El cierre de las cuevas más visitadas de Granada explica la paradoja del empleo en la España vaciada

Las Cuevas de Píñar son un conjunto de cuevas prehistóricas situadas a menos de una hora en coche de Granada capital. Un yacimiento arqueológico protegido como Bien de Interés Cultural (BIC) y acondicionado para la visita en su espacio más importante, la Cueva de las Ventanas, por el que pasan al año 40.000 personas y cuya gestión depende del Ayuntamiento de Píñar, un municipio de algo más de 1.100 habitantes en la comarca de los Montes Orientales. El cierre de las mismas, tras el despido fulminante de todas las guías pasadas las elecciones municipales, ha puesto de relieve las paradojas de la creación de empleo en los pequeños municipios de la España o la Andalucía vaciadas. Porque su alcalde admite que tuvo a las trabajadoras contratadas en fraude de ley, pero asegura que era la única manera de crear puestos de trabajo de la que disponía.

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El pasado sábado 17 de junio se constituía la nueva corporación de Píñar: Para la Gente (marca local de Izquierda Unida) consiguió seis concejales y el PSOE, tres. Un calco de los resultados de 2019 que permitían repetir mandato al alcalde Eloy García Cuenca. Seis días después, el viernes 23, se convocaba al consistorio a las trabajadoras de ayuda a domicilio, las guías de las cuevas y otros empleados municipales, incluyendo los del gimnasio público local. Todos ellos eran despedidos de manera inmediata, provocando el cierre automático de sus servicios, que en el caso de las cuevas turísticas resultó especialmente llamativo en tanto las guías acudieron ese último fin de semana, del 24 y el 25, a cubrir las reservas de manera voluntaria, mientras el consistorio anunciaba la decisión en un escueto comunicado en Facebook.

La oposición socialista calcula en 30 los despidos. El consistorio pidió al Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), días después, cinco personas para cubrir los puestos de las cuevas y otros cuatro para ayuda a domicilio. El sindicato CNT ha denunciado al Ayuntamiento en nombre de 15 de las despedidas, guías y trabajadoras de ayuda a domicilio. Consideran que, dado el tamaño del consistorio, lo que se habría producido es un despido colectivo, saltándose todos los requisitos legales para el mismo. Piden, por tanto, que sean declarados nulos. El caso está en los juzgados de lo Social de Granada, pero también han iniciado movilizaciones para exigir la readmisión y regularización de todos los empleados municipales.

¿La razón del despido? Según el alcalde García Cuenca, la irregularidad de la bolsa de trabajo rotatoria municipal, que él mismo mantenía a sabiendas. Ahora, en su tercer mandato, dice que teme que sea denunciada por la oposición. A preguntas de El Confidencial, el regidor explica que hasta el momento se había seguido utilizando de manera irregular la bolsa de trabajo de las guías de las cuevas "por una cuestión práctica, no es lo mismo que coman 20 familias que solo cinco". Él asegura que el gobierno municipal que preside "contaba con el apoyo de los anteriores responsables de la oposición, que entienden las circunstancias de un municipio pequeño y en el que hay pocas opciones de crear trabajo como este". Al haberse producido relevo en los representantes del PSOE, el alcalde asegura que ha querido adelantarse a una futura denuncia de los nuevos miembros de la oposición.

García Cuenca añade que los despidos en ayuda a domicilio se deben a que el consistorio creó "su propia ayuda a domicilio paralela, que atendía a las personas que la solicitaban mientras la Junta de Andalucía la concedía o no". El primer edil asegura que ha llegado a ver a usuarios que la necesitaban "morir de causas naturales antes de que llegase" la ayuda del Gobierno regional. Justifica que su municipio "es uno de población cada vez más envejecida, del que los jóvenes se marchan porque no hay trabajo y que tiene circunstancias especiales que van más allá de lo que se decida en Madrid o Sevilla". El alcalde espera reabrir las cuevas este agosto con las personas que cumplan los requisitos que envíe el SEPE, y lo mismo para los otros servicios.

La bolsa de la discordia

La bolsa rotatoria fue creada a finales de los 90 por uno de los anteriores gobiernos del PSOE. El pequeño municipio granadino lleva desde la democracia alternando gobiernos de izquierdas, mientras que el PP no obtiene representación desde 2011, con un concejal como techo y los dos (de 9 totales) que consiguió la UCD en 1979 como mejor resultado histórico de la derecha. Aunque García Cuenca no la menciona directamente, la irregularidad de la bolsa es un daño colateral de la reforma laboral de diciembre de 2021 del Gobierno de coalición, que al acabar con los contratos de obra y servicio limitaba la acción de este modelo de contratación municipal.

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Al mismo tiempo, algunos vecinos del municipio que han preferido no dar sus nombres apuntan a todo lo contrario: el pago de favores a personas cercanas a García Cuenca con la bolsa como herramienta, algo que este niega tajantemente. Otros piñeros señalan lo contrario: que ese uso fue dado por los gobiernos socialistas desde su creación.

El regidor insiste en que se ha visto "obligado" a los despidos por la promesa de campaña de la candidata del PSOE, Inmaculada Oria, de poner luz y taquígrafos a los contratos municipales. En el primer pleno del mandato, el pasado 6 de julio, el recién reelegido alcalde ofreció a la concejal de la oposición readmitir a todas las trabajadoras despedidas si Oria firmaba un documento en el que se hacía legalmente corresponsable de dicha decisión, algo a lo que esta se negó. El regidor reprocha "que sea una persona que no reside en Píñar ni es consciente de las circunstancias del pueblo".

Esta temida líder de la oposición ha sido diputada por la provincia de Granada por su partido hasta la previa de las municipales y ya fue alcaldesa del municipio entre 2007 y 2011, además de otros cargos en la Diputación provincial o la Junta de Andalucía. Oria también ha atendido a las preguntas de El Confidencial y afirma "no entender la situación". Admite que la bolsa presentaba irregularidades desde su creación hace 20 años, pero cree que el gobierno municipal "tenía otras opciones antes que estos despidos, y además eso [la bolsa rotatoria] puede afectar a las cuevas o la ayuda a domicilio, pero no a otros trabajadores públicos que también han sido despedidos". Igualmente, acusa al Ayuntamiento de falta de transparencia.

Lo irónico es como García Cuenca acusa al PSOE y a todos los gobiernos por encima del suyo, de lo mismo que el sindicato CNT le atribuye a él en su denuncia y sus movilizaciones: feminizar el paro. La mayor parte de las trabajadoras despedidas —todas las de ayuda a domicilio y las guías— son mujeres y muchas de ellas mayores de 40 años. Los representantes de estas creen que todo el proceso ha sido irregular, que no se justifica el despido fulminante, con falta de información y sin el periodo de consultas de 30 días que marca la ley. Añaden que los contratos en fraude de ley de las guías eran anteriores a los cambios legislativos de las bolsas de trabajo y que el alcalde, que ha ocupado diferentes cargos en la corporación desde hace 20 años, era consciente desde mucho antes.

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Mientras tanto, las cuevas siguen cerradas y la afluencia de visitas al municipio, consumiendo en la reducida hostelería local, cortada. A la espera de que los juzgados se pronuncien sobre la denuncia sindical, la paradoja es la de un alcalde que admite haber estado manteniendo un fraude de ley y acusa a la oposición de obligarlo a cumplir la normativa y destruir empleo.