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Puigdemont y Junqueras buscan otro plan que salve el 'procés' en tres meses
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portazo histórico de la cup a los presupuestos

Puigdemont y Junqueras buscan otro plan que salve el 'procés' en tres meses

Por primera vez en la democracia, las cuentas de la Generalitat han sido rechazadas por la 'traición' -dice Puigdemont- de la CUP. Y ahora, el tiempo corre en su contra

Foto:  El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont (d), saluda al vicepresidente y 'conseller' de Economía, Oriol Junqueras, en el pleno del Parlament. (EFE)
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont (d), saluda al vicepresidente y 'conseller' de Economía, Oriol Junqueras, en el pleno del Parlament. (EFE)

Solo ante el peligro… pero con oxígeno al menos durante tres meses. El Gobierno catalán se encuentra aislado frente a toda la oposición y comienza ahora a rediseñar una estrategia para sobrevivir que debe tener lista a mediados de septiembre para salvarse y salvar el 'procés'. Ha de movilizar a todos sus aliados para presionar a la CUP y que recomponga los acuerdos rotos. Los socios anticapitalistas del Gobierno catalán han ofrecido al ‘president’, Carles Puigdemont, comenzar a negociar ya unos presupuestos para 2017 y una modificación del crédito para 2016, con el fin de que pueda incorporar nuevas partidas para este ejercicio.

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Porque ayer fue un día especial: los Presupuestos de 2016 han sido rechazados por primera vez desde el restablecimiento de la democracia. Roger Torrent, portavoz de Junts Pel Sí (JxS), la plataforma formada por Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) y Esquerra Republicana (ERC) que da apoyo al Ejecutivo de Puigdemont, dijo que su formación pensaba que la CUP iba a cumplir los pactos y no dejaría caer los Presupuestos. Pero la noche anterior, la cúpula de los radicales había aprobado que se mantendría la enmienda a la totalidad, lo que significaba rechazar los Presupuestos del Gobierno. “Llámennos confiados, no temerarios”, había pedido Torrent a la oposición. Minutos después, el Gobierno pedía a la presidenta del Parlamento la retirada del proyecto de ley de Presupuestos.

Puigdemont se someterá a una cuestión de confianza en septiembre

Pero lo cierto es que con el rechazo a los Presupuestos se abre una vía de incertidumbre en la política catalana. Desde el Gobierno y desde JxS no quieren ni oír hablar de que se vaya directo a elecciones anticipadas, ni mucho menos de que el ‘procés’ esté muerto. El propio presidente del grupo parlamentario de JxS, Jordi Turull, lo dejó claro: “JxS seguirá trabajando por un Estado en Cataluña. Lo haremos solos o acompañados, pero no defraudaremos a quienes han confiado en nosotros”. O sea, el ‘procés’ sigue adelante le pese a quien le pese.

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"El 'procés' no ha muerto"

Fuentes del Gobierno catalán señalan a El Confidencial que el rechazo a los Presupuestos “no tiene por qué implicar un adelanto de las elecciones. Se podrá gobernar con acuerdos puntuales con diversos grupos. En el tema de las estructuras de Estado y de la aplicación de la hoja de ruta, se podrá contar con los votos de la CUP”. Esta opinión es constatada también por los dirigentes ‘cuperos’, que en los últimos días se han afanado en subrayar que aunque no apoyen los Presupuestos, siguen tendidos los puentes hacia la independencia y que seguirá habiendo colaboración en la construcción de la república catalana. Desde el Gobierno reconocen, en cambio, que se abre un interrogante en las relaciones de JxS y del propio Ejecutivo con los 'cuperos'.

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La CUP tiene su decálogo con las explicaciones sobre el rechazo a los Presupuestos de Puigdemont: son unos presupuestos autonómicos, sometidos a Montoro, de la deudocracia, no son sociales, se recorta en Educación y en Sanidad, se consolidan privatizaciones y… la partida que más aumenta es la de los Mossos. Pero advierte la formación anticapitalista que “el ‘procés’ continúa. Aquí no se acaba nada, sino que acabamos de comenzar”. También advierten, ante las quejas de Puigdemont de que habían votado un plan de Gobierno que ha de tener su reflejo en estos Presupuestos: “El acuerdo de investidura no comportaba votar los Presupuestos”. Eso sí, ofrecen a Puigdemont “comenzar a trabajar desde ahora en una propuesta consensuada para 2017 y para aprobar una modificación de crédito para incorporar los 873 millones de euros de aumento de gasto para 2016”.

Y ahora, ¿qué?

Sobre el papel, el ‘president’ de la Generalitat tiene solo dos caminos: o buscar un socio que dé estabilidad parlamentaria al Gobierno o convocar elecciones. Para buscar un nuevo socio, tendría que cambiar su hoja de ruta, lo que no está dispuesto a hacer. Él mismo lo reconoció en una alocución final ayer por la tarde: su hoja de ruta es “dejar a Cataluña a las puertas de la independencia”. Y la convocatoria de nuevas elecciones (las cuartas en seis años) implicaría la constatación de un fracaso monumental: el fracaso del ‘procés’. Además, los comicios anticipados son mal vistos desde todos los ángulos.

