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JxSí y la CUP no descartan declarar la independencia de manera unilateral
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DURAS CONCLUSIONES PARLAMENTARIAS

JxSí y la CUP no descartan declarar la independencia de manera unilateral

Esta posibilidad se pone sobre la mesa como una hipótesis de futuro desde la cámara legislativa, algo que nunca antes había ocurrido

Foto: El Parlament de Cataluña. (EFE)
El Parlament de Cataluña. (EFE)

El Gobierno catalán pondrá sobre la mesa los “recursos que hagan falta” para llevar adelante el ‘procés’ y comenzar ahora una etapa de concienciación social para legitimar la secesión. Así se recoge en las conclusiones presentadas por el grupo parlamentario de Junts pel Sí (JxSí) en la Comisión de estudio del Proceso Constituyente, que ha finalizado ya sus deliberaciones. En estas conclusiones, los independentistas señalan que “se ha constatado la singularidad de la actuación del Estado español, contrario a dar una salida democrática a este anhelo de la mayoría de nuestra sociedad” y, por tanto, “es preciso que las diferentes sensibilidades de nuestra sociedad den una solución de consenso en el caso de que el Estado español persista en esta actitud hasta el final del proceso”.

El documento aboga también por que el Parlamento catalán cree “una comisión de seguimiento del debate participativo para evaluar el mandato al Gobierno, así como informarse de los debates de base ciudadana”. Y todo porque “es preciso poner a debate paralelamente al debate constituyente las vías democráticas de unilateralidad en caso de que el Estado español siga con el mismo criterio una vez acabado el debate constituyente”. La posibilidad de una declaración unilateral de independencia (DUI) queda, pues, sobre la mesa como una hipótesis de futuro, pero esta vez alimentada desde la cámara legislativa, lo que hasta ahora no había ocurrido.

La comisión está formada por JxSí, la CUP, Catalunya Sí Que Es Pot (CSQEP) y el PP, aunque este último participa para dejar constancia de que es un debate parcial y antidemocrático. Tanto el PSC como Ciutadans se negaron a participar en ella.

La intención es que las plataformas de que se han servido CDC y ERC para movilizar a la sociedad sean las que marquen el camino por la independencia

Debido a esta singularidad, los expertos que han pasado por la comisión avalaron en su casi totalidad las tesis secesionistas. Además, según las conclusiones de JxSí, estos expertos “han coincido en la necesidad de que el debate constituyente sea avalado por las instituciones, pero que sea diseñado y conducido por la sociedad civil”. La intención es que la ‘sociedad civil’, es decir, las plataformas de que se han servido CDC y ERC para movilizar a la sociedad (léase la Asamblea Nacional Catalana, ANC, y Òmnium Cultural), y que curiosamente también participan en JxSí, sean las que marquen el camino. Sus conclusiones “han de ser sometidas a consideración por las instituciones, a quien vincularán a la hora de iniciar el proceso constituyente”.

Referéndum unilateral por las bravas

También la CUP es contundente al afirmar que la dinámica del proceso constituyente se divide en tres fases: un proceso participativo previo, con la creación de un Foro Social Constituyente “para establecer unos parámetros de propuesta constitucional”; la creación de la Asamblea Constituyente; y la aprobación definitiva del proyecto de Constitución y “la ratificación por referéndum constitucional que dará paso a la conformación de la nova institucionalidad estatal de la República Catalana”. El Foro Social debe estar constituido por “la sociedad civil y representantes de grupos políticos” y la Asamblea es el resultado de la ruptura “con la legalidad del Estado español y cuando se entre en un marco de ruptura a través de las leyes de desconexión. A partir de aquí, se habría de celebrar un referéndum unilateral de independencia para ratificar el paso hacia la República Catalana”. Y a continuación, convocar nuevas elecciones para formar la Asamblea Constituyente, “con poder plenipotenciario, sin ninguna limitación por parte de los poderes constituidos de la institucionalidad anterior”.

Los 'cuperos' consideran imprescindible el paraguas del Parlamento catalán para llevar a cabo su hoja de ruta rupturista y que “actualmente, no hay ningún margen de acción para el reconocimiento del derecho a decidir del pueblo catalán en el interior del marco jurídico constitucional y legal español. La única manera posible de ejercer este derecho es por la vía de la desconexión y la activación unilateral de un Proceso Constituyente propio”. El instrumento clave para la ruptura con España y activar la Asamblea Constituyente es el referéndum unilateral de independencia (RUI). Y una vez creada esa Asamblea, se convocará otro “referéndum constitucional” para aprobar el texto de la Constitución Catalana.

