Guitarte: "Nuestro reto es movilizar a los españoles que rechazan el clima de enfrentamiento"

El próximo 9 de junio habrá una candidatura nueva al Parlamento europeo, Coalición Existe, que lidera Tomás Guitarte, quien llevó la voz de Teruel Existe al Congreso y ahora es diputado por la misma formación en las Cortes de Aragón. La componen seis de los partidos que formaron la España vaciada -Aragón y Teruel Existe, Soria Ya y Cuenca Ahora, Ahora Decide (Zamora) y Jaén Merece Más-, decenas de partidos municipalistas y Por un mundo más justo y se define como una candidatura transversal que se ha presentado públicamente en hoy Madrid con sus mensajes ya definidos, como "Tú existes" o "Vota por tu pueblo".

PREGUNTA. ¿Cuáles son los pilares de Coalición Existe?

RESPUESTA. La suma de tres fuerzas: las formaciones que hemos trabajado intensamente frente a la despoblación, las decenas de formaciones municipalistas que tienen una gran capilaridad y presencia en toda España con problemas muy específicos, y la reivindicación de social de un partido como Por un mundo más justo. Todos compartimos que el modelo de desarrollo de nuestro país ha traído desigualdad territorial y social y que merece la pena intentar corregirlo y acceder por igual al progreso. Por eso, no solo hablamos de despoblación, sino de esa España que, por diversos motivos, se siente ninguneada y que, más allá de la polarización y los extremismos, necesita ser escuchada en Europa con una propuesta transversal y no ideológica que solucione problemas.

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P. ¿Qué objetivos se proponen conseguir si llegan al Parlamento europeo?

R. En Europa se deciden muchas de las cuestiones que nos afectan, como la fiscalidad para favorecer a los territorios despoblados; el reconocimiento del sector primario como esencial para Europa; políticas de infraestructuras, para decir cuáles y dónde se desarrollan, o que las energías renovables se desplieguen en todos los territorios y no se concentren en unos para servir a otros.

P. ¿Y por qué los españoles van a votarles a ustedes y no a las formaciones que llevan años defendiendo cosas parecidas?

R. Somos la única opción que propone corregir el modelo de desarrollo del país y caminar hacia un reequilibrio territorial donde todos tengan oportunidades y no centrar la discusión en lo que pasa en las grandes ciudades o en las exigencias de los independentistas. Hay otra España que quiere soluciones, no conflictos, mientras los dos grandes partidos se están comportando con muy poca responsabilidad, con continuas faltas de respeto.

P. En las últimas europeas se necesitaron 300.000 votos para tener un acta de eurodiputado. ¿Ven factible conseguirlos?

R. El número de votos depende de la participación y, si baja, requerirá menos. Pero solo los municipalistas sumaron en mayo más de 150.000 votos. Nuestro reto es movilizar a los miles de españoles, que, como decía, rechazan el clima de enfrentamiento y el precio que se paga por gobernar. Y esos españoles están en todas partes, por lo que la Ley d’ Hont, que siempre nos perjudica, con la circunscripción única de las europeas, nos puede beneficiar. Que esos votantes sientan que somos su candidatura y la voz en Europa de la transversalidad, y no de una baldosa ideológica, que desde el sentido común atiende sus problemas.

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P. ¿Hay otras fuerzas en Europa con las que están en sintonía?

R. No estamos solos. Tenemos contacto con movimientos de las pequeñas ciudades francesas, italianas, griegas… Hay un sentimiento creciente de que hay que ir a Europa para reorientar políticas a favor de la cohesión territorial, porque si no, se relega. No se puede hacer una transición energética sin respetar el territorio, como ocurre en España. Los fondos de recuperación para reindustrializar el país no pueden ser para alimentar las periferias de Madrid y Barcelona. Habrá que llevarlos a los territorios que han tenido pocas oportunidades y no volver a concentrarlos en Madrid y Barcelona.

P. De las líneas fuerza de la candidatura, sin duda el reparto de fondos europeos va en cabeza.

R. Cuando nos incorporamos a la UE y los fondos eran de cohesión: nos acercaron a Europa, pero, internamente, acrecentaron los desequilibrios, favoreciendo el desarrollo de las grandes ciudades. Ahora, en todas las políticas, se debería aplicar una premisa, un mecanismo de garantía, de que contribuyan a la cohesión territorial. Es prioritario. Como en la mejora de la PAC, que sustenta el territorio: sin PAC no hay agricultores y sin agricultores se deshace el territorio.