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Estas dos opciones asustan al Gobierno catalán, que prefiere la “tercera vía” de que aquí no pasa nada, de que no habrá elecciones anticipadas y de que el ‘procés' no está muerto. Pero sí que pasa algo. Hasta ahora, el pacto con la CUP era una excusa para hablar de una “mayoría parlamentaria” y una “estabilidad”. Pero oficialmente ese pacto ha saltado por los aires. “Hoy, los acuerdos requieren unas nuevas condiciones”, dejó caer ayer Puigdemont en su discurso. Para diseñar su nueva estrategia, tiene tres meses de margen; o sea, hasta después de la cuestión de confianza a la que piensa someterse en el mes de septiembre para saber con qué fuerzas puede contar a la hora de gobernar. Algo se mueve, pues, en la galaxia independentista. Desde el Gobierno se admite que hay ese ‘impasse’ de tres meses, pero declinan comentar nada más y remiten a la coyuntura que pueda haber tras las vacaciones de verano.

Para la oposición, las cosas no son tan claras. “El rechazo a los Presupuestos es el gran fracaso de este Gobierno. Y es una responsabilidad del Gobierno, no de la CUP, que llevó unos Presupuestos al Parlamento sin haberlos consensuado y que además no hace bien la lectura de los resultados de las elecciones del 27 de septiembre. El Gobierno tiene un proyecto que, si no se replantea, no va a ninguna parte”, dice a El Confidencial Eva Granados, portavoz del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC). Tal y como el líder socialista, Miquel Iceta, había contestado a Puigdemont en el pleno, “el ‘president’ solo tiene mayoría para un proyecto, que es la independencia. Pero no tiene la mayoría para hacerlo dentro de las normas”.

Protesta independentista de simpatizantes de Junts Pel Sí ante la sede de la CUP

Esta afirmación coincide, en parte, con las reflexiones del propio Puigdemont: “En estas condiciones no se puede gobernar. No iremos a ningún lado con unas bases tan volátiles. Este Gobierno queda en manos de los que nos exigen cambiar la hoja de ruta de la independencia, a la que no pienso renunciar, o en la de los que piensan solo ir hacia la independencia pero con su ideología y su estrategia, y que son minoría”. El ‘president’ también echó en cara a la CUP su intransigencia: “Constato con tristeza y decepción que un grupo que gana las elecciones con 1,6 millones de votos y tiene 62 diputados [JxS] puede retirar a su candidato [Artur Mas] para mantener la ilusión y la hoja de ruta y, en cambio, un grupo que solo consiguió 300.000 votos y tiene 10 diputados no puede retirar la enmienda a los Presupuestos. Esto no tiene ni proporción ni lógica ni lealtad”.

Rosario de votaciones perdidas

“¡Pero si en cinco meses han perdido unas 70 votaciones en total!", dice a El Confidencial Santi Rodríguez, portavoz adjunto del PP en el Parlament. "Es de nota, porque deberían haberse dado cuenta antes de que los de la CUP no son de fiar. Esta es una situación inédita, aunque lo malo es que lo inédito empieza a ser lo normal en Cataluña”. Para el dirigente popular, el escenario es sombrío: “Hasta después del 3 de agosto no se pueden convocar elecciones anticipadas. Pero en el inicio del curso político en septiembre, ha de hacerse el debate de política general. Y como tenemos el 11 de septiembre, el tema de la moción de confianza a que quiere someterse Puigdemont no podrá verse hasta mediados de ese mes como mínimo. Pero en el ínterin, habrá las movilizaciones de la Diada y entrarán en juego la Asamblea Nacional Catalana, Òmnium Cultural y los municipios independentistas para movilizar a la gente. Y ya veremos si la CUP se atreve a quitarle a Puigdemont el apoyo ante esas movilizaciones”.

La ‘guerra’ entre facciones independentistas está servida tras el rechazo a los Presupuestos. La primera batallita comenzó ayer: los simpatizantes de JxS ya convocaron una concentración ante la sede de la CUP para protestar por su veto. Peleas de familia. Los puentes parlamentarios parecen estar rotos, pero no los políticos. Para los planteamientos identitarios, JxS tiene “casi seguros” los votos de la CUP. Lo que pulsará Puigdemont los próximos meses es si puede contar con seguir creando sus estructuras de Estado para poder cumplir con las promesas que su formación hizo de cara al 27-S.

Solo ante el peligro… pero con oxígeno al menos durante tres meses. El Gobierno catalán se encuentra aislado frente a toda la oposición y comienza ahora a rediseñar una estrategia para sobrevivir que debe tener lista a mediados de septiembre para salvarse y salvar el 'procés'. Ha de movilizar a todos sus aliados para presionar a la CUP y que recomponga los acuerdos rotos. Los socios anticapitalistas del Gobierno catalán han ofrecido al ‘president’, Carles Puigdemont, comenzar a negociar ya unos presupuestos para 2017 y una modificación del crédito para 2016, con el fin de que pueda incorporar nuevas partidas para este ejercicio.

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