El fracaso de Olona y Teresa Rodríguez: el fin de los versos sueltos de la nueva política

Teresa Rodríguez y Macarena Olona están separadas por un abismo ideológico, pero sus carreras políticas guardan ciertos paralelismos. El auge de Vox y Podemos les consolidó como dos importantes activos para sus formaciones, aunque acabaron enfrentadas a la dirección y emprendieron su propio camino con las elecciones generales como prueba de fuego. Sin embargo, el adelanto electoral les dejó sin margen de maniobra. Y este 23-J se consumó su gran fracaso.

Olona y Rodríguez también fueron rivales en las andaluzas del pasado año, unas elecciones que supusieron un punto de inflexión para ambas. La primera de ellas, alicantina, llegaba a Andalucía tras ser portavoz de Vox en el Congreso; tras la mayoría absoluta de Juanma Moreno, dejó la política por una enfermedad y acabó abandonando el partido. Rodríguez, que había liderado durante años a Podemos en Andalucía, se presentaba con Adelante, su nuevo partido, tras ser expulsada del grupo parlamentario por su divorcio con el partido de Pablo Iglesias entre acusaciones de transfuguismo; ganó dos diputados para consolidar el proyecto y abandonó la política institucional por su compromiso de no estar más de ocho años.

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Trece meses después, tanto Olona como Rodríguez llegaban a las generales acusadas de dividir a los votantes de sus antiguos partidos. Sin embargo, ninguna de las dos estuvo cerca de disputarles un solo diputado. Olona concurría con Caminando Juntos por las diez provincias en las que había logrado reunir avales, pero apenas ha conseguido 5.500 votos. En Granada, la circunscripción por la que ella se presentaba, los resultados han estado incluso por debajo de la media: 430 papeletas. Ni el 0,1%.

Teresa Rodríguez había vuelto a su trabajo como profesora y no era la candidata de Adelante Andalucía, aunque tanto ella como su pareja, el exalcalde de Cádiz José María González Kichi, se habían volcado en la campaña como número 2 y 3 de la lista. Eran los dos rostros más conocidos de su nueva marca y pretendían llevar al Congreso una diputada de "obediencia andaluza" por la circunscripción de Cádiz, aunque quedaron lejos del objetivo. Su partido de izquierdas y andalucistas solo obtuvo 9.000 votos, un 1,4%.

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El adelanto, con el pie cambiado

A ambas este 23-J les pilló con el pie cambiado. Olona constituyó el partido a tres semanas de los comicios y no tenía ninguna implementación en la provincia de Granada —se había empadronado en casa del presidente de Vox cuando se presentó a las andaluzas—, pero elaboró una campaña a contrarreloj y con un presupuesto muy limitado. Su objetivo era exprimir su imagen y programar acciones que llamaran la atención, como prueba su arranque de campaña en un prostíbulo con mujeres cubiertas con máscaras. "Un lugar habitual para los políticos", afirmó. Su candidata por Valencia era la presidenta de la Asociación de Trabajadoras y Trabajadores Sexuales, Susana Pastor.

Olona intentó movilizar abstencionistas en nichos de voto muy concretos. Como número dos por Granada llevaba al Padre Johnny, un pastor evangelista de etnia gitana. Los evangelistas tienen cierta incidencia en la ciudad, hasta el punto que la nueva alcaldesa, Marifrán Carazo (PP), hizo campaña en un templo participando en uno de los cultos de esta comunidad. Cierta incidencia, pero no la suficiente.

El partido de Teresa Rodríguez, Adelante Andalucía, sí había tenido más recorrido e implementación en Cádiz, donde Kichi había gobernado en la capital en los últimos ocho años. Además, la formación cuenta con dos diputados autonómicos en el Parlamento de Andalucía y, aunque sin éxito, había presentado listas en numerosos municipios en las elecciones locales. Tras lograr apenas ocho concejales en toda Andalucía, descartaron la posibilidad de integrarse en Sumar y se presentaron solo por la circunscripción de Cádiz.

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Durante la campaña buscaron la atención mediática con acciones desacomplejadas y sin miedo a la confrontación. Desde una polémica lona publicitaria en Madrid, pasando por un intento de tetada fallido y besos con su candidata frente a la sede de Vox. "No podemos quedarnos en la corrección política, en las declaraciones a la prensa y en la intervención en las instituciones. Estamos dejando el resto de los espacios públicos al repliegue reaccionario", expuso la líder del partido, Teresa Rodríguez, quien insistía en "recuperar las calles, que ahora las tiene Vox".

El partido ha anunciado un "proceso de reflexión" a partir de septiembre ante unos resultados que consideran "muy malos". Quieren saber "qué ha fallado" y "qué hay que cambiar". Conseguir un diputado andalucista para ser claves en Madrid era el objetivo final del proyecto, que sufre un varapalo del que será difícil sobreponerse. Con los nacionalistas de otros territorios siendo claves en la formación del Gobierno, el golpe es aún más doloroso. La candidata al Congreso de los Diputados, la histórica dirigente del Partido Andalucista Pilar González, ha anunciado que abandona la política institucional, dejando al partido huérfano de liderazgos.

De momento, tanto Adelante Andalucía como Caminando Juntos han anunciado su intención de consolidar sus proyectos. El partido de Olona cree que, dadas las circunstancias, los resultados son "inmejorables". El de Rodríguez ha anunciado un "debate colectivo" para renovarse y buscar nuevos liderazgos. Es otra de las consecuencias de este 23-J: el posible adiós de los dos versos sueltos de la nueva política.