P. ¿Qué es crítico para usted en el entorno agrario?

R. Varias cosas. Hay que simplificar la gestión: el agricultor no es un informático ni debe costarle cara. Hay que considerar la ganadería y la agricultura como un sector estratégico, dándole oportunidades de crecimiento: que sea factible en economía y también en prestigio y reconocimiento. Hay que aplicar las cláusulas espejo y que todo lo que llegue a Europa tenga los mismos requerimientos de calidad, y crear el distintivo de seguridad alimentaria que confiere cultivar en nuestros países. Y desde luego, tener una PAC vinculada a la actividad y no a la propiedad, que se va reevalúe periódicamente.

P. Otro reto es reorientar las grandes infraestructuras. ¿Qué les diferencia de los grandes partidos?

R. Llevamos demasiados años en los que ha primado la conexión entre grandes ciudades. Por eso, nuestra reivindicación es que se cumplan los planes de extender el ferrocarril y de que se apueste además por el convencional, que es el que une y vertebra, frente a la gran velocidad, que opera en túnel y levanta murallas. Redes de ferrocarril convencional, que vertebran, comunican, acercan y unen mercancías y pasajeros. Que recupera trenes como el Santander - Mediterráneo y conectan lugares que no son Madrid y Barcelona.

"Pequeñas ciudades francesas, italianas o griegas sienten como nosotros que hay que ir a Europa para defender la cohesión territorial"

P. Entre sus reivindicaciones, el cambio en el modelo de transición energética…

R. Hay que establecer un canon europeo energético que revierta en los territorios donde se generan las energías renovables para favorecer un desarrollo alternativo y para preservar aquellos sitios que lo requieran. El cambio de las fuentes de energía no sucede en el aire ni en tierra de nadie, sino en territorios, que no es justo que sean sacrificados en beneficio de otros.

P. Respecto a la fiscalidad diferenciada, ¿llegará?

R. Ya se aplica en el norte de Europa, que admite hasta un 20% menos de los costes laborales en territorios castigados por la despoblación. Pero si no son relevantes, no tiene efecto. Teruel Existe lo consiguió en el Congreso, pero tan por lo bajo que hablamos de 18 de euros/mes de rebaja en la cuota de la Seguridad Social, entre el 1 y el 2%. Nadie crea empleo por esas cuantías ni traslada su actividad. Tienen que ser medidas globales como las que sustentan la insularidad de Canarias. Y no solo por despoblación, sino por otras variables: hay pequeñas capitales que están perdiendo población frente a las grandes urbes. Y municipios que tienen que hacer frente a la migración. Por eso es muy importante la pata social de la Coalición Existe, con Por un mundo más justo, que tiene su foco en los ámbitos sociales del desarrollo.

P. Si logra representación, ¿cree posible hacerse sitio entre los grandes partidos y los lobbies?

R. Con poca presencia, pero activa y constante, se puede influir y cambiar cosas. En el Congreso, Teruel Existe ha contribuido a poner en primer plano temas que nadie trataba. Gota a gota, calan porque responden a problemas reales, ante los que cada vez hay más sensibilidad, y que los grandes partidos, como persiguen las mayorías evidentes, eluden.

P. De nuevo va usted de candidato. Más de uno se preguntará si no hay más banquillo… ¿Ha sido decisión de los demás? ¿No había otros disponibles? ¿Por el viento de cola del "Existe"?

R. Un poco por todo. Lo ha decidido el conjunto de las fuerzas que nos hemos unido, porque consideran que soy la persona más conocida defendiendo nuestros postulados y que el apellido Existe hablaba por sí mismo. Es mucho más que la España vaciada. Y hay banquillo, ya lo creo. Ahora, lo que tenemos que conseguir es el acta en Bruselas.

P. Para concluir, cada vez que da un paso político se desatan los odiadores. ¿Cómo lo vive? ¿Qué les diría?

R. No es agradable. Sobre todo, porque suele ser un odio anónimo. Ni siquiera te conocen, y mucho menos saben por qué luchamos. Pero es parte del clima tóxico en el que está la política ahora. A nosotros no nos oirán en ese tono jamás.