Dos ladrones de abogados, 17 años de investigación y "161" policías de testigos: el juicio que no se celebró
Un acuerdo evita el proceso que debía acoger la Audiencia Provincial de Málaga contra dos delincuentes que durante dos años cometieron una treintena de robos a profesionales de todo el país para hacerse con cheques y pagarés
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Hubiese sido un caso más por robo con fuerza y falsedad documental, si no fuese porque en las citaciones, con fechas 20, 21 y 22 de febrero, llamaba la atención la gran cantidad de números identificativos de agentes que tenían que declarar como testigos. Se podían leer decenas y decenas. “161”, comentó uno de ellos, que señaló que un porcentaje elevado comparecería por videoconferencia porque eran de distintas comisarías del territorio.
Un juicio que movilizó a muchas personas y recursos, pero que prácticamente no comenzó. El acuerdo alcanzado por las partes antes de su inicio acabó ‘liberando’ a todos esos policías que esperaban el desenlace judicial de una investigación que se inició 17 años atrás.
La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Málaga sentaba en el banquillo de los acusados a Daniel Benito R.R. y a Juan Luis H.H., dos individuos vinculados a una oleada de asaltos a empresas y despachos profesionales —bufetes de abogados, estudios de arquitectura...— llevada a cabo durante más de dos años en numerosas ciudades de todo el país.
La sentencia condena a los dos investigados a los delitos continuados de “robo con fuerza en las cosas en oficinas abiertas al público” y “falsedad en documento mercantil en concurso medial con estafa”. Y, tras aplicarle la atenuante de dilación indebida, les impone las penas de nueve meses y un día de prisión, al primero, y diez meses y 15 días de encarcelamiento, al segundo.
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Los magistrados consideran probado que ambos participaron en una secuencia de robos cuyo contador se detuvo cuando cometieron el golpe número 27. Es, al menos, la cifra que se les ha podido imputar dentro de una tournée delictiva que realizaron por Málaga, Sevilla, Cádiz, Córdoba, Granada, Huelva, Cáceres, Toledo, Zaragoza, Castellón. Y en la que tenían como objetivos recurrentes los despachos de asesores, letrados y otros profesionales cualificados.
Solo en la provincia sevillana, perpetraron 12 robos en las sedes de una constructora, una empresa de cítricos u otra dedicada a los pavimentos industriales, por ejemplo. Para entrar al interior, según se recoge en la resolución del tribunal, a la que ha tenido acceso este periódico, forzaban rejas, abrían las puertas con palancas o fracturaban las cerraduras.
El objetivo prioritario era hacerse con cheques y pagarés sin rellenar que después cobraban en alguna entidad bancaria tras cumplimentarlos “de forma mendaz” y “falaz”. Así, por ejemplo, se hicieron con 10.000 euros que cobraron en una agencia de Marbella tras asaltar una oficina de esta localidad. Este robo se cometió “entre las 20:00 del 5 de febrero de 2008 y las 9:15 del día siguiente”, y es de los más cuantiosos que llevaron a cabo.
Tenían entre sus objetivos bufetes, estudios de arquitectura y empresas. Hasta robaron a una asociación de víctimas del maltrato
No le fue a la zaga el que cometieron el 30 de agosto de 2007 en un despacho profesional de Córdoba donde, además de sustraer dos cámaras de foto, un marco digital y 60 euros en efectivo, se hicieron con nueve cheques por un importe de 10.950 euros que fueron cobrados en distintas sucursales de un mismo banco.
Uno de los golpes más sonrojantes de los investigados se llevó a cabo el 8 de octubre de 2008 en la sede de la Comisión para la investigación de malos tratos a mujeres. Una asociación constituida con el fin de ayudar a las víctimas del maltrato machista. Según se recoge en la sentencia, a su cuenta se cargaron 3.490 euros cobrados a través de seis cheques sustraídos durante el robo. “Los acusados forzaron y apalancaron la reja, dañaron el bombín de la puerta de acceso a la terraza de la azotea de la oficina, y lograron acceder a su interior”.
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Para obtener el dinero, utilizaban documentación robada, o contaban con la colaboración de —al menos— otros individuos plenamente identificados que acudían a las sucursales bancarias. En algunos casos, tuvieron que huir al despertar las sospechas del personal de las entidades. El botín logrado por estos delincuentes supera los 140.000 euros.
Hubiese sido un caso más por robo con fuerza y falsedad documental, si no fuese porque en las citaciones, con fechas 20, 21 y 22 de febrero, llamaba la atención la gran cantidad de números identificativos de agentes que tenían que declarar como testigos. Se podían leer decenas y decenas. “161”, comentó uno de ellos, que señaló que un porcentaje elevado comparecería por videoconferencia porque eran de distintas comisarías del territorio.