice a El Confidencial un miembro de la cúpula del PSC. Esta fuente subraya que Iceta “marcó distancias con Pedro Sánchez al decir que lo que hizo el PSC era apoyar al secretario general del PSOE, no a Pedro Sánchez como persona. Y lo decimos así porque al final no tuvo la capacidad para integrar a todas las corrientes”.

Apoyaron a Sánchez como secretario general del PSOE, no como persona, y ahora, según la fuente consultada, solo quieren "diálogo, diálogo y diálogo"

Añade la fuente: “Nosotros no entramos en la batalla del PSOE. Solo decimos que queremos diálogo, diálogo y diálogo. Y, en estos momentos, la prioridad será hacer las paces con Andalucía, entre otras cosas porque es la federación con más peso del socialismo español y es lógico que hablemos con ella”. En esta tarea, el PSC valora “muy positivamente” que la lideresa andaluza “no ha hecho declaraciones públicas sobre el tema”. El camino, por tanto, “está allanado” y la llamada se producirá más pronto que tarde. Según un relevante miembro de la ejecutiva saliente, Iceta puede apoyarse en dos pesos pesados del partido que conocen a su vez bien el PSOE y que han negociado mucho con Ferraz: el exsecretario de Organización y diputado en el Congreso Pepe Zaragoza —muy próximo a la exministra Carme Chacón y esta, a su vez, cercana a Díaz— y Antonio Balmón, alcalde de Cornellà e integrante de la última dirección y de la anterior, la de Pere Navarro.


Debido a esta estrategia, las relaciones con el PSOE no han sido absolutamente protagonistas en este congreso del PSC, al contrario que en anteriores ocasiones, pese a que ha sido muy llamativa la ausencia de la gestora en el cónclave. Y la toma de decisiones está aparcada a la espera de rebajar tensiones. “No era pertinente en este momento abordar las relaciones con el PSOE debido a la coyuntura”, explica a El Confidencial otro alto dirigente socialista. En las reuniones internas, ha habido voces para todos los gustos, pero al final hubo consenso en no plantear el tema de las relaciones entre PSOE y PSC hasta más adelante.

Foto: Margarita Robles, presidenta de la Comisión de Justicia, el pasado 29 de octubre antes del pleno de investidura. (EFE)

¿Quién tiene más que perder?

“Quien tiene más que perder, evidentemente, es el PSC –razona otro miembro de la cúpula catalana–. El PSOE no está en los órganos de dirección del PSC, pero nosotros sí que estamos en los órganos de dirección del PSOE. Y son ellos los que tienen la sartén por el mango para decir que no participamos en las decisiones estatales y que no nos dejan acceder a esos órganos. Y nosotros, ¿qué les vamos a prohibir, si no tienen cuota en nuestros órganos de dirección?”.

En caso de divorcio, el PSC podría salir de los órganos de dirección del PSOE y no participar en sus congresos. Ferraz no tiene representación en el PSC

Aun así, hay quien está dispuesto incluso a cortar amarras con el partido hermano, al que en ocasiones acusan de ‘malos tratos’. “Solo por eso, deberíamos solicitar el divorcio”. Pero, en ‘petit comité’, no ven con malos ojos que se deje pasar un tiempo prudencial a la espera de que baje el suflé que supuso la indisciplina de voto en la investidura.

Si la estrategia de Miquel Iceta da resultado –y sus propuestas no suelen ser fruto de ‘calentones’ o del azar–, la reapertura de ‘relaciones’ entre Andalucía y Cataluña puede suponer la vuelta a la vieja ‘entente cordiale’ y, por tanto, el inicio de la recomposición del PSOE con un candidato de consenso que tenga el apoyo de los dos mayores territorios del socialismo español. Y aquí paz y después gloria.

¿Riesgo de ruptura del PSOE? ¿Se puede ir el PSC por su camino y dejar a los socialistas españoles sin representación en la esquina nordeste de España? Puede que tal vez no. Algunos barones socialistas están dispuestos a romper los históricos lazos entre las dos formaciones después de que la gente de Miquel Iceta, ratificado ayer sábado como líder del PSC en el XIII Congreso de esta formación, rompiese la disciplina de voto del PSOE y votase en contra de la investidura de Mariano Rajoy en vez de abstenerse. Pero Iceta es un viejo zorro de la política y ya les tiene un traje a medida: primero, intentar rehacer relaciones con Susana Díaz. Luego, todo sería pan comido. Se trataría de reactivar la vieja y tradicional pinza Sevilla-Barcelona que ha dominado el socialismo español durante décadas.

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