Al contado y sobre plano: los guiris 'se compran' la costa española

"Casi no contamos con stock de viviendas acabadas" y "más del 95% las vendemos sobre plano". Ni el aumento de las temperaturas, ni la turistificación, ni los problemas provocados por la inflación. La costa española sigue atrayendo a los extranjeros y son muchos los que buscan en la zona de Levante, las Islas Baleares, la Costa del Sol o el litoral gaditano una oportunidad para invertir. Operaciones que en un porcentaje elevado se resuelven con un único pago y detrás de las que se encuentran familias que quieren adquirir "una segunda residencia para pasar su futura jubilación".

La promotora británica Taylor Wimpey España es una de las compañías del sector que han experimentado un aumento interanual de las reservas, dato que ha ido acompañado por un incremento del 25% de los contactos de potenciales clientes durante los primeros tres meses del año.

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El ladrillo "sigue viviendo un momento dulce", señalaron desde esta firma, que remarcó que "casi no contamos con stock de viviendas acabadas". La demanda, copada —en su caso— por la clientela foránea, es tan elevada que el 95% de sus transacciones se realizan sobre plano.

El "atractivo internacional" que tiene el litoral mediterráneo español queda de manifiesto en el hecho de que la promotora haya reservado inmuebles a personas de 42 nacionalidades distintas. Solo el 11% de las operaciones de esta firma en la Costa del Sol las protagonizaron compradores españoles, mientras que entre la mayoritaria clientela extranjera destacan los británicos —14%— y belgas —10%—, así como franceses, iraníes, rusos y polacos —que representan un 7% cada uno de ellos—. Los mercados "singulares" y emergentes: "los países latinoamericanos".

Las reservas no acompañan a la creciente cifra de contactos porque los comparadores potenciales quieren ver antes la zona

Fuentes de esta compañía internacional señalaron que este fenómeno trasciende los límites del litoral malagueño y se expande por todas sus zonas de influencia, como Palma de Mallorca, la Costa Blanca, Cádiz o Ibiza. El perfil recurrente es el de "familias extranjeras que compran como segunda residencia" y que tienen la jubilación en el horizonte, pero también hay quienes ven en estas transacciones una posibilidad de inversión. "Su poder adquisitivo es medio o alto" y en un gran porcentaje afrontan la operación en un único pago.

Los clientes foráneos suelen buscar, "principalmente", apartamentos y adosados situados en zonas tranquilas. Con terraza, zonas comunitarias —jardín y piscina—, vistas y ubicados "a menos de una hora del aeropuerto". Sobre el precio medio de las transacciones, la promotora británica afirma que es "confidencial", aunque sirvan de ejemplo el coste de inmuebles que oferta actualmente en Estepona, la Costa Blanca, el Cabo de Santa Pola y que se mueven en una horquilla de 245.000 a 348.000 euros, más IVA.

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Las citadas fuentes precisaron que en las reservas de viviendas se observa un aumento significativo en comparación con 2021, "aunque aún no se han alcanzado las cifras récord del año pasado". Esta circunstancia podría deberse a que estas "se materializan más tarde, cuando los clientes extranjeros tienen disponibilidad para visitar la casa y la zona".