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La consejería de los líos de Andalucía: dimisiones, ayudas a la RFEF y la polémica de la tasa turística
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La Junta niega irregularidades

La consejería de los líos de Andalucía: dimisiones, ayudas a la RFEF y la polémica de la tasa turística

La salida del secretario general de Cultura, Salomón Castiel, se une a la polémica por los patrocinios por la Copa del Rey y a una denuncia del PSOE ante la oficina antifraude contra el director de la empresa de Turismo y Deporte

Foto: El consejero de Turismo, Cultura y Deporte, Arturo Bernal, en el Palacio de San Telmo. (Europa Press/Francisco J. Olmo)
El consejero de Turismo, Cultura y Deporte, Arturo Bernal, en el Palacio de San Telmo. (Europa Press/Francisco J. Olmo)

Después de una legislatura con la cultura con consejería propia, el deporte unido a la educación por la figura de Javier Imbroda y el turismo con rango de vicepresidencia, Juanma Moreno volvió al modelo más habitual en Andalucía. Una Consejería de Turismo y Deporte en manos de una persona, aunque Cultura sí ha ido por su lado en más ocasiones. Y muchas veces bajo control de un malagueño. Es el caso de Arturo Bernal, al que delata su acento de Huesca, pero con carrera previa en la capital de la Costa del Sol. Un hombre de la confianza de Elías Bendodo y experiencia previa sobre todo en el turismo que tiene que lidiar con debates que le son propios. Y con otros heredados, como es el caso de los convenios y patrocinios que la Junta firmó con la RFEF de Luis Rubiales bajo mandato del exseleccionador de baloncesto, fallecido en el cargo a causa de un cáncer.

La operación contra el exjefe de la Real Federación Española de Fútbol tuvo sus ramificaciones en Sevilla y agentes de la Guardia Civil estuvieron tanto en el Ayuntamiento como en el Estadio de la Cartuja para recabar información sobre los convenios firmados entre las administraciones y la RFEF para la celebración de las finales de la Copa del Rey y la Eurocopa de 2020 en el coliseo hispalense. Fue entonces cuando se hizo público que el acuerdo firmado por Imbroda, Rubiales y Juan Espadas, entonces alcalde de Sevilla incluía un patrocinio de 1,2 millones a cargo de la empresa pública de Turismo y Deporte. Pero hubo más dinero dedicado a esos asuntos, según ha denunciado el PSOE andaluz y ha confirmado la Junta. En total fueron 12,9 millones que, según el Ejecutivo andaluz, eran necesarios para celebrar los citados eventos en la capital andaluza y que tuvieron un retorno positivo.

Pero el foco sobre la empresa no queda ahí. Esta entidad dependiente de la Consejería tiene como director a Lisardo Morán desde enero de 2023, varios meses después de la llegada de Bernal al cargo. Morán ya formó parte de la plantilla de Turismo y Deporte bajo gestión socialista, pero después pasó por Giants Gaming, una de las empresas más importantes de los esports en España y con sede en Málaga. Juanma Moreno incluso ha visitado en alguna ocasión su sede y acudió a la inauguración de la misma con el regidor malagueño, Francisco de la Torre, en 2021. Dos años después, ya con Morán en el cargo de director de la entidad pública, esta firmó el patrocinio de la empresa por valor de 350.000 euros, según denunció el PSOE el lunes.

Los socialistas acudirán a la Oficina Antifraude, un organismo impulsado por la Administración de Juanma Moreno después de pactarlo con Ciudadanos en la pasada legislatura, para denunciar la firma del patrocinio, a cargo de Morán. Este martes, tras el Consejo de Gobierno, el portavoz de la Junta ha rechazado que pueda haber cualquier irregularidad en este patrocinio firmado el pasado 31 de octubre. Ramón Fernández-Pacheco ha explicado que Morán "no tuvo pode de dirección" en Giants, ni ha sido administrador ni socio. Además, ha asegurado que "se abstuvo" en el proceso de adjudicación del patrocinio, pero que lo firmó por obligación cuando la Consejería adoptó la decisión "en un proceso del que no tomó parte".

Foto: El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, defiende ante los medios la decisión de posponer el festival de cine a 2024. (EFE/Gema Vargas)

Será la Oficina Antifraude quien dirima si este contrato incumple la ley de incompatibilidades, igual que ocurre con el nuevo trabajo del exviceconsejero de Salud en Asisa. Pero no acaban ahí los dolores de cabeza de Arturo Bernal, que ha tenido que ver cómo su secretario general de Cultura dimitía poco más de un año después de su nombramiento. Se trataba de Salomón Castiel, exdirector del Festival de Cine de Málaga, aunque en el seno de la Consejería restaban importancia a su salida por "motivos familiares" y aseguraban que no había "ningún problema".

Pero ha habido varios problemas la política cultural de la Junta desde la llegada de Bernal. Comenzaron con la destitución de Eva Díaz Pérez como responsable del Centro Andaluz de las Letras, para enfado del sector; o la posibilidad de convertir en Centro Andaluz de Arte Contemporáneo las Atarazanas de Sevilla, desmantelando así un museo consolidado desde hace tres décadas en el viejo monasterio de Santa María de las Cuevas, en la isla de la Cartuja.

El turismo, el ámbito de trabajo de Bernal previo a su nombramiento como consejero, no se libra tampoco del ruido. El debate de la tasa turística aparece y desaparece en Andalucía como el Guadiana, pero ya no parece que vaya a volver a irse. Juanma Moreno le dio carta de naturaleza al mismo cuando ordenó al propio Bernal que hiciera de mediador en una reunión entre la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP), controlada por el PP, y el sector hotelero. Ese mismo sector que cuando fue nombrado lo calificó como "uno de los nuestros". Se entiende así que en San Telmo, después de un reciente Consejo de Gobierno, Bernal admitiese que el impuesto a los visitantes que llegan a Andalucía "no es la solución" a los problemas de financiación de los ayuntamientos, tampoco aquellos que reciben mayor presión turística.

Después de una legislatura con la cultura con consejería propia, el deporte unido a la educación por la figura de Javier Imbroda y el turismo con rango de vicepresidencia, Juanma Moreno volvió al modelo más habitual en Andalucía. Una Consejería de Turismo y Deporte en manos de una persona, aunque Cultura sí ha ido por su lado en más ocasiones. Y muchas veces bajo control de un malagueño. Es el caso de Arturo Bernal, al que delata su acento de Huesca, pero con carrera previa en la capital de la Costa del Sol. Un hombre de la confianza de Elías Bendodo y experiencia previa sobre todo en el turismo que tiene que lidiar con debates que le son propios. Y con otros heredados, como es el caso de los convenios y patrocinios que la Junta firmó con la RFEF de Luis Rubiales bajo mandato del exseleccionador de baloncesto, fallecido en el cargo a causa de un cáncer.

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