Intenta cobrar un cheque falso y el banco le cobra 4.000 euros de comisión

Un hombre ha sido detenido en Pantón, en la provincia de Lugo, como sospechoso de haber robado un talonario de cheques, haber rellenado uno de ellos por valor de 89.000 euros y haber tratado de cobrarlo en el banco. Sin embargo, las cosas no salieron como esperaba y, además de no haber podido terminar la estafa, su banco le ha cargado una comisión de 4.000 euros.

Tal y como publica La Voz de Galicia, los hechos habrían sucedido el pasado mes de febrero, aunque la víctima se enteró el 2 de marzo cuando vio los movimientos bancarios a través de su aplicación en el móvil. En ese momento se dio cuenta de que alguien había intentado cargar un cheque de 89.000 euros, pero no pudo cobrarlo porque no había tanto dinero en la cuenta.

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EC

Inmediatamente, el hombre lo puso en conocimiento de la Guardia Civil, que comenzó una investigación. Descubrieron que el hombre guardaba en un armario de su habitación un talonario de cheques en blanco desde hace años y que pocos días antes del intento de robo, una empresa de limpieza había estado trabajando en su casa.

Sin cheque… y con comisión

La Benemérita se centró en los trabajadores de la empresa de limpieza que habían estado trabajando en la casa de la víctima, hasta que descubrió que, en efecto, uno de ellos había sido la persona que había intentado cobrar el cheque. Después de varios días, el sospechoso fue localizado y detenido por la Guardia Civil y se encuentra ahora a la espera de su entrega a la autoridad judicial mientras se instruyen las diligencias del caso.

El sospechoso se enfrenta a tres posibles delitos: hurto, falsificación y estafa

El sospechoso, del que no se conoce su identidad, podría enfrentarse a tres delitos: uno de hurto por haberse llevado el cheque de la vivienda de la víctima; un segundo de falsificación de documento mercantil por rellenarlo simulando que era el dueño del talonario para cobrarlo; y un tercero de estafa en grado de tentativa por su intento de cobrarlo.

Pero lo más curioso del caso es que el ladrón cuenta ahora con una deuda de 4.000 euros con su entidad bancaria. Se trata de la comisión que se le ha aplicado por esa operación que no llegó a materializarse por ser ilegal. La víctima, mientras, da gracias porque en su cuenta corriente no hubiera los 89.000 euros que intentaron robarle, porque hubiera sido mucho más difícil recuperar su dinero.