Una escapada en pareja, restaurantes y cócteles: las salidas del comisario y su confidente

Si hay algo que reiteran una y otra vez los investigadores de la presunta trama de corrupción policial de Fuengirola, es la "atípica" relación del comisario José María Tocornal con su confidente, amigo y presunto narcotraficante Salomón K.C. "Dista mucho de la habitual entre un funcionario policial y su confidente", afirman los investigadores en uno de los informes. Una valoración remarcada en negrita que sustancian con numerosas vigilancias, transcripciones de conversaciones telefónicas y pesquisas documentales que sirven para retratar roles y personalidades.

Los agentes del Grupo 10 de la Unidad de Asuntos Internos (UAI) que siguieron los pasos de los investigados destacan que "se han podido detectar un gran número de encuentros" entre ambos, ocurriendo uno de ellos "en un hospedaje en un complejo hotelero donde permanecieron tres días" junto a sus respectivas parejas.

Estas vacaciones se produjeron del 16 al 19 de septiembre de 2021 y el establecimiento elegido fue el hotel Maciá Doñana. Un cuatro estrellas ubicado en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). Los investigadores se desplazaron al establecimiento el 5 de octubre con el fin de ampliar información sobre la escapada y, con el apoyo de un oficio, pudieron averiguar que fue el comisario quien supuestamente realizó la reserva de las dos habitaciones dobles a través del portal Booking.

"El coste por cada estancia fue de 360 euros, los cuales se abonaron en efectivo el día de la entrada por sus respectivos huéspedes", plasman los agentes en un informe, donde se detalla que Tocornal y su esposa ocuparon la habitación 221, mientras que Salomón y su pareja pernoctaron en la 220.

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Pablo D. Almoguera. Málaga

Que la relación entre el mando policial y el presunto líder del grupo criminal sobrepasaba la normal entre un policía y su informador queda constatado en que, "desde el mes de julio de 2021, hasta el 17 de junio de 2022", mantienen un total de "25 encuentros".

Muchas de estas reuniones, se recoge en uno de los documentos del caso a los que ha tenido acceso El Confidencial, se producían en establecimientos de restauración. Los Molinos, La Ponderosa, El Torillo, el Cangrejo... "Y siempre que el dispositivo de vigilancia desplegado ha permitido advertir quién de los asistentes pagaba la cuenta, se ha observado a Salomón u otro miembro de la organización abonar el importe completo, invitando al funcionario policial".

Este proceder era habitual, según los agentes, que destacan que el 10 de junio de 2022, después de que el comisario estuviese 15 de vacaciones en El Rocío (Huelva), estuvieron cenando y "consumiendo unos cócteles", cuyo importe sufragó el empresario local. La cita es relacionada con la "mediación e influencia sobre sus subordinados" que supuestamente llevó a cabo el mando policial tras un incidente en un bar regentado por Salomón.

El comisario, como constatan los investigadores a través de una escucha, incluso sugiere mecanismos para hablar que "no se pinchan"

La investigación destaca que, además de la "inusual relación" entre el funcionario policial y su confidente, "llaman enormemente la atención" las medidas de seguridad seguidas [tomadas] por ambos en las comunicaciones que mantienen.

"Al principio se llamaban a través de la mujer de José María Tocornal" y, tras las detenciones de Salomón, Bob Willem M.D.J. y Jonathan Daniel G. por su presunta implicación en las lesiones a la pareja de la exmujer del primero, "cesaron este tipo de contactos". El comisario, como constatan los investigadores a través de una escucha, incluso sugiere mecanismos para hablar que "no se pinchan".

La familiaridad en el trato hacía que el presunto narco se desenvolviese con total normalidad por la comisaría de Fuengirola. Los responsables del caso documentaron un episodio especialmente revelador de esta circunstancia, con motivo de una documentación que precisaba Bob Willem cuando la organización supuestamente quería crecer en el negocio del cultivo de marihuana mediante la compra de una finca en El Burgo de 70.000 metros cuadrados.

Fue el 20 de diciembre de 2021. Salomón, Bob y Jonathan llegaron a las dependencias policiales a las 12:00. Permanecieron en la puerta mientras el primero usaba su teléfono móvil. Cuatro minutos después, subió las escaleras de entrada y, tras saludar al agente que hacía labores de seguridad en la puerta y mostrar un documento, llama a Bob de un grito. Los tres acceden y vuelven a salir a las 12:25. Realizan una serie de trámites fuera y regresan a las 12:45. "Siendo las 13:19", uno de los policías que participan en el seguimiento observa cómo salen y "permanecen frente a la comisaría en actitud de espera". Cuatro minutos más tarde abandona el edificio Tocornal y, tras intercambiar unas breves palabras, se van andando hasta un restaurante próximo. "Toman asiento en la primera línea y ordenan al camarero unas cervezas". El comisario vuelve al trabajo a las 13:50.