Un órgano poco democrático

Estas conclusiones contrastan con las del PP, que sostiene que “es una anomalía que en una comisión de un Parlamento democrático no participen dos grupos parlamentarios [en referencia a PSC y C’s] y un tercero [el PP] lo haga solo para evidenciar las ausencias y discrepancias formales”. Critica también que “no se puede considerar que forme parte del normal desarrollo de una comisión de estudio que la propuesta del plan de trabajo de la misma se oculte deliberadamente a un grupo parlamentario hasta segundos antes de su votación”.

También critica que “no es propio de una comisión de un Parlamento democrático que sloose oigan a comparecientes que solo expresan una única visión, la que defiende el grupo mayoritario [JxSí] y el más minoritario [CUP] del Parlamento”.

Los populares, en el texto de conclusiones, sostienen que el proceso constituyente “es inviable tanto desde el punto de vista jurídico, histórico, social como económico”. Acusa que la hoja de ruta del ‘procés’ “rompe con el marco jurídico del que, democráticamente, nos hemos dotado los catalanes para regir la convivencia pacífica y democrática” y avisa de que “la ejecución de un proceso constituyente de forma unilateral genera un enfrentamiento entre catalanes y pone en riesgo el marco de convivencia pacífica y democrática”.

Finalmente, el PP alude a que la separación de Cataluña del resto de España “ignorando los procedimientos de reforma contemplados en el ordenamiento constitucional vulnera la soberanía nacional y rompe la unidad de España, fundamento de la Constitución española, y del Estatuto de Autonomía de Cataluña”.

Estos procesos constituyentes pueden ser pactados o basados en actos de insurrección que sustituyan “por la vía de la fuerza al anterior poder constituido”

Un referéndum pactado

El grupo de Catalunya Sí Que Es Pot (CSQEP), que engloba a ICV, Podemos y otros partidos, por su parte, destaca en sus conclusiones que todos los comparecientes en la comisión opinan de manera parecida, considerando “agotado el pacto constitucional de 1978”. Reconoce, eso sí, que este agotamiento se debe a “las dificultades del Estado español para reconocer su carácter plurinacional, pluricultural y plurilingüístico” y subraya la necesidad de “iniciar un proceso constituyente que permita recuperar niveles y espacios de acuerdo más amplios”.

Pero estos procesos constituyentes pueden ser pactados o basados en actos de insurrección que sustituyan “por la vía de la fuerza al anterior poder constituido”. Los ecosocialistas consideran que las leyes de desconexión que pretenden los independentistas se presentan “como un mecanismo de sustitución de una legalidad para otra diferente, sin que haya mediado acuerdo o insurrección”. Por ello, CSQEP propone “combinar los espacios de participación ciudadana directa con los mecanismos de decisión institucional” y que se inicie un mecanismo “previsto en el artículo 92 de la Constitución que permita consultar a la ciudadanía de Cataluña sobre cuál es la forma de Estado a que aspira como parte del proceso constituyente”. En otras palabras, aboga por la reforma de España en un Estado Federal o Confederal o por celebrar un referéndum independentista pactado en Cataluña.

Pero con cualquier de las dos vías, habría de ratificarse mediante un referéndum definitivo. El grupo que lidera Lluís Rabell apuesta por la celebración de un referéndum como el escocés porque “es la única vía posible y viable”. Y, dado que rechaza el inmovilismo del Gobierno central y la unilateralidad de los independentistas, apuesta por “aumentar la intensidad y la densidad de las movilizaciones a partir de un objetivo ampliamente compartido, que ha de ser la celebración de un referéndum pactado”. Pero teniendo en cuenta que JxSí y la CUP tienen mayoría, no es difícil aventurar cuáles son las tesis parlamentarias que vencerán.

El Gobierno catalán pondrá sobre la mesa los “recursos que hagan falta” para llevar adelante el ‘procés’ y comenzar ahora una etapa de concienciación social para legitimar la secesión. Así se recoge en las conclusiones presentadas por el grupo parlamentario de Junts pel Sí (JxSí) en la Comisión de estudio del Proceso Constituyente, que ha finalizado ya sus deliberaciones. En estas conclusiones, los independentistas señalan que “se ha constatado la singularidad de la actuación del Estado español, contrario a dar una salida democrática a este anhelo de la mayoría de nuestra sociedad” y, por tanto, “es preciso que las diferentes sensibilidades de nuestra sociedad den una solución de consenso en el caso de que el Estado español persista en esta actitud hasta el final del proceso”.

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